Prólogo

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El 4 de marzo de 1942 cayo un objeto volador no identificados a las afueras de Kansas, en un pequeño pueblo llamado Smallville

Veinte años después el superhéroes conocido como Superman aparecería y con el una ola de superhumanos, tanto héroes como villanos, a pesar de todos los reportes y entrevistas en las que estas existencias declaraban no interferir en ningún conflicto armado, era sabido que ellos eran piezas claves usadas por gobiernos para pelear en sus guerras, años después las peculiaridades y excentricidades de este grupo reducido se volvieron más y más comunes en la gente normal, resultado del gen llamado Metagen. Un gen evolutivo resultado de la respuesta biológica a situaciones de vida o muerte

Diciembre de 1981. A pesar de la primer generación de héroes que tenían valores muy claros sobre el bien y el mal y el que estos hayan sido inculcados a sus sucesores, la muerte de Superman a manos del proyecto Doomsday de Cadmus termino causando una revuelta en la que los viejos héroes perdieron por vejez, la guerrera volvió a su isla perdida en el océano Pacifico, el linterna volvió a las estrellas, el detective murió, el corredor se detuvo y el marciano simplemente desapareció

Poco a poco el mundo olvido a estos seres a los cuales una vez consideraron dioses, ahora no son ni siquiera una leyenda urbana. El mundo los olvidó 

 Ahora, 2 siglos después los superpoderes están presentes en el 80% de la población mundial, y debido a esto su potencial a sido diluido y perdido toda capacidad para volver a los humanos en dioses. Sin embargo, una esperanza a resurgido, una mancha azul vuela por la ciudad de Dagoba en Japón, tan veloz que nadie puede ver y los villanos solo saben que estuvo ahí, una vez que son atrapados, debido a esto el índice de criminalidad a disminuido al punto en el que los héroes actuales solo están como decoración en esta ciudad

— Eh terminado —comento un chico peliverde— ¿Alfred? 

— Aquí estoy 

Una voz ronca como la de un anciano sonó proveniente de todos lados resonaba en la enorme y oscura habitación

— ¿Porqué esta todo obscuro? —pregunto el joven pecosos— Enciende las luces

De pronto la habitación fue iluminada mostrando una enorme cueva con una computadora, un esqueleto de T-Rex y una moneda de 50 centavos, así mismo mostro al joven peliverde que vestía una camisa azul un símbolo de una "S" dentro de un diamante rojo, en su mano cargaba un casco de cuero con unos lentes de piloto integrados 

La computadora tenía frente suyo una silla, la cual estaba dándole la espalda al pecosos

— Ah, Sr Wayne que bueno que este aquí —menciono nervioso mirando a todos lados— Vera yo, ahm... Salí a pasear, si eso —comento con nervios y voz temblorosa— Ya sabe, practicar el vuelo ir de aquí a allá, cosas simples

— ¿En serio? —dijo una voz femenina fingiendo ser de hombre— ¿Así que tu eres Midoriya Izuku? —comento dando vuelta mostrando a una chica rubia vestida con un leotardo negro— 

— Tu no eres el Sr. Wayne —comento el pecoso señalando a la chica— 

—Y tu no eres Sherlock —comento sarcástica poniéndose de pie— 

— Joven Midoriya, permítame presentarle a Elizabeth Fox —comento la voz— El amo Jonnathan la envió 

— ¿Qué? ¿Porqué?  —pregunto confundido viendo el techo— ¿En dónde esta el Sr. Wayne?

Un breve silencio asusto al pecoso que con temor volteó a ver a la chica

— Así es, y yo soy algo así como su reemplazo, pequeño saltamontes —comento la joven— 

Legado de KryptonWhere stories live. Discover now