El rey demonio llamado Izuku o mejor conocido como Perdición vivía en lo más profundo del infierno, se alimentaba de las almas de las personas más codiciosas del mundo, de personas que harían lo imposible por obtener lo que deseaban, pero a cambio...
Nuevamente me encontraba en el maldito hospital al cual tanto detestaba, el olor a fármacos tan horrible y el ambiente deprimido de las personas era insoportable, pero acá me encontraba, debía cuidar a mi madre
– Katsuki ¿Me podrías ir a comprar un agua? – escuché su débil voz
– Pero acá ya te traje agua, está nueva por si es eso lo que te molesta – la ví con una expresión de tristeza pero aún así me sonrió gentilmente
– Ya lo sé, pero lo digo para que me quede hasta la noche, ya que te irás dentro de poco –
– Vieja ya te dije que hoy me quedo todo el día, ya avisé a la escuela que no iría –
– Está bien... Entonces ve a comprar algo para que comas – la notaba triste y sentía que a toda contá quería que me vaya
– Pero ma- – no me dejó hablar ya que comenzó a toser, con rapidez me acerque a ella para que pudiese sentarse así no se le dificultara tanto
– ¿Puedes ir? – sus ojos estaban algo cristalinos por haber tosido, pero al ver sus ojos con más profundidad, entendí
– Está bien, ahora voy –
Fui de todos modos a comprar al comedor que se encontraba en el hospital, compré una bolsa de sandwiches, al llegar a la habitación de ella escuché los sollozos que soltaba algo débiles, sabía que quería llorar, lo sabía, aún así no quería irme de su lado porque sabría que después se sentiría aún peor de lo que estaba, sin darme cuenta también estaba llorando, me senté en las sillas que estaban en el pasillo, era obvio porque lo hacía
Ella nunca me mostró su lado sensible ya que decía no tenerlo, pero era obvio, todo el mundo tiene uno, aún así siempre la escuchaba llorar tanto en casa como aquí, no sabía cómo ocultarlo bien, ella siempre quiso mostrarse indiferente, una mujer fuerte desde el primer día que me enteré de su enfermedad, ella lo estuvo ocultando durante dos meses, todo para que yo no me ponga mal
Pero era evidente que algún día lo sabría, ya que los fuertes episodios de jaqueca o que de vez en cuando llegaba a no comprender las palabras cuando le hablábamos, le preguntaba que le sucedía pero ella solo me decía que era de estar renegando siempre con un adolescente insolente, siempre se tomaba a broma todo, pero me di cuenta de que algo pasaba, ya que un día le agarro una gran convulsión, yo no sabía cómo actuar, cuando mi padre supo cómo calmar aquella situación, le pregunté, ella simplemente me ignoro el tema pero mi papá se arto también y le dijo que me confesara todo, ese día la ví con mis propios ojos quebrarse en mil pedazos
Ella me dijo que no quería contarme nada ya que no quería verme sufrir, no quería que la viese con lastima o la tratara de manera que no solía hacerlo, no me quiso contar en su momento ya que decía que se le pasarían con las quimioterapia, pero todos sabíamos que era casi imposible, aún así ella tenía esperanzas, yo igual que ella, quiero creer que la quimio le harán bien, ya que me sentiría fatal sin tenerla a mi lado
Entre a la habitación intentando ocultar el hecho de que había llorado, pero era inútil, aunque también mi madre ocultaba que había llorado acostandose de lado, dándome la espalda, agradecí aquello ya que si la veía me pondría a llorar, me parecía gracioso el hecho de que ambos tratabamos de ocultar lo que no podíamos
– Había mucha gente en el comedor, pero pude conseguir sandwiches de pollo, aunque no se si te dejarán comerlos – inmediatamente se dió vuelta ya que ese tipo de sandwiches eran sus favoritos
– Bueno creo que uno solo no hará daño ¿O no? – me dió ternura la expresión de inocencia que ponía para que le diera la comida, yo fingi que me sorprendía
– ¡Pero vieja! ¡¿Como vas a desobedecer a los doctores?! – me puse una mano en el pecho fingindo que estaba desepcionado de ella
– Pero si los doctores no se enteran será como que nunca comí un sándwich, anda, no seas amargado – yo solo rei porque a pesar de todo seguía siendo ella misma
– ¡Está bien! Cualquier cosa dices que te obligue – ella mientras comía me levantaba el pulgar, yo solo sonreí ante su actitud
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Siento que se me sale un lagrimita
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Besties espero su apoyo en esta historia, solo voy a decirles que no habrá final feliz ¿o sí? No lo sé jajaja bueno si ahre
Me inspire en la foto y dije vamo' hacerlo, aunque tenía planeado otra cosa pero bueno eso será para otro fanfic jeje
No olviden votar y comentar si les gusto el capítulo :3
Sin más, nos vemos en el próximo capítulo (∩｡• ᵕ •｡∩)
