Prólogo

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Camino con pasos tambaleantes por el pasillo que lleva a la escalera del piso después de salir de la casa mis tacones resuenan en el piso de madera, creo que camino en piloto automático—bajo rápidamente a todo lo que mis pies dan, de repente siento que alguien hala mi brazo de manera brusca  y se de inmediato quien es—detente no hagas esto Brandon, vete con tu zorra y que ella haga lo que yo no hice, ya ni se que hice mal, soy tu esposa y créeme ¡¿no merecía nada de toda esta mierda?!—me aprieta el brazo, se que esta enojado pero yo lo estoy más con él, me causa más daño ahora si se puede siquiera el físico sumado a ello el emocional que cargo a cuestas, me ve como si fuera yo la maldita culpable—hago una mueca de dolor—el me observa con los ojos muy abiertos inyectados en sangre y creo ver arrepentimiento en ellos—Eloise no hables así de ella—siento que sus palabras me escuecen y mucho y creo saber porque —es porque aún lo amas con locura Eloise—pienso—y si, decido seguir haciéndolo ¿que harás?, ¡¿tu y esa puta pueden irse a la mierda?!—de un momento a otro me empuja contra la pared, siento como impacto contra la fría y dura pared tras soltarme con mucha brusquedad quedo junto a los  escalones en un ¡piz, pas!, un poco más y ruedo por ellos— se acerca a mi y me encierra con sus brazos apoyados en la pared me ve con ojos bien abiertos y furiosos, siento su aliento en mi rostro—viro a un lado mi rostro y sale de mi un quejido ha hecho que me truene la muñeca, espero no tener una fractura—eso parece sacarlo de el estado de troglodita en que se encuentra—lo veo y no se lo que veo este no es del hombre del que me enamore, al cual hace unos momentos quería darle una sorpresa porque ahora no tenía turno en la taberna de Brice hasta imagine nuestra noche, sentía que iba a ser especial pero nunca los planes salen como uno quiere y la sorprendida he sido yo—hablo con la voz un poco llorosa—¿qué has hecho tú con mi esposo! Este no lo es—una lagrima traicionera intenta salir de mi ojo derecho, me lo trago el nudo—lo empujó fuerte y salgo de su encierro—lo siento cariño,—extiende su mano a mi pero la baja al ver que yo me alejo mas de el—lo siento cariño —lo veo mal porque me dice asi—sacude su cabeza tratando de quizá ordenar sus ideas y sigue—podemos solucionarlo, no era mi intención lastimarte, además ella no importa, me ha visto vulnerable y falto de atención que no se que ha pasado, pero entiendeme estabas muy distante sabes cuanto te amo y te ne... —levantó mi mano para callarlo—lagrimas brotan de mis ojos traicioneros no puedo detenerlo—veo detenidamente hay quizá un atisbo de culpabilidad y arrepentimiento crudo y no puedo creer lo que acaba de decir, como hacerlo si aún esta en bóxer frente a mi y su cuerpo delator me muestra sus rasguños en sus pectorales aún rojos y un chupetón en el pegue de la clavícula y el cuello que es la prueba de su infidelidad y parece burlarse aún más de mi ante esa estampa—no quiero escuchar sabes por lo que acabo de pasar y no podía darte eso con la frecuencia que lo hacíamos antes Bran—me golpeó la cabeza mentalmente y me aclaró las ideas y sigo—la muerte de un ser querido no es una cosa que pasa así sin más y lo superas rápido pero no se que hago hablando contigo  aquí, mejor regresa hay alguien que te espera en nuestra cama—enfatizó esa última parte y prosigo—para seguir calentadola y a ti con ella—lo veo y algo parece encenderse en mi porque ahora entiendo que ha pasado en estos tres meses y lo digo no puedo callarmelo—ahora veo porque no ibas por mi como antes, ¡¿que idiota he sido?! Si, la misma idiota de siempre que fácil fue para ti disfrazar todo esto ¡ANDA VETE CON ELLA Y DÉJAME EN PAZ!, no se como pudiste ser tan cínico si hace dos días me hicistes el amor y me decías que ¡ME AMABAS!—grito de frustración y luego rio, si se que parezco una loca quizá en este momento pero quien no lo estaría si el me ha hecho daño—el me ve, taciturno parece que no tiene más que decir, le ha comido la lengua el ratón, sus ojos turqueza ahora están sin vida y creo que se acaba de dar cuenta del error que a cometido con lo nuestro—baja los hombros rendido, se pasa los dedos entre su cabello negro azabache despeinandolo más de lo que ya lo tiene—en ese momento a mi mente viene la escena que vi al entrar en nuestro apartamento, se reproducen como si fuese una maldita película, el desnudo en todo su esplendor mientras la zorra estaba inclinada con las tetas contra la mesada de la cocina, mi cocina y de mi marido—arrugó la cara solo de recordar—en la misma mesa que me ha hecho el amor a mí tantas veces—en ese momento sentí como si yo estuviera fuera de mi cuerpo y estuviera viéndome a mí verlos a ellos en esa situación y pues de la impresión bote todos los comprados y la botella de vino cabernet sauvignon estalló al impactar contra el suelo y eso los saco de su bella escena erótica—escupo sarcasmo claro está—Brandon esto es el final, lo sabes verdad, ¡QUIERO EL MALDITO DIVORCIO, CUANTO ANTES MEJOR, NO PUEDO ESTAR CON ALGUIEN QUE ENGAÑA CUANDO DICE AMARME!—se acerca a mi y se que intenta detenerme para explicarme más, pero no se lo permitíre, ya hablo lo suficiente y presencié esa escena que vale más que mil palabras, no vale ninguna explicación—giro viéndolo parado como un pasmarote—agarro fuerzas de donde no las tengo y bajo rápidamente teniendome la mano y agarro el pomo de la puerta de la entrada con mi otra mano.

Salgo al exterior, la ventisca fría de diciembre me golpea en la cara—tomó una bocanada de aire, ya que siento que me asfixio, personas van cruzando la calle en esta noche, ajenas completamente a mi dolor, resumiendolo en una sola palabra Traición —aún no puedo creer que me hiciera eso, como pudo si quiera dañarme de esta manera y ella, no me lo puedo creer, en serio hay algo que no encaja aquí, pero no quiero pensar en nada, se pueden ir ambos al diablo entre más lejos de mi vista mejor —que les aproveche—lo amo claro y mucho aún, mentiría si digo lo contrario hemos sido muy felices pero no quise ver el cambio o estaba tan enfrascada en mi dolor que me mantuve distante pero eso no es justificante somos o eramos una pareja deberia haberlo hablado conmigo —que estúpida soy, como puedo amarlo así.

Quizá después de todo no merezco ni un pizca de felicidad en mi vida.

Emprendo mi camino a mi dulce hogar familiar, ya que mi hogar era donde Brandon se encontrará, dirijo mis pasos al porsche color melón—meto la llave en la puerta e ingreso en el, cierro la puerta y ingreso las llave y piso el acelerador y salgo en dirección a casa de mis padres, espero ellos entiendan, ellos son personas que jamás me dañaran, mi hermana está con su esposo en Vancouver y se que también ambos  darían la vida por mi y que estarán a mi lado, así mi vida se vaya en picada estarán ahí para mí o eso dice siempre mi madre, cuando ya me alejado del lugar unas calles abajo me permito a parquear y llorar, lloro por un amor perdido y por que jamás creí que ella me haría eso, eramos muy buenas amigas—sollozo por mi marido—escalofríos me recorren—me recupero y decido seguir mi camino luces iluminan la carretera y árboles a los costados decoran parte de la calzada, uno que otro sistema de riego automático se activa en los amplios jardines—al cabo de unos cuarenta y cinco minutos estoy aparcando en la entrada donde está la cochera de la familia Abbey-Harper—veo que alguien enciende una lamparrilla en la sala, una cortina es movida y al instante encienden la luz del porche—mi madre sale—salgo del vehículo y me encaminó a donde ella se encuentra ella me observa de arriba abajo, no traigo nada más mi cartera y las llaves, todas mis pertenencias están en casa y ahora pueden quedarse ahí después las recogeré o le pediré a Brice que me haga el favor de sacarlas por mi además de jefe es un buen amigo—suspiro—me centro en que estoy acá parada sin moverme y se asustara más mi madre al verme en este estado, así que camino donde ella se encuentra y está al instante me recibe con un abrazo acogedor y reconfortante al ver las lágrimas que escapan de mis ojos pardos—sabe que algo no va bien conmigo pero solo me aprieta contra ella y me frota la espalda —me alejo de ella—y veo angustia en su mirada de color azul igual que los ojos de mi hermana, yo en cambio tengo los ojos del tono de mi padre—cielo —niego con mi cabeza diciéndole con eso que ahora no quiero hablar, ella entiende y camino unos pasos para entrar a la sala ella me sigue de cerca, intento caminar lo más segura para que no note que me tiembla todo el cuerpo—pero pronto al cruzar el umbral de esta siento que luces centellantes y de muchos colores bailan en mis ojos —escucho a mi madre decir algo pero no entiendo que —y siento como la oscuridad me abraza ahora con fuerza...

La Valentía de EloiseTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang