SU MEJOR JUGADA (YAOI/GAY)

Capítulo 1

En sus ojos podía ver todo su miedo oculto tras las ansias de derrotarnos en una aplastante victoria. También deseaba atraparme a mí, placarme violentamente para impedir una de mis tan conocidas carreras imparables. Yo solo sonreí tranquilo antes de voltearme para asegurar su posición, entre la línea de defensa, situado imponente estaba él. Se debería sentir orgulloso, fue el único que logró atraparme de alguna manera. Sin dejarme llevar por los recuerdos e imágenes, que comenzaban a agruparse en mi mente, tomé posición.

El quarterback, un chico rubio de mirada clara, verificó nuestro estado para acomodarse, en un pestañeo ya sostenía el balón en mis manos. Atacaríamos con una carrera, a veces era abrumador que recayera tanta confianza en mí. Pero defraudarles no era una opción y mis piernas no podían estar más de acuerdo, ya que parecían volar. Solo pararon tras lograr un touchdown, me preparé a recibir las calurosas felicitaciones del equipo. Aunque la más deseada se hizo esperar algo, en verdad, lo bueno se hace esperar.

Me hubiera gustado que ese abrazo fuera infinito, siempre anhelaba más de su contacto. "Cristian. Cristian.Cristian".Logré llamarle para que me soltara, era irónico que fuera yo quien tuviera que romper aquel maravilloso momento.

El partido solo había comenzado, cuando empezaron las faltas y poca deportividad del otro equipo. Estábamos acostumbrados, el colmo fue el ser estrellado antes de tiempo contra el suelo. Ni siquiera había oído el tan peculiar "HUT" que indicaba el inició de cada jugada cuando sentí el impacto, no sabía que hacer más que quedar inmóvil en el suelo. El chico moreno se había lanzado sobre mí en un corte bajo, derribándome de una manera un tanto peligrosa. Estaba sumido en un estado de aturdimiento, pero pronto empecé a reaccionar por el dolor, un punzante dolor.

Había golpeado con su casco en una de mis rodillas, tampoco hizo mucho ademán por levantarse. Yo solo podía retorcerme en el húmedo barro, suplicaba porque se levantara con la esperanza de que el dolor desapareciera tras quitar su peso. Al abrir los ojos lo vi, como un caballero de brillante armadura ante mis ojos, quien quito sin cuidado al chico que seguiría en su misma posición, si no fuera por su intervención. Y sin perder más tiempo, se arrodilló para mirar mi estado. Él era la mejor imagen que se podía contemplar, pero el dolor me obligó a cerrar los ojos, sumiendo todo en oscuridad.

"Slava.Slava.Slava".No era su voz la que pronunciaba mi nombre ¿O sí? No sabía como había salido del campo, alguien me sacaría."Slava.Slava.Slava".No quería moverme, y menos hablar, suficiente doloroso era respirar. "Slava.Slava.Slava".Abrí los ojos para encontrarme con los suyos, el dolor pareció disminuir un poco. Una torcida sonrisa se dejó ver tras mi gesto de dolor, el entrenador remplazó su lugar a mi lado."¿Cómo estas?". Esa pregunta escondía demasiado, yo solo negué con la cabeza. Sabía que el entrenador me necesitaba en el campo, aún así dudaba tan siquiera ser capaz de levantarme o mantener los ojos abiertos.

El partido se había retomado, era notoria la preocupación de mi equipo. No estaban bien coordinados, solo parecían estar cualificados para recibir golpes. Intenté levantarme ignorando la agonía, pero solo consiguí torpemente caerme,caerme...el suelo no había sido el destino elegido, había acabado en sus brazos. Por suerte, no estaba muy lejos cuando descubrió mis intenciones."Gracias Cristian". Todos atribuirían el sonrojo al golpe, ejercicio,...para mi suerte, pasarían desapercibidos los estragos que causaba en mi aquel chico.

El entrenador suspiraba resignado."Panda de idiotas, ni que solo supiéramos hacer carreras".Sus regaños se mezclaban con las palabras de ánimos, no sabía que hacer para ayudarles. Su mirada abandonó el campo para buscarme, sé que no me culpaba; y que probablemente sientan ganas de golpear al número 21. El chico expulsado tras aquel acto tan descarado, debería estar feliz, me había logrado detener.