1

2.6K 144 4
                                    

"Julia"

Llegué a mi casa a las siete y media, me reí de mi misma cuando caí en la cama pensando en que no iba a volver a beber. Es una mentira que nos decimos todos. Cam estaba durmiendo. Se había quedado porque saldríamos hoy o bueno mañana, en realidad hoy, pero hasta que durmiera para mi era mañana. En fin, me desvestí como pude, me puse una camiseta azul y me quedé dormida en cuestión de minutos.

La semana anterior no había salido, estuve haciendo una escultura para mi clase de arte en la cual por cierto me había ido muy bien. Admito que hacer arte con mis manos, es lo mío. Decidí salir viernes y sábado este fin de semana, fuimos con mis amigos de la universidad Sophie y Lucas a una discoteca gay nueva que abrieron a unas calles de la universidad, así que no pude decir que no cuando me propusieron ir. La verdad es que me gusta mucho ir de fiesta, pero las resacas al otro día son insoportables y más cuando tomas tequila, whisky, cerveza y Gin tonic. Eso fue lo que me atormentó en la mañana, un fuerte dolor de cabeza.
Cuando salí del baño me encontré a Cam desayunando en la cocina. La salude y envidié su aspecto fresco como lechuga, pero me había divertido así que no me podía quejar. Tomé de la cocina un vaso con agua, unos scons y me bebí un polvo de estos que te quitan la resaca o bueno, se supone que lo hacen.

-¿Como te fue?- Me preguntó mi compañera de apartamento cuando me vio parada esperando que se hiciera mi café

-Bien, nos divertimos.

-Se nota, te escuché entrar. La próxima los acompaño pero, no iba a poder soportar dos días seguidos

-Que débil-Dije bromeando mientras servía el café en mi taza de un gatito

Me senté frente a mi amiga y desayuné junto a ella. Cam tiene el cabello rizado, pero no tanto como el mío y la piel algo morena. Siempre he envidiado su color de piel, la mía es blanca como la leche y si me pongo al sol, me quemo horriblemente. Cam y yo nos conocimos hace algunos años cuando me mudé de Vancouver a Victoria.Yo tenía diescinueve años cuando me fui de la casa de mi madre, no tenía problemas con ella ni nada, fue más por mi, para probarme que podía ser independiente. Cam trabajaba conmigo en una cafetería y nos hicimos muy unidas. También allí conocí a Simon, un chico bajo muy simpático, con lentes y algo torpe. Al principio nos parecía algo molesto, pero cuando lo conocimos mejor prácticamente se convirtió en un hermano para nosotras. A Aarón lo conocimos en una discoteca donde era Barman, el nos regaló unos tragos y estuvimos hablando toda la noche, no duró mucho en ese trabajo pero si lo sumamos a nuestras salidas y cada vez se empezó a juntar más con nosotros. Los cuatro lo pasábamos muy bien juntos, nos gustaban cosas parecidas y nos volvimos muy unidos en los últimos cinco años.

Esa noche teníamos planeado ir al karaoke que quedaba cerca de la casa de Simon, a decir verdad íbamos allí porque le había gustado una de las chicas que trabajaba en el lugar y bueno, no nos quedaba más remedio que acompañarlo, aunque me estoy victimizando, la realidad es que no me niego a una buena noche con mis colegas.

Luego de almorzar me recosté un rato, no había dormido mucho pero es algo normal cuando salgo. Por lo general si me acuesto tarde luego de una noche de fiesta, no duermo más de tres o cuatro horas y lo detesto. Siempre quise ser de esas personas que duermen horas y horas, pero por el contrario soy del tipo que le cuesta dormir, de hecho durante años tomé pastillas para conciliar el sueño y bueno, antidepresivos, hasta que...

Me despertó un grito de Cam, mire la hora, las ocho.

-Jul-Escuche que mi amiga me llamaba desde el sofá, me levanté y fui hacia donde estaba-Necesito que me prestes tu chaqueta roja porfiiis-Me pidió alargando las ies

-Bueno, te la cambio por tus jeans esos negros que me gustan

-Trato-Dijo estirando su mano y luego ambas reímos

Amarte también es arte [1] EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora