Capitulo 1

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- No tengo hambre. - Sonreí, intentando convencer a mi madre de que no me iba a morir si no cenaba.

- Pero que comiste en casa de Evie?- Preguntó aun dudando de si creerme, mientras miraba la carta para elegir que ensalada comer. 

- Nada mamá, solo comimos unas papas mientras mirabámos la peli, nada más. 

Ya dejó el tema de lado y se puso a charlar con su amiga, Cristina, que estaba junto a ella en la mesa. 

Seguía con el pelo mojado de natación y con las imagenes de la pelicula en mi cabeza. Aún así estaba feliz, por mucho que había estado corriendo de un lado a otro por todo el día no paraba de reirme y seguía llena de energía.

- Despúes de comer damos una vuelta por ahí?- Preguntó de repente Cristina. Levanté, por primera vez en la noche, la mirada de mi mobil y la clavé en mi madre con una enorme sonrisa. 

- Está bien, iremos, pero no hasta muy tarde, que mañana tienes clases.-  Asentí feliz y esperé que ellas terminaran de comer metiendome, de vez en cuando, en sus conversaciones. 

Al salir del restaurante fuimos a dar una vuelta por el centro de la pequeña ciudad turistica, ellas hablando y yo perdiendome entre la belleza de las estrellas y el ruido del mar. Amaba caminar por esas calles, si hubiera habido menos gente habría sido mi lugar favorito, el oceano me rodeaba, alguna que otra tienda que seguía abierta a pesar de la hora iluminaba la calle y el olor de la sal me inundaba las fosas nasales. Mi pelo rizado, aun humedo, me mandaba escalosfríos por la espalda debido al viento que ...

- Marina!!! - Me encontré envuelta en un abrazo, de repente, me separé y miré por unos segundos esa cara tan familiar y que veía practicamente todos los días. 

- Hardley!! - Reaccioné por fin, abrazandola de nuevo para luego separarme y mirarla con el ceño fruncido.

- Mis padres no me dejaron ir a ver la peli porque tenía que ir a recogerles a ellos en el aereopuerto. - Dijo indicando detrás mio. Me di la vuelta, habían varias personas. - Son 11 turistas. Ellos son Dafne, Diana, Lux y Agen. 

Los saludé con un apretón de mano o con dos besos mientras mi mamá y Cristina conocían a sus padres o familiares. 

- Te tiro al agua? - escuché como decía ed repente Agen mientras hablaba con las dos chicas.

- Si tirale! - Dije de manera instintiva y con una sonrisa juguetona. 

- Oyeee, que me acabas de conocer! - Dijo Lux haciendose el ofendido mientras intentaba librarse del agarre de su amigo. 

- Yo te quiero. - dije sin pensar y distraida. Luego saludé rapidamente a todos y seguimos caminando. 

Por desgracia no podía quitarme de la cabeza a ese chico, no me acordaba ni de como se llamaba pero la forma en la que confiaba en el sin siquiera saber su nombre me dejaba sin palabras, no podía explicarmelo. Desde cuando confiaba tanto en la gente? Pero en general, desde cuando confiaba? 

Eran las tantas de la madrugada cuando llegué a mi casa aún preguntandome si volvería a verle y intententando recordar como se llamaba. Me había transmitido una felicidad... Era como si en unos pocos segundos me hubiera sanado todas las heridas que tenía en el corazón, como si me hubiera devuelto la vida. 

Me dormí con la idea de que tenía que saber más sobre el, necesitaba volver a verle, necesitaba hablar con el y que me explicara como lo había echo, que me había echo. 

A la mañana siguiente mi vida volvió a la normalidad, seguía acordandome de ese chico pero era mi penúltimo día de clases y no podía pasarmelo pensando en un niño. Nos pasamos el día en la cancha de baloncesto del istituto dedicandonos a escuchar música, bailar y comer. No hicimos mucho más aparte de algunos que se habían despertado con mucha energía y se les había ocurrido jugar al futbol con una bolita de platina en medio de la gente que bailaba, ganandose así unas cuantas quejas, miradas furiosas y mis carcajadas desde los esclones. No era fan de las fiestas y mucho menos de la gente, la música a todo vulmen me provocaba nauseas y los imbeciles que intentaban ligar conmigo arcadas, menos mal que no habían bebidas con alcohol porque al fin y al cabo seguíamos estando en el istituto aunqué no había ni un profesor controlandonos era lo que me faltaba, ya que con la suerte que tenía algun imbecil habría terminado vomitandome encima. 

Mi día pasó bastante lento, sin novedades ni nada interesante. El día siguiente creo que fue el día en el que mi vida cambió por completo, cuando hice el mayor error de mi vida o quizás el mejor, cuando dejé mi corazón en las manos del chico desconocido, cuando le dejé el control de la situación.

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Este es el primer capitulo, es cortito porque sino iba a adelantar muchas cosas del siguiente y no quería hacerles spoiler... El siguiente llega prontito.♥



Noches silenciosasWhere stories live. Discover now