Never Ending Summer |NaruSasu|

La historia de un verano

Habían pasado un verano de lo más maravilloso.

Susurrando memorias que serían recuerdos para siempre.

Ninguno había imaginado que iba a conocer a la persona que marcaría su corazón.

Se conocieron en la playa, una manera poco peculiar...

Naruto Uzumaki tenia cierta curiosidad por aquel chico que estaba en la playa mitad de la noche, su curiosidad pudo más aquella madrugada cuando decidió ir a ver qué ocurría.Era extraño que una persona permaneciera tanto tiempo ahí, tomo sus cosas y salió cuidadosamente de la habitación, todas las habitaciones estaban en total silencio.

Caminó directo a la playa, acercándose al azabache que estaba escribiendo algo aparentemente importante en la arena.

— ¿Hola? — se quedó a una distancia algo considerable, ni sabía que es lo que le pasaba, durante días lo había visto únicamente por las noches y desaparecía cuando daban las seis de la mañana.

El chico de piel nivea y ojos negros al igual que su cabello solo volteo a verlo, con una expresión melancólica, sin decir palabra alguna miro hacia el mar, tragando saliva.

— ¿Tienes algo? — insistió el rubio sentándose junto a él mirando en la misma dirección, eran pasadas las dos de la madrugada, así que todo estaba desolado y completamente en silencio.

— Quiero ir a casa — murmuro después de un largo silencio el azabache, escondiéndose entre sus rodillas.

— Yo también quiero ir a casa, pero me gusta mucho la playa ttebayo — volteo a verlo con una sonrisa, notando de inmediato su expresión — ¿Puedo ayudarte en algo? — pregunto una vez más acariciando su cabello.

— Quédate conmigo — no puso demasiada resistencia en cuando a exponerse de una manera frágil frente a ese chico que estaba viendo por primera vez.

— Me quedaré contigo — susurró el rubio pasando y mano por el hombro de ese azabache, parecía estar pasándola mal, tanto como para haberle pedido eso.

Las noches siguientes las pasó junto a ese muchacho misterioso, se llamaba Sasuke y estaba ahí por sus padres, había ido sólo, así que no tenía compañía.

La razón por la que estaba en la playa por las noches aún era un completo misterio, sin así nunca lo juzgó.

Caminaban por la playa mientras Sasuke susurraba unas cuantas palabras, un poco incomprensibles para Naruto.

— Naruto ¿Te puedes quedar conmigo? — pregunto recogiendo una pequeña estrella de mar, dejándola a la irilla del mar.

— Sasuke... Me gustaría quedarme contigo pero en unos días me tendré que ir — le respondió algo culpable, adoraba hablar y pasar el tiempo con Sasuke.

— Lo entiendo — volvió al rubio y tomo su mano entrelazandola con la suya mientras continuaban esa silenciosa caminata por la orilla del mar, sin nada más que el sonido de las olas golpeando la costa.

Sería muy apresurado susurrar unas cuantas palabras de amor contra la piel del otro, sin embargo para ambos fue completamente imposible.

A pesar de haber estado juntos tan tomo un par de días, esto fue más que suficiente para lograr que ambos desarrollarán sentimientos más allá que cualquier cosa por el otro.

— ¿Puedes darme algo para no olvidarte? — preguntó aferrandose a su mano con fuerza.

— Darte algo — se quedó pensando durante un momento antes de mirar hacia el hotel y sonreír 

— Ya sé vamos por aquí — jalo de su mano caminando con el azabache hacia el hotel, llevandolo a su habitación.

No sabia como lo iba a tomar a decir verdad, mentiria si dijera que no estaba nervioso, nunca habia ido con Sasuke a su habitación, esperaba que no lo tachara de degenerado, es decir, apenas y se conocian hasta hace una semana, quizá un poco más.

Tomó al Uchiha y lo sentó en la cama — No sé como lo tomes, pero bueno es que tu, ya sabes — se rasco la nuca un poco.

— ¿Vamos a hacerlo cierto? — preguntó sin rodeos, sabia la razon del porque, quizá lo que le habia pedido se podia malinterpretar y ahora estaban en esa situación.

No importaba, nada importaba ahora, solo se dejarian llevar, ambos se entregaron al otro, en completo silencio, sus latidos fueron más que suficiente para saber lo que sentia el otro, susurrando palabras de amor infinito al otro.

El toque se sus respiraciones agitadas, la pasión que emanaba en el aire, la atmosfera que se experimentaba en ese momento de completa extasis para ambos jóvenes, aquellos que tenian toda una vida por delante.

Los dias siguientes fueron pasando, ambos habian tenido una conexión mucho mayor, cuando el dia en el que Naruto tendría que volver, fue dificil la separación, pero se convertiría en una historia de verano de dos partes.

Sasuke lo acompañó hasta el aeropuerto, fue la ultima vez que lo vio ese verano — Tú te tienes que ir — susurró mirando como aquel avión, se elevaba con dirección a un nuevo destino, los días se volvieron monotomos, parecia lo mismo.

— Hasta luego — sonrió melancólicamente el rubio mirando el cielo despejado en tonos naranjas y azules a través de esa ventana.

Aun permanecía aquella sensación del ultimo abrazo que se dieron aquel dia, estaban conectados, admirando la luna y el sol al mismo tiempo.

Fueron maravillosas memoras, un verano que desearían que hubiera sido interminable.

Fue en un encuentro nocturno donde se conocieron, como si hubiera sido en una habitación hecha de arena.

Solo ellos, susurrando memorias, la historia de ambos, en una playa dorada, el choque de sus cuerpos mojados.

Era amor a pesar de todo, que se formó cuando ambos contemplaban el mar.Incluso si llega octubre, el verano nunca terminó, el contacto entre ambos se perdió, sin embargo, siempre hubo un recuerdo de Naruto en la vida de Sasuke, la pequeña niña rubia que jugaba en el patio trasero todos los días, era la viva imagen que nunca olvidaría de ese chico, su amor juvenil de verano.

Tuvo ganas de volver, darse una oportunidad, prometió conservar y mirar de nuevo a ese chico azabache, sin importar el flujo del tiempo, para que ambos se acompañaran como aquella vez, durmiendo a su lado en la playa.

El atardecer de la playa siempre reflejaba la puesta del sol, no eran más unos chicos, ambos guardaban gratos recuerdos de sus rostros, esperando encontrarse por casualidad como aquella noche.

—Fue la historia de nosotros dos...