Venganza Despiadada

Prólogo

Era una noche de tormenta, Alisha dormía profundamente en su cama y un rayo la hizo despertar, después del accidente donde murió su madre, todas las tormentas le daban escalofríos, solo tenía 8 años cuando su madre murió, pero lo recordaba como si fuese ayer.

Otro trueno cayó, Alisha se sentó de un salto tras la sorpresa del estruendoso sonido. Se levantó, tomó su teléfono y salió al pasillo. Miro hacia hacia las escaleras y vio que Oscar el mayordomo estaba bajando las escaleras de servicio.

-Óscar. Dijo, él se volteó y le preguntó: necesita algo Alisha. Siempre la llamaba así desde niña, trabajaba para su familia desde hacía más de 20 años, era más su amigo que su mayordomo.

-Solo voy a la cocina a buscar un vaso de leche. -Y galletas, contestó él. -Me conoces muy bien río ella. - te acompañaría, pero se que te negarás. Ella sonrió e hizo un guiño mientras seguía caminando hacia la escalera.

Solo tardó unos minutos para calentar la leche, y encontrar las galletas. Cuando se sentó en la isla de la cocina sonó su teléfono. Era Carlos su mejor amigo, lo conocía desde los 17, cuando en acto de rebeldía se había escapado de su chofer y había ido a la comuna, realmente no sabía que estaba ahí hasta que un chico le arrebató el bolso y tuvo que correr tres cuadras detrás del chico.

Carlos se había dado cuenta y siguió al chico, lo alcanzó y le quitó el bolso. Definitivamente la salvó y volvió a casa ilesa, su padre nunca se enteró de tal fechoría.

-Hola, ¿cómo estás?
-Genial, te llamo por lo del proyecto, lo haremos en SIE o en la fundación? No lo acordamos ayer.
-Lo había olvidado, podemos vernos en mi casa a las 10, lo terminaremos aquí, le diré a Margaret que me envíe los informes que necesitamos y a Taylor que estarás terminando el proyecto conmigo.
-Tu papá sigue en Estados Unidos, pensé que volvía hoy.
-Si, pero ya conoces a mi padre, llegará el sábado para supervisar los preparativos del aniversario de la empresa.
-Te veo mañana entonces.
- Si, adiós.

Terminó su leche, y subió a su recámara, los rayos se habían disipado y se durmió tranquilamente.

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Isaías Legarda Corona, un joven emprendedor hijo de Camilo Legarda, Policía Federal y Catalina Corona, abogada. Su padre murió cuando tenía 16 años en un fuego cruzado entre pandillas.

Sobrino de Mario Corona, más conocido como Águila Roja, uno de los traficantes de diamantes más buscados en Colombia y Estados Unidos.

Este había estudiado economía y finanzas en la universidad nacional de Colombia, realizó su pasantía en Smith international Exporting y por su gran desempeño al graduarse 2 años atrás, conservó su puesto, es uno de los empleados más eficiente de SIE, según el departamento de recursos humanos claro.

Son las dos de la mañana cuando suena el teléfono. Isaías se despierta y mira la pantalla, Maldición dice en voz alta, contesta: - qué quieres? ¿Por qué mierda me llamas a esta hora?
-Así saludas a tu tío favorito
-Si no me dices lo que quieres voy a colgar
-Esta bien carechimba, necesito que me hagas una vuelta.
-Ya te hice un favorcito hace años y no voy a participar de esto otra vez.
-Mira mocoso dale gracias a Dios o al demonio que eres hijo de mi hermana, porque si no te habría matado. Necesito que escondas algunas cosas en tu departamento, solo será un par de días.
-Está bien, pero nada de drogas en mi casa.
-No te preocupes sobrino, te daré tu comisión como siempre.
-Como vas con el otro encargo, ya eres socio del viejo?
-Ese encargó no es tan fácil y lo sabes
-Tu trabajo sobrino, muy pronto todo será tuyo.

Hacía meses que no hablaba con él, no lo había visto mucho en los últimos años, pero de vez en cuando lo llamaba para pedirle favores... al menos lo recompensaba, había seguido viviendo como rey después que su padre murió y había ido a la universidad gracias a él. Aunque siempre se negaba, terminaba ayudándolo.

Un trueno cayó de golpe y lo sacó de sus pensamientos, demonios, necesitaba que fuese domingo, el día en que conocería a su futura esposa. -Ay Alisha Smith no sabes lo que te espera.