·un·

50 10 3
                                    

¿Cuando tú empiezas?
Ojalá nunca termines.
Porque siempre que me besas,
Florecen to's los jardines.

- Suéltame, Jeon.

- No, Amor, dime porque me estás ignorando desde hace días.

- Y aún así te dignas a preguntar y llamarme así, eres un sinvergüenza imbécil. - El rubio se soltó del agarre en su antebrazo del pelirosa.

Joder todos los estaban viendo, Jungkook estaba creando una escena en medio del pasillo más transitado de la secundaria.

Pero se fue el sol y nunca volvió.
Me sentí como un niño, sin luz: con miedo.

Él se sentía tan indefenso, mierda, había sido traicionado por quien más amaba. Claro que iba a tener miedo, por fuera podría parecer muy fuerte y serio con los demás, digamos que socializar era lo suyo sólo con las personas indicadas. El problema es que la mayoría de sus compañeros estaban en esa etapa de inmadures, hormonales o idotas por un par de tetas o paquetes, ni hablar de los que eran los tres en conjunto. Sin embargo, él desde un principio fue muy maduro en todos sentidos, él lo sabía y, en efecto, su familia, profesores, conocidos, se lo mencionaban cuando notaban que nunca le llegaba esa etapa a él. Cargaba su bandera de Capricornio con orgullo, sin sobrepasarse, obviamente.

Por eso, por la única persona que el podría comportarse como un bebé recién nacido en la cama solo con la intención de recibir beisto y mimos, es que sentía miedo.

Este cuento de hadas al final cambió.
Me llenó de promesas que nunca cumplió.

En esos tres años de relación juvenil pero que todos sabían que iban a llegar hasta cuando no se puedan parar... Por la vejez, claro; Ellos se habían entregado en cuerpo y alma. Y sí que se habían entregado en cuerpo, tal vez hasta cuatro veces al día. Pero, al punto, ellos habían firmado un tratado silencioso y no escrito -de besos, caricias y roces- que afirmaba su total fidelidad hacia el otro. Él cual Taehyung creía roto por Jungkook.

Me dijiste que te vas.
Que estas en busca de algo más.
Yo como un tonto en tu portal.
Si como un perro soy leal.

Jungkook podría catalogar aquel día de hace una semana exacta como el peor. Aquel día donde se quedó dormido abrazando a su bonito novio pero se despertó por un sollozo de este mismo haciendo una valija con lanzamientos de ropa agresivos llenos de furia hacia el pobre pedazo de plastico destinado a ser usado semanas después para su viaje a Grecia.

Él no pudo hacer mucho más de lo que hizo, o por lo menos intento.

Fueron segundos después de abrir los ojos para ya estar a un lado de su amado, tomandole las manos.

- ¿Bebé? ¿Qué estás haciendo? ¿Porqué lloras, príncipe? - Taehyung ya lo había empujado hacia atrás, cerrando la valija y sellandola por el deslizamiento del cierre por su riel.

No entendía nada. Y se estaba deseperando más. Y cuando vió a Taehyung, ya en la sala, agacharse para acariciar con sus grandes manos la pequeña cabeza del pomerania susurrando un "vas a estar mejor con él", su sistema nervioso le dijo a su cerebro: Bro, nos está abandonando el bebé... ¡NOS ESTA ABANDONANDO! ¡BRO, APRETA EL BOTÓN DE LAGRIMAS!

Con las mejillas rojas y húmedas por el llanto, abrazo de atrás a su novio.

- ¿Q-Qué pasó? ¿Hice a-algo mal?

- Pregúntale a Jisoo.

- ¿Qu- ¡No! No te v-vayas, ¿Porqué m-me abandonas?

Con su mayor nudo en la garganta enredado a su corazón y estómago, dijo.

- Porque tú ya lo hiciste hace tiempo, con alguien más.

tiroteoWhere stories live. Discover now