Parte única.

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Cuando quieres dedicarte a la música, uno debe escuchar de todo. Desde música moderna o actual hasta la clásica; y aunque no toda la música era de su agrado, y como siempre, habría unas que le gustaran más que otras.

Sin embargo, y ahora que el mundo parecía reiniciado desde cero, Lillian no podía evitar extrañar toda la música que este mundo tuvo para dar y mostrar. Pues no solamente creció con ella y amándola, sino también, recordaba todo el amor y el alma que vertió en cada una de sus composiciones.

Podría extrañar todo eso, pero mientras ella y sus compatriotas estuviesen aquí... Entonces la música no moriría.

Y fue en un pequeño lapso donde a su mente vino aquella casi olvidada canción que alguna vez había escuchado.

Fly me to the moon.

La letra era sencilla y bastante fácil de recordar, pero fueron en estos momentos, que viendo como su esposo, Byakuya, yacía terminando de preparar la comida en lo que ella acababa de coser una de las prendas de ropa que se había rasgado levemente, que la letra se tornó más significativa que antes.

Lillian había tenido otros romances, otros amores, y aun así, si le preguntasen cuál era la razón por la que amaba a Byakuya Ishigami. Ella solamente sonreiría encogiéndose de hombros respondiendo con otra pregunta: "¿No se supone que en el amor no existen razones?"

Terminó lo que estaba haciendo, y dejándolo a un lado, cerró los ojos. Recordando la tonada de tan romántica canción para comenzar a tararearla con una sonrisa; llamando la atención de Byakuya, quien lo miró con curiosidad al mismo tiempo que una sonrisa se posaba en sus labios.

- ¡Vamos a bailar, Byakuya! – le invitó Lillian con una sonrisa y mirada risueña, jalándolo gentilmente de ambas manos.

Byakuya rió ligeramente, contagiándose de su entusiasmo, pero un poco nervioso con la idea de bailar –. Tengo dos pies izquierdos, Lillian. Así que, una disculpa.

- Entonces te guiaré – le respondió, sin perder el ánimo ni su sonrisa. Y sin perder el tiempo, empezó a cantar, entrelazando sus dedos con los del albino, dirigiendo aquel improvisado baile.

Sonriendo de a ratos cuando Byakuya a veces pisaba sus pies o evitaba con éxito a veces también, volver a pisar sus pies. Y cuando llegaba a las partes donde la trompeta sonaba u otro instrumento, las tarareaba.

Mirando a los ojos a su compañero-confidente de vida, con amor. Con cariño, con ternura, con cualquier sentimiento que pueda derretirse suavemente.

- In other words... I love, you.

(Una declaración genuina de amor inmarcesible).

-Traumada Taisho

Escuchar Fly me to the moon me recuerda a estos dos. Una disculpa por fuera de personaje, ay.

Fly me to the moon  [Byakuya/Lillian]Where stories live. Discover now