𝔼𝕝 𝔻𝕚́𝕒 ℚ𝕦𝕖 𝕋𝕖 ℂ𝕠𝕟𝕠𝕔𝕚́

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Dos pequeños scouts, de la manada Apumanque estaban explorando el bosque. Llevaban horas caminando, y no encontraban el camino a casa.




Oye Tulio, ¿estas seguro que leíste bien el mapa?— preguntaba un conejo rojo a su amigo, el cual sostenía en su mano lo que parecía ser un mapa



¿¡Mapa!? ¡Esto no es un mapa! ¡Es una foto que me sacaron!— respondió el chimpancé con un tono presumido, mostrando que lo que portaba en su mano no era un mapa, si no una doto que le habían tomado, la cual presumió haciendo la misma cara que estaba haciendo en la fotografía



¡Idiota! ¡Ahora estamos perdidos!— exclamo enojado el conejo rojo, haciendo que su compañero se asustase



¿¡Perdidos!? ¡Oh no, sálvame Bodoque, sálvame!— dijo el chimpancé, aventándose a los brazos del conejo el cual hizo un sonido de molestia. Segundos después, ambos scouts escucharon un ruido que venia desde unos arbustos, se acercaron y se dieron cuenta que en ellos se encontraba una criatura con un pelaje blanco, se notaba que estaba ahí desde hace tiempo



¿Juanín?— dijo la pequeña criatura



¡Pero que bicho más raro!— exclamo asombrado el conejo rojo, haciendo que el chimpancé se molestara por llamarlo "bicho"



¡No seas grosero Juan Carlos! -inmediatamente, el chimpancé cargó al pequeño ser, haciendo que este riera un poco y se abrazara más al chico— ¿Quién.... o qué eres tú?— preguntó el mayor de los tres, dirigiéndose al más bajo



Juanín— dijo el pequeño, el chimpancé le sonrió a este— ¡Juanín Juanín!




¡Ya escuchamos que te llamas Juanín! ¡Fenómeno con patas!— exclamo molesto el conejo rojo, lo cual no fue la mejor decisión, pues lo que Juanín quería decir, era que detrás de ellos, a algunos metros, se encontraba alguien




¿Lo vez Juan Carlos? ¡Juanín nos ayudó a encontrar el campamento!— dicho esto, el chimpancé abrazó más fuerte a Juanín, haciendo que este riera— ¡Vamos!




¡Espera Tulio!— dijo el conejo, deteniendo a su amigo— ¿Qué haremos con el? No podemos simplemente llevarlo al campamento y decir que lo encontramos por ahí ¡se lo llevaran a algún otro lugar!— aunque no lo pareciera, el conejo rojo estaba preocupado por el albino, y no quería que se lo llevasen lejos



¡Es cierto Bodoque! ¿Qué podemos hacer?— el mayor se puso a pensar en un plan para que nadie viera al pequeño albino, luego de pensarlo un rato se le ocurrió una idea: Meter al menor en su mochila. Si bien no era lo más sensato, era la solución más "accesible", por lo que metieron al más bajo en la mochila, gracias al cielo este era lo suficientemente pequeño como para poder entrar en esta. Al llegar al campamento, la encargada de cuidar a los chicos, la señorita Rosario Central, se acerco a ellos con un rostro de molestia

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⏰ Última actualización: Mar 12, 2022 ⏰

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⚠️~𝕆𝕓𝕤𝕖𝕤𝕚𝕠́𝕟~⚠️ {𝕋𝕦𝕝𝕟𝕚́𝕟}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora