ᴇʟ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴅᴇ ᴇᴢʀᴀ© (GAY)

Prólogo

Odio los funerales.

Sobre todo cuando el muerto dentro del ataúd se supone que soy yo.

Pero no señores, no estoy muerto. Si como lo oyen. El chico dentro del aquél ataúd no soy yo.

Lo siento por todo los idiotas que se deseaban mi muerte, pero aún estoy vivo. Sorry not sorry.

Claro que nadie podía saberlo oh ahí si estaría muerto de verdad, para las personas Ezra Benson estaba muerto y bien refundido en el infierno. Para el mundo yo era Oliver Benson.

Y Sólo por si las dudas, es mi hermano gemelo el cual ocupa mi lugar y el que justo ahora está siendo enterrado y obviamente por el que nadie está llorando a excepción de mi pequeña hermana de nueve años y mis abuelos maternos. A decir verdad no vino mucha a gente a mi funeral, si contamos solo son unas diez personas entre familiares y algunos conocidos.

Era un poco deprimente si nos poníamos a ver la situación, pero era lo justo. Yo nunca fui una persona muy social y tampoco estuve interesado en hacer amigos ni formar lazos, siquiera el contacto físico me provocaba arcadas.

Mordí mi labio inferior con desesperación.

Quería que esto se terminará ya.

Sentí un apretón en mi mano por lo que dirigí mi atención hacia a mi madre sentada a mi derecha quien había sostenido mi mano desde el inicio del funeral.

— Me alegra que no hayas sido tú. — Susurro para luego volver su atención al frente.

Y sí se preguntan que tan desnaturalizada debe ser una persona para expresarse de esa manera tan horrible de un hijo, pues le tengo la respuesta. Sólo mis padres.

Para ellos la perfección y el estatus social era todo y desgraciadamente Ezra Benson no formaba parte de esos estándares, sin embargo, Oliver cumplía a la perfección con cada uno de ellos.

Oliver era amable con todos.

Mientras que yo odiaba formar una conversación con alguien.

Oliver era bueno en la escuela y siempre sacaba buenas notas. Siendo el primero de la clase.

Yo reprobaba cualquier cosa que tuviera que ver con la escuela.

Oliver nunca se metía en problemas.

El salón de detención era como una segunda casa para mí.

Oliver era todo un maldito snob que tomaba vino del más caro.

Yo prefería la cerveza acompañados de eructos.

Oliver era popular.

Yo era el lobo solitario, Incluso los maestros olvidaban mi nombre.

Oliver era increíble con las chicas, ellas lo amaban y lo idolatraban.

A mi ni siquiera me gustaban.

Oliver tenía la aprobación y el cariño de nuestros padres.

Mientras que yo recibía todo su odio y desprecio.

Oliver era perfecto.

Mientras que yo era jodidamente imperfecto.

Tal vez hubiese sido una mejor idea que yo hubiera muerto en vez de mi perfecto hermano, de ser así yo no habría cometido la estupidez de decir que yo era Oliver, no sé qué mierda me pasó por la mente aquel día pero sé que ya no podía echarme para atrás.

Todos estaban felices con que Oliver estuviera vivo, mis padres parecían no importarle la muerte de su otro hijo, es como si nunca hubiese existido,al fin de cuentas nadie iba a extrañar a Ezra.

Ahora sólo me quedaba ser Oliver y no parecía ser tan difícil, es decir, nadie me reconoció. Mis padres me creyeron de inmediato que era Oliver en cuanto abrí los ojos en el hospital y justo ahora agradezco nuestro gran parecido porque de no ser así hubiese sido muy jodido todo.

Nadie dudaría de que yo era Oliver... bueno casi todos.