Marte

Sigo aquí, estancada, a la deriva.

No sé con exactitud cuánto tiempo llevo aquí, lo único seguro es que sé que este lugar no es bueno.

¿Cuándo fue que llegué aquí?

¿Cuándo fue que pase de ser una espectadora a ser parte de?

No recuerdo algo más allá de esta sensación de ahogo.

Porque me estoy ahogando.

Cada día, cada momento, cada instante de mi vida me ahogo en este planeta que no tiene una pizca de oxigeno para mi.

¿Será que este siempre fue mi destino?

¿Seré esta persona que no puede ir más allá de este mundo?

¿Algún día saldré de aquí?

Son demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.

Corrección, si hay respuestas.

Solo que soy demasiado cobarde para buscarlas.

Se que en algún momento seré lo suficientemente valiente para ir en busca de esas respuestas, y por ayuda, porque el poco oxígeno que traje de casa, que fue la última vez que estuve cómoda, se está acabando.

Cada día tengo menos de esa cosa tan vital para mi.

Cada día tengo menos tiempo.

Cada día cuenta.

Quiero salir de aquí, de verdad lo quiero, solo que..

No lo sé, creo que es algo que me impide seguir.

¿Será la gravedad?

Espero que no.

Si no, estaré estancada aquí toda mi vida, o al menos, hasta que se acabe ese aire tan necesario para mi cuerpo.

Oh Marte, todos hablan de ti, algunos te temen, otros te honran pero todos te evitan a toda costa.

Si supieran que el estar aquí no es por decisión propia.

Porque nadie querría estar en este lugar, donde cada día tienen menos aire, menos probabilidades, menos esperanza.

Todos los que estamos aquí hemos llegado sin aviso, sin advertencia, todos supimos solo un día que terminamos en este lugar y con solo cierta cantidad de oxígeno.

Algunos pocos se atreven a salir, a caminar, en busca de ayuda, o de alguien con un poco más de oxígeno que nos pueda sostener un rato, pero a fin de cuentas, todos caemos en algún punto.

Se dice por ahí que algunos sí han podido salir de este sitio, con problemas, pero han salido.

Nadie que esté aquí piensa que en algún momento se pueda en realidad, aunque lo anhelemos.

Oh Marte, ¿Saldre en algún momento de aquí?

¿Alguien vendrá a buscarme?

¿Alguien siquiera me recordará?

Espero que sí.

Oh Marte, creo que saldré en busca de alguien que me sostenga un rato, al menos, hasta que mi oxigeno termine.

Espero que cuando lo haga, encuentre esa calma tan aspirada que me quitaste desde hace tanto.