Una mujer en un bar | one shot

14 0 0
                                    


Me pregunto si hubiera sido lo mismo conocerla hace diez años en un parque a las tres de la tarde que hacerlo hace un año en un bar a las dos de mañana. Supongo que nunca lo sabré. Me quedo con lo que me dio y suspiro por tener más. Siempre es así con ella.

Se me acercó por cuenta propia en esa noche de mierda que había tenido. Era la despedida de soltero de mi hermano y eso significaba salir a tomar unas copas con él y sus amigos, ciertas personas que apenas soportaba. En un momento me acerqué a la barra y no resistí la idea de sentarme y finalmente escabullirme luego de un par de copas, supongo que ella no resistió la idea de acercarse y dar vuelta mi mundo. O simplemente estaba aburrida.

Nunca se sabe con ella. La añoro por eso.

Vi sus ojos y no pude evitar compararlos con el whisky que quemaba en mi garganta, sus labios regordetes tan brillantes por alguna mierda de maquillaje y sus mejillas rosadas por el calor de aquel asqueroso bar. Ella era una buena visión, estatura mediana, tetas algo más grandes que el promedio, piernas estilizadas y unas caderas que deseaba sostener con fuerza mientras me movía contra ella en la pista de baile. Simple. Solo una chica en un bar.

Soy un hombre, ser primitivo es el primer desliz de mi existencia.

Tomó asiento a mi lado y pidió un martini, su voz era suave y melodiosa, como si estuviera lista para conquistarme con una sola mirada y un susurro en mi oído. El corto vestido que llevaba puesto se subió por su muslo cuando cruzó sus piernas y no pude evitar barrer mi vista por aquella piel que parecía tan tersa.

—¿Te olvidas dónde se encuentran mis ojos? —ella chasqueó los dedos en frente de mis ojos y me centré una vez más en su mirada.

Las luces del lugar la apuntaban desde atrás, creando un halo divino a su alrededor por su espeso cabello lleno de rizos gruesos. Era perfecto para enredar la mano y tirar con fuerza.

Ella me tuvo en sus manos, físicamente, desde el primer momento.

—Miraría lo que fuera, cariño. —me incliné un poco hacia ella, una sonrisa bailando en mi rostro—. Siempre que seas tú.

Y así empezó.

...


Aquella noche la follé con fuerza en el baño del bar. Ella se corrió en mis dedos y luego en mi polla, me dejó marcas que duraron semanas y luego se arregló la ropa antes de guiñarme un ojo y desaparecer por el pasillo. Me quedé viendo la pared por unos minutos antes de moverme. Al final de la noche, siendo ella lo único memorable de la madrugada, saqué del bolsillo de mi pantalón un pequeño papel con un número anotado.

Recordé el arrastre de sus uñas por mi cuero cabelludo, sus pequeños gemidos en mi oído, lo bien que se sentía su cabello en mis manos mientras tiraba hacia atrás para dejar su cuello al descubierto... Me emborraché de los recuerdos de su persona.

Tres días después, le envié un mensaje. Nos reunimos en el mismo bar en una mesa pequeña, ambos un poco apartados en un rincón algo oscuro.

Hermione, su nombre era Hermione. No me dijo su apellido, algo acerca de ganármelo con el tiempo.

Ella parecía ese tipo de mujer por la que vale la pena querer jugar y hacer todo lo posible para ganar. Ese tipo de mujer que te hace cometer estupideces por ella para que cuando la mires al final, desde tu punto más bajo, lo único que recibas sea una débil sonrisa cargada de inocencia.

Mi brazo estaba apoyado en el respaldo de su silla y la escuchaba atentamente mientras ella hablaba. Las cosas parecían un poco apresuradas, algo como una cita, pero cuando tienes veintisiete años y te acercas de a poco hacia los putos treinta, el tiempo no es tu amigo ni tu aliado.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 31, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Una mujer en un bar | hermione x OCWhere stories live. Discover now