La ninfa del Lago | Harry & Ginny

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Ginny se mordió el labio cuando paso frente a la habitación de sus padres, pero soltó el aire contenido cuando escuchó un ronquido.

Camino a hurtadillas hasta la habitación de Ron y maldijo mentalmente cuando la puerta crujió al abrirla.

Ron roncaba sin ninguna vergüenza, ¿Cómo demonios podía dormir Harry con ese alboroto? Pobre Hermione si algun día llegaba a compartir habitación con él.

Harry no roncaba, puede que emitiera algunos pequeños ronquidos, pero su respiración era regular. Se acercó a la cama adicional donde el ojiverde dormía, le cubrió la boca para que no emitiera sonido y le movió el hombro.

Se despertó con sobresalto, ella presiono un poco para que no fuese a hablar muy fuerte y despertar a Ron. Cuando las orbes esmeraldas se centraron en ella sus hombros se relajaron y ella quitó su mano.

Le hizo una seña de que la siguiera y que guardara silencio. Contuvo una carcajada cuando él tomó con rapidez los pantalones que había tirados junto a la cama para calzárselos bajo las sábanas. ¿Tanto interés en que no viera sus zonas privaditas? Aunque si dio una buena ojeada al abdomen marcado del Elegido.

Bendito sea el Quidditch y los entrenamientos.

Le dio la mano y lo arrastró escaleras abajo. Hasta que salieron al jardín. La noche de verano era hermosa, a pesar del agobiante calor.

-¿Alguna razón para que me secuestres?- Harry comenzaba a despertarse y sentirse algo avergonzado por estar a solas con Ginny.

-Tengo un secreto para mostrarte- ¿desde cuándo Ginny Weasley, la hermanita de su mejor amigo, se veía tan provocativa cuando sonreía? -Ven, no voy a morderte.

Lo tomó de la mano, dándole una chispa eléctrica que le recorrió todo el cuerpo. La recorrió con la mirada. Traía un pantalón de pijama corto y una remera blanca con el dibujo bastante gastado, pero parecía traer la ropa más perfecta que podría imaginar.

¿Desde cuándo la niña vergonzosa tenía unas caderas contoneantes, unas piernas largas y una cintura estrecha? Maldita sea, ¿desde cuándo la niña pelirroja tenía senos? No es que fuese un depravado que va por ahí fijándose en los cuerpos de cada mujer, pero él había notado cuando Hermione se formaba, especialmente porque al ser su mejor amigo, Hermione le había contado cuando llegó su primera menstruación, por muy estúpido y vergonzoso que parezca. Pero Ginny parecía, ante sus ojos, haberse hecho mujer de la noche a la mañana.

-¿Tengo algo? Se que no estoy maquillada ni muy bien peinada, pero son las tres de la mañana, no había gran cosa que hacerle- Harry sonrió levemente ante el tono de fingida resignación. ¿De que podría quejarse? Con esas pecas decorando su nariz y una salvaje melena pelirroja que parecía acompañar cada uno de sus movimientos.

-Estas muy bien- murmuró con voz ronca. Tosió intentando disimular los pensamientos que lo abordaban. Agradeció una y diez veces a Merlín de que Ron no supiese legeremancia cuando Ginny casi tropieza y dejo pegado su... mm, sus curvas traseras contra cierta parte de su cuerpo.

-Por aquí es- indicó, pasando a través de unos espesos arbustos.

-¿Crees que es seguro que andes explorando tu sola?- estaban bastante lejos de la madriguera. Incluso pasando el pequeño lugar donde jugaban al Quidditch.

-¿Qué va a pasarme? Solo estoy jugando- terminaron de cruzar los arbustos y llegaron a un pequeño claro. No era gran cosa, solo un lago rodeado de arbustos. -Se que no es una de las maravillas del mundo, pero es genial para nadar.

-¿Tu vienes aquí a nadar?- susurró, intentando quitar de su cabeza la imagen de Ginny mojada.

-Ajá, por eso te traje, con mis hermanos me la pasaría peleando y Hermione es muy aburrida. ¿Te apetece?

Harry Potter, historias de un capítulo.Where stories live. Discover now