Incierto Destino [Finalizada]

Capítulo25: Historia retorcida

Liam

Mi madre siempre me dice que la ira no es buena. Que el enojo no te lleva a nada y solo te destruye a ti mismo. Reconozco que siempre fui impulsivo, me irrito demasiado rápido y mi primera reacción son los golpes, y debo admitir que odio esta parte de mí que no puedo controlar. Este es uno de esos momentos. Siento que mi corazón bombea la sangre por mis venas más rápido de lo normal, la ira y el enojo que siento en estos momentos me pueden cegar y cometer una locura.

Al llegar a mi destino no me molesto en llamar a la puerta, tres patadas y cae abajo el pedazo de madera.

—¿Dónde está?—ni siquiera me molesto en tratar de sonar calmado

—¿Te quitaron un juguete , Longworth?.

—No estoy para tus preguntas en intento fallido de sarcasmo, Zeta—le digo al moreno—¿Dónde está la basura de Waller? No me hagas repetirlo.

—Guárdate tus agallas de niño resentido—escucho su voz y mi genio solo aumenta—Ya estoy aquí, Longworth Junior

—Maldito hijo de la gran puta—murmuro entre dientes antes de acercarme a él y proporcionarle un buen golpe en el pómulo que lo hace retroceder.

Intento volver a golpearlo pero uno de sus hombres me sujeta no por mucho tiempo puesto que me giro y lo golpeo fuerte.

—¿Acabas de golpearme?—Zeta toca su pómulo.

—Esto no es contigo, imbécil.

—Me parece que vienes muy subido de tono, Longworth—Beta se acerca, intenta darme un golpe pero la voz de Igor lo detiene.

—Salgan—les da una mirada rápida—Los dos. Déjenme solo con Liam.

—Pero, jefe...

—¡Que se larguen!—ambos matones se miran y asienten para salir de la vieja bodega.—Se te ha vuelto rutina golpearme.

—Y voy a matarte maldito—lo amenazo—Juro que lo haré.

Tomo el cuello de su camisa y lo golpeo, tengo tanta rabia, tanta impotencia. Soy consciente de que le pego fuerte, de que está en el suelo y su rostro está sangrando pero no me importa, nada se compara con la mierda que le hizo a los Williams, de que casi mata a Erin, de que el local está hecho mierda y de que mi chica esté llorando.

Lo siento mamá pero esta vez no puedo tomar tu consejo.

Observo como la escoria debajo de mí comienza a reír y mi sangre hierve, su simple respiración ya me tiene harto.

—¿Lo ves, Longworth Junior?. ¿Ves como todos somos débiles cuando se trata de la mujer que amamos?—su risa aumenta y la impotencia dentro de mí también.

Suelto el cuello de su camisa dándole un empujón. Me levanto del suelo y paso mis manos por mi rostro.

—Estoy harto de ti. Harto de toda tu mierda. ¡¿Qué es lo que quieres de mí?! ¡¿Qué carajos quieres?! ¡¿Acabar con mi vida?!

Igor ni se molesta en levantarse, solo se sienta y se recuesta en la pared detrás de él, observo su rostro y no me arrepiento de haberle dado tantos golpes.

—¿Alguna vez te has preguntado por qué no tomo represalias contra tu madre?—pregunta y lo miro confundido—Caes fácil en mis amenazas pero en este tiempo no he hecho nada contra ella, nunca la he tocado.

Me quedo callado analizando sus preguntas, nunca había pensado en eso. Siempre he estado muy tenso con todo este asunto, no le tengo miedo a Waller pero cuando se trata de mi madre, le tengo miedo a todo.

—¿A qué te refieres?

—A pesar de ser la mujer perfecta:  Hermosa, trabajadora, dedicada a su familia, tu padre nunca amó a Lowanna. 

—No entiendo que tiene que ver eso con tus mierdas, Waller.

El hombre ríe y se levanta con dificultad quedándose a una distancia prudente de mí—Créeme que tiene mucho que ver, Longworth. Tu padre sólo era un maldito desgraciado que arruinó la vida de las personas a su alrededor, incluyendo la tuya.

—Mi vida la arruinaste tú maldito infeliz—lo acuso.

—Tu padre era débil—dice, no se cuantas veces me ha repetido eso—Y me quitó lo único que en realidad valía la pena para mí—hace una pausa, su voz está cargada de mucho odio y rencor—Me quitó a la mujer que amaba.

—No se de que me hablas, y no pienso...—me interrumpe.

—La madre de tu hermana—su sola mención me revuelve el estómago,—La historia que conoces es pura facha de tu padre para tapar un poco lo que hizo.

—La madre de Amanda era una...

—Ni te atrevas a decirlo—me interrumpe,—Ella no era eso que tú piensas. Tu padre simplemente te inventó la historia más fácil para él y estoy seguro que tu madre se la tragó fácilmente. Pero ustedes no saben lo que en realidad pasó, Liam. Ni siquiera te imaginas.

—No voy a permitir que inventes mierdas de mi padre—lo señalo—Se que no era el mejor hombre del mundo, pero era mi padre—recalco.

—Jace Longworth comenzó a trabajar para mí cuando tenías 7 años.—comienza—Es cierto que tenía un contrato muy bueno en Ohio pero caducó, se quedó sin ese trabajo y entonces nos conocimos por medio de un amigo en común. Tu padre era buen mensajero, no contradecía mis órdenes. Jace me caía bien—se encoge de hombros—Hasta que se metió con mi mujer. Tuvieron un romance clandestino hasta que salió embarazada y enloquecí. Soy infértil y era imposible que ese bebé fuera mío. Quería matar a tu padre, pero ella me imploró que no, que tomara su vida si era necesaria pero que no tocara a Jace—ríe amargamente—Yo estaba tan locamente enamorado que ni siquiera refuté, ella lo amaba y yo la amaba a ella, ridículamente estúpido ¿no?

Me quedo callado y trago grueso, estoy demasiado desconcertado.

Igor parece perdido en sus pensamientos, como si su mente estuviese reviviendo todo—Le pedí a tu padre de buena manera que se alejara, debía separarlos como sea porque ella era mía. Jace regresó a Australia para separarse de Lowanna con la excusa de que no podía mirarla a la cara ante su traición, haciéndose el hombre perfecto—ríe sarcásticamente—Los separé, Liam, le entregué la niña a tu padre cuando te llevó a rastras para Estados Unidos, le advertí que no se acercara a...Annie—por primera vez menciona el nombre de esa mujer y es como si su garganta quemara—Ella se suicidó y me volví tan loco que...

—Que mataste a mi hermana y a mi padre—completo, estoy anonadado y aturdido—No es excusa, yo...no te creo nada. Todo esto es mentira. Es una puta mentira que te has inventado. No caeré Waller, no voy a caer en esto, no esta vez.—recupero la noción del tiempo y le hablo con voz firme—Voy a perder los estribos la próxima vez que te metas con alguno de los míos.

—¿Qué harás? ¿Demandarme?. Sabes que no puedes hacerlo porque si yo caigo, tú caes, Longworth.

—No me va a importar.

No me importa ir a la cárcel con tal de que este imbécil no haga más daño.

—Métetelo en la cabeza: Déjame en paz.

Doy media vuelta dispuesto a irme pero su voz me detiene—Te daré la prueba que necesitas para probarte que digo la verdad. Tu padre...

Lo interrumpo—Mi padre cometió el error de provocarte. Pero para mí, sigues siendo el culpable de toda esta mierda.

Dicho esto me marcho de ese lugar con la cabeza echa un lío. Tengo muchas dudas, muchas teorías, muchos pensamientos. Pero lo principal, le ruego a Dios para que papá si se haya acostado con una prostituta que dejó a su bebé en la puerta de su residencia y que toda esa historia retorcida de Waller sea pura mentira.

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Por Dios Santo.

Ese hombre me da miedo ÷_÷