Diario de una infidelidad

Piloto

      Vuelvo a casa después de un largo día, después de que termine el cumpleaños de Soledad. Fue bastante bueno porque su hermano Lucu invito a su grupo de amigos al cumpleaños también, lo que logró que se junten dos grupos: el nuestro, que esta conformado por 10 personas, y el de el que esta conformado por 8 personas. En fin, lo que yo tenía planeado hacer cuando volvía del cumpleaños era tener una noche placentera con mi novio Merlón. Ese era mi plan, hasta que llegue a casa y había algo mas que estaba ocupando mi mente. Una mirada más . Una sonrisa más. Un tacto distinto al que me daba mi novio actual. Dicen que para una noche placentera Tenes que poner tu mente en blanco, pero ¿Cómo iba a poner mi mente en blanco después de lo que había pasado en esa juntada? Los pongo en contexto. Estaba todo mas que bien, un típico cumpleaños adolescente, era una noche tranquila con unas copas de más. De repente escucho cuando la puerta se abre. Un silencio. Todos inmediatamente miramos para el costado. Empiezan a entrar de a pocos, cada vez eran mas. Los amigos de Lucu. Yo ya estaba muy borracha para ese entonces. Cuando veo que la última persona que entró a la casa pegó distinto a la situación. Algo despertó en mi. Hicimos contacto visual, ¿Y quien era él? Maro. La persona cuyos ojos son los mas relucientes. Cuya sonrisa es la mas deslumbrante y su personalidad es la más entretenida. Algo despertó en mi. Mire para el costado y estaba Merlón. Esa noche hubo algo en mi que me hizo perder el interés por mi novio. Me empecé a preocupar. 2:00 am. Quedaban pocas personas en la fiesta. Mi mirada seguía concentrada en Maro. Y la de el, seguía concentrada en la mía. Me sonríe, le sonrío. Voy a buscar mas hielos y me sigue. Éramos solo nosotros dos en la cocina. Nadie más, y nadie menos. El seguía con su mirada penetrante y yo con mi cabeza confundida. Se acerca a mí muy notoriamente. Le seguí el juego. Llego el punto en el que nos empezamos a acercar de más. Le saque tema de conversación. No se me ocurrió nada mas ni nada menos en decirle que tenia una muy linda campera. Hizo una cara a lo que yo llamaría una expresión facial bastante comprometedora. Se acercó a mi oído y me susurró que si la quería era toda mía. Ya no era coqueteo, habían intenciones. Sentí como un árbol de mariposas crecía desde el principio de mi vagina, hasta el final de mi cerebro. Algo despertó en mi. Una calentura que nunca había sentido antes. Lo único que llegue a pensar era en los labios mojados y rojos de Maro. Había mucha tensión sexual. Me acerqué más, hasta que puso su mano en mi cintura. Ese fue el momento donde decidí dejar todo atrás y tener un momento glorioso. Me abalancé como para darle un beso, el inmediatamente me partió la boca. Me agarró la mano y me llevó al cuarto de Lucu. Sucedió todo muy rápido, Para que luego esta se convierta en la mejor experiencia sexual de mi vida..