Si las estrellas se apagaran © [Próximamente]

Diario de Marina

De niños, se dedicaron a enseñarnos como se hace todo correctamente. Como leer bien, como escribir, como caminar sin tropezar, como contar los números sin equivocarnos, como hablar fluidamente. Después, era como actuar. Nos ayudaron a ir construyendo y creando nuestra personalidad a su antojo. Como todos lo hacían y siguen haciendo.

Los padres te dan enseñanzas, valores. Te enseñan cómo es todo en la vida, como debes vestir, como debes actuar de acuerdo a como naciste. Sin embargo, eventualmente terminamos teniendo un criterio propio, decisiones propias, gustos propios.

La misma sociedad siempre ha impuesto un comportamiento "normal" dependiendo a cómo eres. Niño, niña, adulto. Adolescente. Como debes vestir, como debes hablar, como debes ser. Como tienes que ser.

De eso se trata, encajar. Encajar para ser incluido. Encajar a como tus padres te lo han dicho, como varios te lo han dicho confirmando que es lo correcto. Yo decidí no ser así, ser "perfecta" para encajar. No quería ser así, no quería ser otro ser mas igual a los demás.

Quería ser... Yo.

De pequeña, mi madre siempre me preguntaba por los chicos, que si uno me gustaba, si me pareció lindo, que era un buen chico. Mientras tanto yo, no entendía eso. Nunca sentí tal atracción o curiosidad por aquel tema.

Hasta que llego alguien, que detono todo. Que vino a poner mi mundo de cabeza, para mi bien o desgracia, no lo sé.

Solo sé que ella llego.