79. STUBBORN

5.8K 476 66
                                    

Entré en la mansión Malfoy con Draco, mientras los mortífagos caminaban detrás de nosotros. Bellatrix grita una vez que entra a la cocina.

—¡Cissy! ¡El director finalmente está muerto!.—Grita cuando la puerta se cierra detrás de ella. Hubo algunos ruidos de murmullos que se extendieron por la habitación cuando Draco caminó hacia la chimenea. Se paró frente al fuego cuando miró hacia abajo.

—Te dije que sí. Lo superaría.—murmuro mientras envuelvo mis brazos alrededor de él. Él asiente un poco cuando colocó su brazo sobre mi hombro.

—Sí... aunque. ¿cuánto tiempo vamos a pasar por todo esto, hasta que... algo salga mal?.

Lo miro cuando me muevo para pararme frente a él.

—Draco, te prometo con mi vida que siempre lo superaremos, ¿de acuerdo?.

—Por favor, no me prometas nada.—murmura mientras me mira.

—¿Por qué?.—Pregunto.

—Porque... y si ... pasa algo inesperado—

—No va a pasar nada... Terminamos nuestra tarea Draco.—murmuro.

Él asiente de nuevo.—Espero que tengas razón Lucinda.—Murmura.

Le doy una pequeña sonrisa.

—Sabes que tengo razón.—le digo cuando le planto un pequeño beso en los labios.

Nos quedamos en silencio por unos segundos mientras miramos el fuego, cuando Narcissa entró a la sala de estar con Bellatrix detrás de ella.

—¡Oh cariño!.—Dice una vez que camina hacia Draco. Ella le da un fuerte abrazo.—¡Oh, cuánto te he echado de menos, cariño!.—Ella dice cuando besa su mejilla. No pude evitar sonreír cuando se avergonzó.

—Cierto... gracias madre.—murmura Draco.

Narcissa se ríe un poco cuando se aparta y me abraza.

—¿Cómo estás cariño?.—Pregunta por encima de mi hombro.

—¡¿Por qué no puedes abrazarme normalmente como la abrazas a ella?!.—dice Draco.

Ambos nos reímos en voz baja hasta que ella se apartó.

—Cariño, ¿te gustaría un poco de té mientras esperamos a que lleguen tus padres?—pregunta.—Acabo de hacerlo.

—Oh, sí, por favor.—Digo mientras sonrío.

Draco balbucea.—¡Mamá, soy tu hijo! Ella no es tu hija—

—Lo sé Draco, pero es como mi hija.—dice mientras entramos a la cocina. Miro, cuando veo a Lucius tomando un sorbo de su té. Miro a Draco cuando sus ojos se abren.

—Padre.—Draco murmura.

Lucius le dio una pequeña sonrisa.—Tu padre- —comienza Narcissa.

—¡Cissy! ¿Dónde está mi hija?.—Oigo gritar a mi madre hasta que entró en la cocina. Ella jadea una vez que me ve.—¡Lucinda! ¡Mi amor! ¡Mírate!.—Dice una vez que me da un fuerte abrazo.

—Madre... estas... sofocándome.—logré decir mientras me apretó tan cerca de ella.

—Oh... lo siento querida.—dice una vez que se aleja.—Severus me habló de Harry Potter... cuando dijo que Harry te maldijo, estaba tan asustada, ¡deberías haberme visto! ¡Me entró tanto pánico que casi mata a mi hija!.—Dice.

Asiento lentamente.—Snape tuvo suerte de salvarme a tiempo.—murmuro.

Ella da una pequeña sonrisa cuando veo a mi padre entrar a la cocina. Me miró durante unos segundos hasta que miró a Lucius y caminó hacia él. Alzo las cejas cuando miro a mi madre.

—Lucinda, no- —susurra.

—¿No me ves por qué? ¡¿Casi un año, y literalmente pasas junto a mí, como si fuera una extraña?.—Grito mientras me doy la vuelta para mirarlo.

Sus ojos crecieron una vez que me miró.

—No te atrevas a gritarme, te equivocas eres un—

—¿Error? ¿Eso es todo lo que piensas de mí? ¡¿Solo un error?!.—Grito de nuevo cuando siento a Draco agarrar mi mano.

—¡Lucinda! ¡Ahora no!.—Grita mi madre.

Me burlo.—Sí, esperaré hasta que regresemos a la mansión, ahí es cuando realmente puede dejar escapar su ira sobre mí.—murmuro mientras salgo de la cocina. Pasé junto a algunos de los mortífagos, cuando sentí la mano de Draco de nuevo mientras caminaba detrás de mí. Caminamos en silencio hasta que llegamos a su habitación.

Abrió la puerta antes de que ambos entramos.

—Draco, simplemente no—

—¿No qué? ¿No te diga que lo que hiciste fue un error?.—Se cruza de brazos frente a él.

—Draco, literalmente pasó a mi lado y ni siquiera me dijo una palabra, ¡y luego me llamó un error!.—Grito.

—¡Lucinda, literalmente te he dicho antes que no eres un error!.—Grita en respuesta.

—Lo siento Draco, pero cuanto más me llama un error, ¡más empiezo a creer que realmente lo soy!.—Grito de nuevo.

Se queda callado una vez que me mira.—Cariño.—murmura.

—Solo... simplemente no... lo superé Draco.—murmuro.

Suspira cuando camina lentamente hacia mí. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura mientras yo envolvía los míos alrededor de sus hombros. Apoyé mi cabeza en su pecho cuando cerré los ojos.

—No eres un error Lucinda, ¿de acuerdo?.—Él susurra.

Me quedo callada cuando algunas lágrimas corrieron por mi rostro.

—No estás ni cerca de un error, cariño... es demasiado ciego para ver eso.

Asiento lentamente cuando abro los ojos lentamente. Lo miro cuando lentamente me secó las lágrimas de la cara.

—Está bien cariño.—Susurra antes de besar mi frente suavemente.

—Si te dijera que te disculpes con tu padre por gritarle, ¿lo harías?—él pregunta.

—Absolutamente no.—murmuro.

—Pero Lucinda, ese es tu padre.

—¡No me importa Draco! ¿Sabes cuánto me ha lastimado en el pasado? ¡No voy a disculparme con él por nada!.—Grito.

Suspira.—Eres tan terca.—murmura.

—Mira quién está hablando.—digo.

Él se burla.—Eres más terca que yo.—sonríe. Pongo los ojos en blanco cuando recuesto la cabeza en su pecho.

ENEMIES | DRACO MALFOY ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora