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"Hemos llegado a su destino. Estación central de Seúl, por favor abandonar el tren con cuidado"

Jungkook abrió sus ojos de a poco mientras escuchaba la voz de la mujer robot por el parlante. Se estiró en su asiento provocando que un par de huesos traquearan. ¿En qué momento se quedó dormido?

El tren se detuvo por completo y agarró su maleta a la vez que se colgaba la mochila en el hombro. Se supone que un chico lo estaría esperando para llevarlo a Dios sabe donde, pero si esa persona era conocida de su madre podía confiar ¿No?

Apenas bajó del tren la brisa de Febrero le golpeó el rostro con fuerza. Su cuerpo se estremeció por el frío, pues la camisa negra y sus Jeans no le hacían justicia a su cuerpo. Jungkook frunció el ceño al ver a un chico rubio, al parecer de su edad, con un cartel blanco donde tenía escrito su nombre con una letra bastante fea, por cierto.

Ese debía ser el hijo de la supuesta Soojin. Arrastró la maleta consigo y se paró frente al chico apenas estuvo cerca, notando también que era unos centímetros más alto que él.

-Lo siento, no tengo dinero.- dijo el muchacho. Jungkook rodó los ojos.

-Soy Jungkook.-apenas dijo esto, el rubio volteó para mirarle con sus ojos abiertos. Las mejillas se le tornaron de un tono rosa y su agarre en el cartel se intensificó.

-Oh...- murmuró bajito-. Lo siento mucho.- apretó sus labios sintiendo la vergüenza recorrerle todo el cuerpo-. Mi nombre es Park Jimin.- Jungkook asintió sin darle mucha importancia. Jimin lo miró perplejo. ¿Qué tipo de educación le habían dado a ese chico?

-Como sea ¿A dónde iremos?

Jimin tuvo muchas ganas de mandarlo a la mierda y dejarlo solo en la estación de trenes. Aún podía y le diría a su madre como excusa que el tren nunca llegó.

-Claramente, a mi casa, por algo vine a recogerte.- sacó las llaves del auto de su bolsillo trasero y presionó el botón desbloqueando las puertas-. Asegúrate de no ensuciar nada o mamá me matará.

Metió la maleta en la parte trasera y luego se subió en el lugar del copiloto recibiendo una mirada de reproche cuando cerró la puerta con demasiada fuerza. Jungkook nunca había salido de Busan, por si no quedó lo suficientemente claro. La única vez que lo consideró fue una noche que estaba en la casa de Seokjin y ambos hablaron sobre hacer un viaje juntos para conocer lugares de Corea que ni ellos sabían que existían.

Las capitales siempre eran más movidas y ajetreadas que las provincias o ciudades. A pesar de que Busan era una de las ciudades más grandes y con una gran población, era bastante tranquila.

«Me gustaría estudiar en Seúl. Pero lastimosamente no pude conseguir la beca» Jungkook se sintió como la mierda, de nuevo, ante el recuerdo. Seokjin quería estudiar en la capital; y allí estaba él, pasando por las calles de Seúl mientras que su novio estaba a tres metros bajo tierra.

Si tan solo pudiera...

-Llegamos.- Jimin detuvo el auto frente a una casa blanca de dos pisos. Linda y sencilla-. Llevaré tu equipaje a tu habitación.

-¿Disculpa? ¿Mi habitación?

-Sí ¿Tu madre no te lo dijo?

-Eh...¿No?- su ceño se frunció y bajó del auto cuando Jimin lo hizo.

-Este será tu hogar por mucho tiempo Jungkook, bueno o hasta que decidas irte.- se encogió de hombros bajando la maleta bajo la intensa mirada de Jeon-. La señora Jeon quiere asegurarse de que vayas a tus terapias y no huyas.- Jimin dijo esto último sin importancia. Él no sabía porqué el hijo de la amiga de su mamá tenía que ir a terapia.

STARCHILD | KTH&JJK Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora