Yamaguchi se pone muy ebrio en la fiesta y Tsukishima descubre que su novio sabe bailar muy, muy bien.
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(YAMAGUCHI LATINO!/ LA AUTESTIMA HASTA ARRIBA Y EL PERREO HASTA BAJO 😎👌🏻/ SINOPSIS MÁS CULERA)
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Tsukishima se arrepentía demasiado de haber asistido a la fiesta de Kuroo, no era porque fuera mamoncito o un aguafiestas sino porque había perdido a Yamaguchi entre el mar de gente que se encontraba bailando en medio de lo que era la pista de baile y por mucho que su altura le favorecía entre tantas cabezas, la cabeza verdosa de su novio con su particular mechón alzado no se veía. ¿Dónde estaba Tadashi? Estaba comenzando a irritar se y la música que rezonaba junto con el ruido que hacia la gente, no le ayudaba en lo absoluto.
Kei comprendía que Tadashi podría hacer lo que quisiera, no era su dueño, era su novio y al fin y al cabo era una fiesta; pero la cara amenazante de susuegrasurcaba entre su lío de pensamientos y bueno... Tsukishima quería llegar entero a su casa. Miró de nuevo entre todas las personas que bailaban y bebían esperando al fin ver a Yamaguchi, sin embargo, suspiró irritado. Había caras conocidas entre toda esa gente pero gran parte era desconocidos y Kei tenía miedo de que alguien quisiera tentar contra Tadashi. Después de todo el joven había pasado malos ratos con las personas por su apariencia y actitud gentil, Tsukki no comprendía del todo porque la gente llegó ser tan mierda con él; era la amabilidad y la belleza encarnada en un chico de cara pecosa.
O a lo mejor solamente él pensaba eso.
Fue con Hinata, quien estaba a un par de metros de él, bailando con Kenma muy ebrios y muy sonrientes. Tsukishima podría tener la vista jodida pero notaba con claridad las miradas que esos dos se echaban y la tensión que había a su alrededor, solo un empujón y la caja de Pandora se abriría; pero eso no era su asunto.
—¡Hey Hinata, ¿has visto a Yamaguchi?!—tuvo que alzar la voz para ser escuchado, la musica apenas y lo deja escuchar su propia conciencia.
El nombrado detuvo su "baile" y giró sobre sus pies para ver Tsukishima, sin embargo casi se caer sino fuera porque el rubio lo detuvo —ganando se una risa estrepitosa del chicoflan. Si que estaba ebrio.
