Capítulo 07

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Capítulo 2/3 del día❤

«Felices los cuatro»

Arizona

Le temblaba desde el pelo hasta el tuétano. Sin embargo, Arizona hizo lo posible por no demostrarlo. Nicole estaba sentada en su silla de cuero y se colocó los lentes antes de sacar una carpeta amarilla de un cajón de su escritorio.

«Oh, no. Seguro tiene pruebas de todo» pensó. «Tonta, tonta, tonta. Es probable que haya escuchado todas mis conversaciones con Jesse y tenga material para despedirme sin darme siquiera carta de recomendación».

Aunque no supo para qué le serviría una carta de recomendación emitida por una compañía de entretenimiento sexual. No era como si quisiera buscar trabajo luego en la industria pornográfica.

Se castigó a sí misma por no haber sido más cuidadosa, por permitir que los sentimientos y la curiosidad hubieran sido más fuertes que ella. Además, si la despedían de la empresa ese día ¿cómo volvería a comunicarse con Jesse? Ahora que sabía que ambos vivían en Seattle estaba a tan solo unos pasos de encontrarlo.

«Adam. Piensa en tu novio. En el chico con el que te vas a mudar en enero. No deberías seguir pensando en uno que no conoces».

Tal vez el hecho de que la despidieran era una señal del destino para que se olvidara de él y así se enfocara al cien por ciento en su relación. No obstante, una partecita suya se lamentaba al saber que no volvería a escuchar su voz. Por no mencionar que su única fuente de ingresos estaba por desaparecer. No había encontrado trabajo más allá de LoveLine, y ya le debía mucho dinero a Mandy. ¿Qué demonios haría?

Sin mencionar que si se mudaba con Adam en enero, necesitaría hacer un depósito bastante grande de entrada... E incluso tendrían que comprar algunas cosas para la casa, como nevera o una cama de buena calidad para los dos.

Tantos pensamientos aturdieron a Arizona y, aunque pensó que había transcurrido una vida desde que Nicole la había interceptado en el pasillo, no habían pasado ni dos minutos.

—Estuve revisando tu desempeño, Arizona, tanto de la semana pasada como de esta. —Le mostró una hoja con datos y gráficos—. El veinte por ciento de los clientes te han llamado una segunda vez, y la mitad de estos, te han contactado en una tercera llamada. Además, tu puntuación en la aplicación es excelente y cada vez tienes más llamadas.

Ari no pudo respirar. ¿Acaso usaría la estrategia del sándwich? La vio en la universidad: se trataba de una forma educada de dar un feedback a otra persona sin herir sus sentimientos. Primero, se comenzaba con un halago hacia sus capacidades; luego, una observación sobre lo que estaba haciendo mal; y concluía con un nuevo cumplido.

Imaginó las palabras que usaría Nicole con ella: «Has mejorado cada día y logras fidelizar clientes. Sin embargo, has roto dos de las reglas que te expliqué y que son prioridad dentro de LoveLine por lo que tendré que dejarte ir. De todas formas, cualquier empresa sería afortunada de tenerte».

—He tenido suerte, la verdad —contestó—. La mayoría han sido amables y hasta divertidos. Han hecho de este trabajo algo ameno.

Nicole negó con la cabeza.

—En el mundo laboral no existe la suerte, Arizona, sino el esfuerzo y la competencia. Sé que llegaste a este trabajo porque no tenías otra opción, así que entiendo que estés aferrándote a él con todo lo que tienes. La buena noticia es que lo estás haciendo muy bien, al menos para ser una principiante.

—Gracias. —Le sonrió y escondió un mechón de pelo detrás de la oreja.

Nicole le generaba un poco de temor. Era una mujer con un carácter fuerte y no era el tipo de jefa que daba cumplidos a menos que alguien se los ganara; de hecho, algunos de sus compañeros hablaban mal de ella a sus espaldas. Arizona no pensaba ni bien ni mal, después de todo, solo estaba cumpliendo con su trabajo y si LoveLine estaba creciendo en Seattle y toda la costa oeste, quería decir que Nicole era buena en lo que hacía.

Al otro lado de la línea [EN PAPEL] [+18] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora