14. Me la cogí, todos cometemos errores

128K 9.7K 41.6K
                                    

Primero que nada: me levanté doblemente loca, así que doblemente hetero el que no comente.

Segundo: bienvenidos otro viernes homosexual, favor pasar su tarjeta de acceso 💳

Tercero: Lea lento, con cuidado que el cap está más caliente que Honne. Sóplele antes por favor. 

Honne

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Honne.

—Entonces, ¿Qué hiciste con ella? —cuestionó Vero.

—La cogí, —admití apenada—. los humanos cometemos errores, mi defensa es muy linda.

—Concuerdo, es irresistible —cerró su laptop—. cógela y déjala por allá, que la gata no ensucie la oficina.

—Disculpa, no tiene niñera. Por cierto, tienes que dejar de usar modismos españoles, al menos cuando estemos en público que "coger" un animal es indecente.

Inspeccioné la revista digital para la cual hicimos unas fotos antes de viajar con Mar, podríamos ser polos opuestos, pero la química en como acariciaba mi mejilla o la naturaleza mía de sostenerla era bastante creíble.

Fue una de esas sesiones donde tuvimos que besarnos, ella tenía razón, se ve raro. No para las personas que nos vieran, sino nosotras, sabiendo el contexto.

—Mi anterior empleo me acostumbró a ello, —se encogió de hombros—. además, es un lindo recuerdo de que pude salir de Latinoamérica.

—¿Me recuerdas por qué carajos volviste?

—No quiero hablar de eso. —desvió la mirada.

Oh.

—Lo siento.

Sirvió otra taza de café, era tarde y la acompañaba en lo que el editor respondía así no muere de nervios, a Verónica solo le importaban tres cosas en esta vida: Ella misma, su trabajo y que no le rompan las pelotas.

—Háblame de ti, —me ofreció un bocadillo—. sé que hiciste la sesión de fotos con Astrohada en la revista musical, que grabaste el video y que estás en tu mejor momento ¿Qué tal?

—Horrendo —suspiré— llevo tres meses sin tocar un ser humano.

—¡Honne! —por poco escupió su comida de la risa—. Eso es mucho tiempo.

Asentí, en nuestros años trabajando juntas nos hicimos amigas íntimas, demasiado cercanas sin pudor a contarnos nada. Supuse que también tuvo que ver que nos conocimos en un club subido de tono y esos locales donde daban panchos gratis.

—Es que por el contrato ver a otras personas es lejano, con quienes estaba saliendo me dejaron de hablar —expliqué desanimada, hundiéndome en su sofá—. aunque da igual, con lo que ganó pronto podré ir a Europa a conseguir novia y novio millonarios.

—Querrás decir novia o novio.

—No, me expresé bien.

—Madre mía —bebió un largo trago—. me hace gracia que haya gente que crea que eso es actuado de ti, de igual manera, despreocúpate, de seguro el tiempo del contrato se te pasará volando.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora