Hermanos Dimensionales

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El fin de semana, Matías y su hermano Daniel se encontraban caminando cerca de su casa, pues les gustaba salir a caminar mientras hablaban de las cosas que les habían pasado durante la semana, estas caminatas eran bastante largas duraban entre una y dos horas. Mientras caminaban se encontraron con un misterioso objeto, el cual decidieron investigar.

Aquel misterioso objeto era parecido a un brazalete, pero tenía una especie de agujeros por donde parecía que algo tenía que salir, adicionalmente, el brazalete tenía un botón en la parte superior. Por mera curiosidad, ambos decidieron presionar el botón, al presionar el botón salió de los agujeros una especie de esfera de luz, acto seguido, la esfera de luz cayó al suelo e inmediatamente después del impacto se abrió un portal, ninguno tenía idea de lo que allí se encontraba pero aún así decidieron entrar, de todas formas podían abrir otro portal y escapar rápido si la situación fuese peligrosa.

Al entrar en el portal se encontraron de frente con un gran palacio, además habían casas, espacios comunes, y una cantidad excesiva de vegetación, además de tener un bosque en las afueras del reino.

-Parece un cuento de hadas -dijo Matías con una gran emoción.

-¡Entremos! -dijo Daniel impaciente.

Los dos estaban más que emocionados por entrar a aquel maravilloso lugar, era como entrar directamente a un cuento de hadas, no pasó mucho tiempo y se encontraron con el rey de aquel universo, bueno, más bien escucharon un anuncio público del rey, el anuncio en cuestión mencionaba que había una antigua especie que se ha caracterizado por atormentar al reino desde milenios atrás, por eso convocaban a las personas interesadas en combatirlas a acercarse al palacio, y a las personas no interesadas que se resguarden en sus casas.

-¡Vamos! -dijo Daniel dirigiéndose emocionado al palacio.

-Pero no tenemos ningún tipo de preparación para la lucha -dijo Matías que siempre ha sido menos impulsivo que Daniel.

-Pero piénsalo hermano, supongo que si buscan refuerzos de habitantes comunes y corrientes, algún tipo de entrenamiento darán.

-Podría ser -dijo Matías pensativo- La verdad no perdemos nada con preguntar.

Después de concluir su conversación, se dirigieron al palacio, y, efectivamente, la guardia real daría un entrenamiento básico, pero suficiente para poder defenderse de los invasores, por lo que ellos, ya seguros de que recibirían un entrenamiento y estando Matías más convencido de ayudar decidieron anotarse como parte de la batalla, se sabía que la invasión sería en unas dos semanas por lo que entrenarían por más o menos semana y media, y la otra mitad de la segunda semana sería para elaborar una estrategia junto al resto del ejército.

Llegó el día del entrenamiento, ambos estaban nerviosos, pero al final no fue para tanto, los entrenaron en el uso de distintas armas, como arcos, espadas y escudos, también les enseñaron a cómo defenderse de los ataques directos, también les enseñaron el estilo de combate del contrincante, pues ya se han enfrentado a los mismos combatientes durante milenios y nunca han variado su forma de luchar, todo este entrenamiento, si bien no fue fácil, tampoco fue el entrenamiento infernal que esperaba el par de hermanos. Una vez finalizado el entrenamiento, ya era hora de planear la estrategia.

Finalmente llegó el día de planear la estrategia, el plan era el siguiente, los arqueros estarían en la muralla del reino atacando a la distancia y evitando que cualquier rival entrara, los espadachines se encontrarían al frente del campo de batalla, todos y cada uno de ellos cargaría un escudo para protegerse.

Daniel demostró ser mejor con la espada, así que se convirtió en espadachín, mientras que Matías era mucho mejor con el arco, aún a distancias larguísimas, por lo que se quedo como uno de los arqueros de la muralla, una vez preparado todo, solo quedaba esperar a la invasión.

Llegó el día y se desató la batalla, Daniel demostró su agilidad y talento con la espada escapando de las flechas, espadazos y machetazos del enemigo mientras derrotaba a todo rival que se le cruzase, estuvo a punto de caer, pero fue salvado por uno de sus compañeros.

-Woah, eso estuvo cerca -pensó Daniel.

Mientras tanto Matías demostraba su puntería siendo uno de los arqueros más certeros del escuadrón, acabando con cientos de enemigos a la distancia, junto con su escuadrón, eran una muralla impenetrable, cada invasor que lograba cruzar por los espadachines perecía a manos de los arqueros, Matías había demostrado ser un arquero de élite, prácticamente no había fallado ninguna flecha desde que empezó la batalla, ni él mismo sabía que tenía tan perfecta puntería, en parte por no haber jamás tocado un arco.

Después de una larga e intensa batalla, los guerreros reales salieron victoriosos, el rey le agradeció y felicitó por su asombrosa actuación al par de hermanos, ellos agradecieron la felicitación y le dijeron al rey que era hora de que se marcharan, sin embargo, el rey les dijo que esperaran un poco más, los hermanos accedieron, al cabo de unos días, el rey les dio una medalla honorífica por la ayuda prestada, luego de esto, los hermanos se fueron a un sitio retirado, abrieron un portal y regresaron a su universo natal.

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