En un pequeño pueblo al norte de lo desconocido, aun queda un pequeño reducto de incombustibles caballeros forjados a la antigua usanza, románticos en sus sentimientos, nobles en sus formas, pasionales en sus actos, decididos en sus momentos...
Viven la vida, disfrutan de cada uno de sus segundos, y luchan por lo que creen y lo defienden. Viven lo que sienten, y sienten lo que viven, convirtiendo en inolvidable cualquier punto de luz en este mundo de frío y silencio.
Han combatido en miles de batallas, a ciegas en la mitad de ellas o con un ojo vendado en la otra mitad, con el tiempo mermando su poderio, con universos en su contra, pero siempre viendo la victoria como punto final de su camino.
Yo he decidido, he osado, he hablado, he dicho, he sentido, he vivido, he luchado, te he deseado, y te he odiado. No voy a cambiar mi manera de ver la vida, porque yo pertenezco a ese pueblo.
Que te vaya bien.
