Juego y Peligro

ADELANTO Y ACLARACIONES

— Mire Calderón, si por algun motivo Dios no lo quiera, me toca echar a andar ese "plan" suyo de enamorar a vampirin a usted le va a tocar ir a ilusionar y ojalá a romperle el corazón al vampiro mayor — amenazó burlon un muy pasado de copas Armando. Aún no podía creer que la gran imaginación de su amigo solo le diera para condenarlo de esa forma tan absurda.

¿Acaso no le podía sobrevenir otro plan menos estrafalario, menos agobiante y hasta menos vil? No, en lo absoluto ¡que carajos podía esperar de él! Mario era experto en meterlo en cosas que jamás se le hubieran pasado por la mente y nunca admitiría en voz alta que la mayoría de las veces en las que le seguía la corriente terminaba divirtiéndose... pero esto si que no pintaba nada, ni una pizca de gracioso. Sonaba martirizante, terrible y moralmente dudoso como ninguna otra proeza del catálogo.

Sí, estaba totalmente de acuerdo en que la aprecia casi desde que la conoció, es su mano derecha en Ecomoda y ha demostrado ser confiable y leal desde lo de Karina Larsson. De ahí a que la vea como algo más que una empleada excepcional es imposible... si tuviera algo, aunque sea un mínimo atributo con que contentarse. Desafortunada (o afortunadamente) la ausencia de cualidades físicas en ella era tan notoria como su inteligencia.

Cuando supo que alguien y no cualquiera sino Nicolás Mora tenía una relación más allá de la amistad con ella, quedó pasmado. Según la misma Betty solo eran amigos, un simple compañero de la universidad que se encargaba de Terramoda mientras ella trabajaba para él ¿debió no creerle? Un leve sentimiento de traición reverberó cuando el hombre se apareció con tarjeta y todo para dar fe de ser el "gerente general de inversiones Terramoda" ahí la suspicacia comenzó a tornarse en una duda concreta.

Le importaba un bledo la vida personal de su asistente, en ninguna parte del contrato decía que conocer su vida al exterior de la oficina fuese primordial ni para él ni para nadie que no quisiera meter en ella. En retrospectiva si debería haber incluido una cláusula en caso de emergencia, algo así como "avisar antes de entablar cualquier noviazgo, relación amistosa ó familiar que atente contra los intereses de Ecomoda" contra sus intereses como presidente... ahora ese titulo no tenía peso al lado del poder de le otorgó en bandeja de plata.

Maldita sea, ¡Maldita sea! ¡¿que más podía hacer?! Si le pedía reversar el proceso de embargo, los bancos y acreedores les iban a caer encima haciéndolos pedazos ¡Ah! Pero si le pedía amablemente que le disminuyera el cargo a Nicolás estaría generando una animosidad innecesaria y peligrosa... ¡Dios! ¿Por qué no se le ocurría nada, era mucho pedir que lo iluminara para que se le ocurriera otro plan de respaldo?

Sin embargo si le tocaba semejante calvario no estaba dispuesto a asumirlo solo, claro que no.

Entre todo el licor y el mal sabor que dejó la "fascinante idea de Marito el genio" recordó una conversación no sabe si peor o igual de desagradable que esta. Una noche sin nada en particular entre anécdotas y palabras sin rumbo una bomba casi lo hace caer de bruces.

Desde hace siglos sabia de los gustos de su amigo, y si bien al principio le supuso un esfuerzo enorme aceptarlo a la final no quería perderlo por su aprensión. Conforme los años pasaron se volvió cada vez más natural que se contaran entre sí sus aventuras, hasta que Mario se sintió cómodo para descuidarse en ciertos detalles e inclusive decirle abiertamente que hombre le gustaba. Siendo franco no se esperaba que de entre la cantidad tan inimaginable de tipos en los que se podría fijar le interesara ese infeliz engreído.

"Con Daniel, sería interesante acostarse con el" una respuesta escueta y limpia con la que se arrepintió de la pregunta estúpida que le formuló. Entre la nebulosa de pensamientos se acordaba que fue algo como, con cual de los hombres que conocían intentaría hacer una movida. La curiosidad le jugó una mala pasada... una mala pasada que podía usar a su favor.