Black Mask |Finalizado|

Capitulo 1. El amor no es lo que parece.

Quisiera ser tu todo... Tu consuelo en momentos de tristeza, tu compañía en la soledad, tu pañuelo entre las lágrimas, ser capaz de aligerar el peso de tu corazón y cargar los pecados que llevas encima; pero no, debo resignarme a solo tenerte un par de horas para después fingir que somos amigos, adultos sensatos y de moral intachable. 

- ¡Rápido Asta! A ese paso no podrás alcanzarme y el dulce será mío.

-No me rendiré, Noelle. Ese dulce será mío.

- (Se cae) ¡Auch!

- ¡Noelle! (En cuclillas) ¿Te encuentras bien?

-Si, pero el dulce se fue por la coladera.

-Que mal...

-(Ríe) Y tanto que peleábamos por él.

-(Ríe) Es verdad.

- ¡Noelle! Es hora de comer.

-Voy, mamá.

-Recuerda que mañana debemos ir a casa del señor Owen y buscar el tesoro.

-Si. Nos vemos mañana, Asta.

- ¡Noelle! (Toma su mano) Mira tú ropa, vamos a darte un baño antes de que comas.

-Si, mamá.

-Bien, en cuanto encontremos el tesoro le pediré que seamos novios de mentiras.

- ¡Asta! Al fin te encuentro.

- ¿Qué sucede, Yuno?

-Tu madre lleva rato buscándote, se veía algo triste.

- ¿Será que el doctor la hizo llorar? (Corre) Vamos a ver.

-Si. ¿Y Noelle?

-Se fue a casa.

-Oh... ¿Piensas pedirle que jueguen a los novios?

- (Leve sonrojo) Si.

Esas épocas que amaba Asta, donde podía jugar con Noelle y Yuno hasta el atardecer. Donde la inocencia predominaba en su corazón, no podía ser más que perfecto para él. 

-Entonces, ¿se irán a España por una temporada?

-El doctor me dijo que debía comenzar el tratamiento lo antes posible.

- ¿Y no podrías hacerlo aquí?

-Dice que hay un especialista que ha tratado este tipo de enfermedades de manera efectiva.

-Entiendo...

-Tengo mucho miedo, Asta aun es un niño y si algo me pasa, él...

- (Toma sus manos) Licita, confía en que todo saldrá bien y que estaremos para ver a nuestros hijos graduados de la universidad.

-Gracias por tus palabras, Acier. Tienes razón, lucharé para estar más tiempo con Asta y con las personas que más estimo.

- (La abraza) Nos veremos pronto, Licita.

- ¡Asta! Es hora.

-Déjalos que se despidan, quien sabe cuándo volverán a verse.

-Es verdad.

-Señora, sus boletos de avión.

-Te lo agradezco, Yami. Te encargo la casa, la empresa y a Asta de ser necesario.

-Si, no se preocupe.

-(Llorando) No vayas a olvidarme, Asta.

-Jamás lo haré, Noelle.