Día 1

656 63 15
                                    

Xeno siempre estuvo orgulloso de su inteligencia y la capacidad que tenía en obtener las cosas, siempre todo le resultaba más fácil si se enfocaba en su objetivo sin tener ningún tipo de distracción.

Evitaba entrar en los círculos sociales por dos razones:

1) Evitar escuchar a las personas estúpidas.

2) No caer en la presión social y tener que llevarse bien con todos.

Para él siempre fue más importante su trabajo y sus metas, era un idea fija que tenía fija junto con su mejor amigo. Xeno sonríe al recordar a su amigo Stanley, el único ser humano que valía la pena en ese mundo de hipócritas.

Lástima que su amigo prefirió ir al ejército y servir a las fuerzas especiales, aunque si lo pensaba bien no era tan malo si Stanley lograba subir a un puesto bien alto y juntos gobernar el mundo.

Conocía a su amigo a la perfección y sabía lo buen estratega que era, si Stanley quería ser el mejor lo conseguiría, su amigo de la infancia siempre obtenía lo que deseaba.

Ya lo quería volver a ver y saber como estaba, lo bueno es que faltaba poco para eso. Porqué aunque fuera en contra de su voluntad, había una fiesta donde miembros del ejército iban asistir y su mejor amigo estaría entre ellos.
************

Xeno primera vez en su vida que no pensaba en nada, solo podía ver lo guapo y elegante que se veía su amigo. Como el uniforme le quedaba bien en su agraciado cuerpo y como le sonreía cuando noto su presencia.

Pero tenía que admitir que le daba curiosidad sabee algo, ¿por qué estaba usando maquillaje?

— ¿Desde cuando usas labial?  —pregunta Xeno cuando vio a Stanley con dos copas de champagne en la mano, una era para él.

El científico la acepto con una sonrisa, mientras que su amigo le sonreía.

— ¿Así es como me saludas después de tener años sin vernos? — pregunta Stanley con esa suavidad y elegancia pque lo caracterizaba.

— Me sorprendiste, sabías que el primer labial se invento en el siglo X, en el medio oriente. Por el cosmotologo árabe Abu al Qasim al Zahrawi, decían que era tenía forma de una crayón y estaba envuelto en seda, demasiado delicado y no era fácil su transportación. También dicen que se creaba por compuesto de plantas y cera de abeja, aunque también usaban ingredientes tóxicos como el plomo y el bermellón.

— ¿Xeno?

El científico dejó de hablar cuando su amigo lo llamó — ¿Si?

— Son demasiadas palabras, mejor vamos a tomar algo o vemos el jardín. ¿Al menos que quieras poner aprueba la inteligencia de las personas?

Xeno mira a los demás invitados y solo le responde —No, a simple vista se ven que son unos simple simios sin cerebro. Prefiero hablar contigos.

Stanley sonríe y asiente, salen de ese lugar llenos de hipócrita.

Cuando están afuera, ve como Stanley saca un cigarrillo y lo enciende. Antes lo hubiera regañado, pero sus movimiento a fumar eran tan elegante que lo tenía hechizado.

Espera que Stanley termine su cigarro y mira las estrellas, tan hermosas como siempre y tan lejanas para la palma de sus manos.

— Me contarás porque el cigarrillo — pregunta Xeno mirándolo, pero se sorprende al ver los ojos verde de Stanly tan cerca de él.

— Para marcar territorio — responde él.

Xeno le quería preguntar a que se refería, cuando recibe un beso en los labios. Al principio se sorprende, para después cerrar los ojos y aceptar ese elegante detalle.

— Yo también te extraño Xeno.

El científico sonríe y mete las manos en sus bolsillos — Me alegra saberlo mi querido Stanley.

StanXeno weekOù les histoires vivent. Découvrez maintenant