#O1.

1.7K 233 59
                                    

Pasar tres años junto a las mismas personas suele provocar que cada una de ellas se vuelva tan cercana como tus familiares, o incluso más. Para Kirishima, los chicos de su clase eran como esa familia que eligió tener y a finales de su tercer año, prontos a volverse unos héroes profesionales totalmente egresados, el pelirrojo sentía que, de algún modo, ya los conocía por completo.

Sin embargo, todo eso cambió la madrugada en que se despertó con nauseas y, al dirigirse al baño, se colocó frente a su espejo, justo encima de su caño y escupió algo parecido a un pétalo cubierto de sangre. Tratando de no alarmarse, él se revisó de pies a cabeza con calma, imaginando que había sido afectado por un quirk nuevamente, porque bueno, en tres años junto a las mismas personas y viviendo experiencias tan cercanas a la muerte como durante sus primeros meses en la academia, ser afectados por quirks se volvía algo ligeramente rutinario.

Cuando terminaba de revisarse, Kirishima oyó su puerta abrirse y a Bakugou entrar bastante alarmado. Salió de su pequeño baño para tranquilizar a su mejor amigo, quien al instante lo atacó con preguntas.

—Estoy bien. Lamento haberte despertado —dijo, con total sinceridad, imaginando que Bakugou lo había escuchado desde la habitación de al lado.

—Eso no interesa, ¿qué sucedió?

—No lo sé, supongo que se trata de un quirk... Uh, escupí un pétalo. Ya lo limpié y más tarde, después de clases, iré con Recovery Girl.

—¿Un pétalo, dices?

La mirada de su mejor amigo se suavizó, relajándose al segundo siguiente y suspirando, llevando su mano a su nuca para sobársela con cuidado, como si todo el cansancio regresara a su cuerpo. La fatiga en los ojos de Bakugou se hizo presente y Kirishima sólo pudo soltar una pequeña risa, antes de acercarse a él y darle un pequeño golpecito con su puño, justo en medio de su pecho.

—Ve a dormir, el horario infantil pasó hace mucho.

—Vete a la mierda.

Despidiéndose con un movimiento de cabeza, el rubio obedeció a Kirishima y salió de la habitación, mientras el pelirrojo analizaba cómo Bakugou había llegado ahí. Sí, es cierto, en su segundo año de estudiantes Kirishima le entregó una llave de su habitación, pero Katsuki sólo la arrojó lejos y dijo que no necesitaba de esa mierda. Comprobando que no había explotado su puerta o la perilla de esta, el pelirrojo entendió que quizás su mejor amigo la levantó y guardó muy bien durante ese tiempo.

Bastante contento con la preocupación genuina que Bakugou había aprendido a tener para con otras personas, un pequeño flashback del Bakugou de su primer año atravesó sus pensamientos, comprobando que Katsuki había tenido uno de los mejores avances tanto personales como profesionales, y definitivamente no se quedaría atrás.

Al acostarse, el último pensamiento de Eijiro fue que, definitivamente lo extrañaría cuando ya no se vieran tan seguido, ya no vivieran uno al lado del otro, ya no tuvieran la obligación de la cercanía generada por compartir un edificio.


+


—Definitivamente es un pétalo.

Eijiro sonrió con resignación ante la respuesta obvia de la pequeña mujer. Claro que era un pétalo, él era aún muy despistado e idiota a veces, pero sabía reconocer ese tipo de cosas. Sin embargo, la mirada preocupada de la anciana y el modo como se levantó de su gran silla de un salto para buscar entre sus archivos lo inquietó un poco.

—¿Qué sucede?

—Dime, Eijiro-kun —Ella hizo una pequeña pausa—, ¿te gusta alguien?

—¿Eh? —Kirishima ladeó la cabeza—. ¿Por qué hace una pregunta así en un momento como este, anciana?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 19, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Morir a tu lado. | Bakugo Katsuki x Kirishima EijiroWhere stories live. Discover now