Sigue la historia de esta pastora alemana de raza pura de Beverly Hills que vive entre los mejores lujos que otros perros quisieran tener, lo que más quiere en la vida es su dueña Vivian y su hermana Chihuahua Chloe , pero un día todo eso cambia en...
En la más hermosa cuidad de Beverly Hills el cielo estaba soleado y despejado, los grandes edificios con las glamourosas tiendas de ropa y accesorios de todo tipo eran recorridos por personas y mascotas comprando o paseando por ellas.
Mientras en una gran mansión de más de tres metros con un gran jardín con hermosas flores y arbustos bien cortados, estatuas y fuentes cómo decoración se encontraba una canina durmiendo en una glamorosa cama grande con sombrilla a un lado de una piscina disfrutando del sol.
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( una idea de como se ve)
Cuando fue interrumpido por una pequeña Chihuahua del mismo pelaje blanco y suave pelaje como la canina mayor con ojos café oscuro, que llevaba un collar con pequeños diamantes reales cristalinos al rededor de su cuello.
"Vamos Ducks, llegaremos tardé a nuestras compras"- dijo la pequeña Chihuahua mientras le insistía en despertarle.
Cuando la canina abrió sus ojos se encontró mirando a su hermana Chloe para poner una leve sonrisa mientras me estiraba para Inicia a caminar.
"Chloe no llegaremos tardé porqué ellos son los que nos tienen que esperar no nosotras"- le dijo mientras entraba a la mansión con chloe a un lado de ella.
"Eso es cierto ellos son los que nos tienen que esperar"- dijo asintiendo de acuerdo con las palabras de su hermana.
Cuando entraron ambas escucharon los pasos de alguien bajando por las escaleras mirando que era su dueña poniéndose sus aretes haciéndola mirar hacia sus dos mascotas con gran alegría.
"Cómo amanecieron mis dos hermosos ángeles"- les dice su dueña Vi mientras se agachaba, ella era una grandiosa dueña la verdad consintiendolas muchísimo y tratandolas como si fueran sus hijas de verdad.
Chloe y Ducks respondieron dandole muchísimas lamidas como cariño mientras Vi les acariciaba y era lo que más les gustaba.
"Bueno mis ángeles vayamos a desayunar que después iremos al spa"- dice la mujer mientras se levantaba llendo al comedor con las chicas al lado de ella mientras una sirvienta entregaba una carpeta a Vi.
"Estas lista para el mejor día en el spa- le dice Ducks a Chloe mientras me ponía en mi lugar para comer la mejor comida del mundo.
"¡SI! Ya quiero ir" - dijo chloe feliz, para luego mirar que nuestro chef personal nos servía nuestro platillo.
"Bon appetit señoritas"- dice el chef poniendo nuestros platos enfrente de nosotras.
Chloe y yo empezamos a comer con moderación mientras estábamos platicando de adónde íbamos y hacer en este día de salida.
"Después de salir al Spa iremos a Dog Boutiques es la mejor tienda canina en moda"- dijo Chloe entusiasmada por ir y es verdad era la mejor boutique canina.
Le iva a decir algo a chloe pero fui interrumpida por nuestra dueña Vi qué ya estaba lista para ir al spa con nosotras.
"Bueno mis queridas bebes vamos"- dice ella agarrando su bolso de diseñador y llendo ala puerta de entrada con nosotras siguiéndole mientras se detiene para ponerme mi collar.
Mi collar era una cadena hermosa de diamantes parecida a la de chloe y fue uno de los primeros diseños que diseñó Vi para mí.
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Cuándo ya lo tenía puesto salimos para esperar que llegara el chófer que traía un auto negro que era del año, el chófer nos abre la puerta para que entremos.
Cuando la grandes rejas que rodeaban la mansión se abrieron pasábamos por otras casas que estaban en nuestra sona que era una villa exclusiva para millonarios y ricachones.
Ya saliendo de la villa nos estábamos paseando por las más gloriosas calles de Beverly Hills, el auto se detiene a un una cuadra del spa y Vi tomaba a cñChloe metiendola en su bolso mientras a mí me ponía la correa para luego salir del auto con nosotras y recorrer las calles para llegar al spa.
Mientras caminábamos muchos perros con sus dueños nos miraban a mi y a Chloe, yo caminaba como si de una pasarela se tratara para que admiraran mi belleza y Chloe presumía como la llevaban.
Y pasábamos por las puertas del spa mientras nos la abrían.
