Túnica

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El sonido de un portal ser abierto fue lo único que se escuchó en aquella sala. Unos pies esqueléticos tocaron la suave alfombra que se encontraba adornando en el medio de aquella habitación. Las nulas pupilas de aquel dios se movieron por el espacio, buscando a su amado, pero no lo encontró. En un movimiento de su guadaña el portal cerró y, alzando sus pies para empezar a flotar, fue en busca de aquel otro esqueleto con el que compartía morada.

Lo halló en aquel cuarto que usaban para dormir y otros fines, descansando sus maltratados brazos en el marco de una ventana que el guardián del multiverso había insistido en poner, a pesar de que el único panorama que había en ese lugar era la negrura pura. Tan enfocado estaba en encontrarlo que no fue sino hasta segundos después que notó que este usaba una de sus túnicas con permiso nulo. Rio para sus adentros y con falta de sonidos se acercó, solo para darle un abrazo de manera cariñosa haciendo que este pegue un brinco por la sorpresa.

— ¡R-Reaper! — el de cuenca derretida frunció el sueño de la molestia mientras miraba a su pareja — ¡Me asustaste! No hagas eso, bobo — lo reprendió

— ¿Disculpa? Yo debería ser el enojado por haberte descubierto usando mis túnicas sin permiso, no se revisan las cosas de las otras personas, Bae~ — lo regañó juguetonamente mientras le daba un pequeño toque en lo que era su "nariz" — Aunque ciertamente no podría enfadarme, te ves demasiado lindo usando mi ropa~ — ronroneó apegando su mejilla propia a la contraria y restregándose suavemente cual gato en busca de afecto

— No digas esas cosas vergonzosas — bufó avergonzado el menor poniéndose la capucha de la túnica para parar los cariños del mayor y volver hacia la ventana para apoyar sus brazos en el marco de este

No tardó en sentir como dos brazos se colaban bajo los suyos para rodear su cintura, siendo atraído ligeramente hacia el cuerpo del dios cuya cabeza dejó descansar en su hombro.

— ¿Cosas vergonzosas? Pero si es la verdad, cariño, luces demasiado lindo así~ — el dios metió su cabeza entre los pliegues de la capucha del de herida y la empezó a mover hasta quitarla del rostro de su amado, ahora con el paso libre, empezó a restregar su pómulo en contra de la de su semimuerto

— Eres un hostigoso — murmuró con una pequeña sonrisa el de cuenca derretida para voltear, librándose del agarre de Reaper, y apoyarse en la pared cruzándose de brazos solo para ser acorralado por los brazos de su amado

— Un hostigoso al que amas — le recordó sonriendo al ver la reacción esperada, un fuerte sonrojo en las mejillas del semimuerto. No pudo evitar soltar una pequeña risa y depositar un pequeño beso en su mejilla para ir bajando lentamente hasta llegar a su mandíbula donde no desaprovechó y plantó un corto beso muy cerca de la boca ajena a modo de provocación

— Sí, claro — respondió con burla, deshizo la anterior postura de sus brazos para alargar su mano hacia los cordones ajenos y así atraerlo hacia él logrando topar ambas bocas formando un beso

El de manos huecas no tardó en corresponder el beso que su amado le proporcionada, disfrutando el dulce sabor de la boca ajena. Sus brazos se cerraron abrazando la cintura contraria, obligando a que el menor tuviera que apegar su cuerpo al suyo, sin embargo, este no opuso resistencia y aquellos maltratados brazos, cubiertos por las mangas de una de sus túnicas, rodearon su cuello reforzando la cercanía que ya tenían.

Los pulgares del dios se empezaron a mover en pequeños círculos sobre la cintura del menor, causándole escalofríos placenteros que lo obligaban a soltar suspiros profundos, el más bajo amaba sentirse amado por quien era su novio de ya años y amaba que este se lo recordara cada día sin falta.

O bueno, casi.

El mayor se sentía en el cielo, la cara sonrojada y la mirada brillante de quien quería como futuro esposo era simplemente hermosa, su cuerpo adornado por un suéter rojo y su túnica le provocaban el deseo de verlo así más seguido, se veía maravilloso. Cada facción, cada gesto, los guardaba en su alma y ahí los atesoraba. Queriendo ver más de aquellas expresiones lo besó con intensidad, cambiando aquel casto beso en uno francés lleno de pasión.

[AFTERDEATH ONE-SHOT +18] TúnicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora