Capítulo 1

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Toda mi vida había vivido a la sombra de mi hermana Caterina. Ella era la estrella brillante, la que siempre estaba destinada a grandes cosas. Mamá y papá se aseguraban de que todos lo supieran, y yo me había resignado a ser la otra hermana, la menos importante. Pero todo cambió el 31 de octubre, el día en que Lord Voldemort vino a nuestra casa.

Esa noche, mis padres estaban nerviosos. Había rumores en la comunidad mágica de que Voldemort estaba buscando a las niñas de la profecía. Por supuesto, todo el mundo pensaba que Caterina era la elegida. Nadie sospechaba que yo podría tener alguna importancia.

Los gritos de mis padres me despertaron.
Me escabullí fuera de la cama y escuché la voz de Voldemort resonando en la casa.

"Vaya, vaya, pero si son James y Lily Potter," dijo burlonamente.

Mi padre, siempre valiente, respondió con firmeza. "No vas a tocar a nuestras hijas."

"Ay Qué mal... No, mentira, no necesito su autorización para entrar, así que quítense o los quito yo," replicó Voldemort con frialdad.

Mis padres no se movieron, así que Voldemort los petrificó y los desmayó sin esfuerzo. Yo me escondí detrás de la puerta, observando con terror cómo se acercaba a nuestra habitación.

"Así que una de ustedes me vencerá. Patético, absolutamente patético," dijo mientras se acercaba primero a Caterina. La miró con desprecio. "No creo que seas tú. Tienes un núcleo de magia promedio para mí, así que tú no lo eres".

Luego, se acercó a mí y me examinó detenidamente. Sus ojos rojos me hicieron estremecer.

"Vaya, jamás creí que podría ver a alguien capaz de sobrepasar mi núcleo mágico. Pero así son las sorpresas de la vida. Sabes, mocosa, me da pena tener que matarte ya que tienes un gran potencial, pero bueno, así es la vida."Lanzó el hechizo para matarme, pero algo extraordinario ocurrió. Mi magia, como una fuerza protectora, repelió la maldición. La energía rebotó en él y quedó una marca en la frente de Caterina. Voldemort desapareció en un destello de luz.

Cuando mis padres, Sirius, Remus y Dumbledore subieron corriendo, encontraron la marca en la frente de Caterina. Todos se quedaron callados, hasta que Dumbledore rompió el silencio.

"Es ella, la niña de la profecía. Voldemort la marcó como su igual."

Desde esa noche, Caterina fue tratada como la heroína, la niña que vivió. Todo el mundo la adoraba y le prestaba atención. Mientras tanto, yo quedé relegada al olvido, a excepción de mi padrino y Remus, que siempre me cuidaron. En casa, siempre se hablaba de Caterina y sus logros, mientras yo pasaba desapercibida.

En nuestro quinto cumpleaños, la mansión Potter estaba llena de miembros de familias de la luz, todos celebrando a Caterina. Las mesas estaban llenas de regalos y la casa resonaba con los halagos que inflaban su ego. Mientras tanto, yo me encontraba en mi habitación con un simple cupcake de chocolate con una vela en forma de número 5 en una mano, y un libro básico sobre nigromancia en la otra.

Leía tranquilamente hasta que el bullicio de la fiesta se volvió insoportable. Decidí salir al pasillo y caminar hasta encontrarme con una pintura de un campo de rosas. Toqué tres veces el cuadro, revelando unas escaleras de piedra iluminadas por antorchas. Bajé los escalones hasta el primer piso y lancé un hechizo de desilusión sobre mí misma para no ser vista mientras salía al patio trasero.

El jardín era enorme, con bosques, invernaderos y un lago de aguas cristalinas en el centro. Me adentré un poco en el bosque y me senté a la sombra de un árbol. Encendí mi varita con un lumos para seguir leyendo. Pero pronto sentí un fuerte tirón en mi interior que me invitaba a adentrarme más en el bosque. Estaba dividida entre la lógica, que me decía que era un hechizo de compulsión y debía huir, y mi magia, que me empujaba a seguir.

Encogí mi libro y, con cautela, comencé a caminar más adentro del bosque. Las primeras estrellas aparecían en el cielo y los árboles se volvían cada vez más densos. El suelo estaba lleno de rocas y raíces, pero ya había caminado por ahí antes para llegar al lago. Giré a la derecha, luego a la izquierda, y así varias veces hasta que me cansé. No reconocía el lugar y el miedo comenzó a apoderarse de mí.

El tirón en mi interior se volvió más fuerte, y continué caminando hasta que mi magia se agotó y el hechizo de desilusión se desvaneció. Me encontraba en una oscuridad total, incapaz de ver mis propias manos. El cansancio me envolvió y perdí la conciencia.

Cuando desperté, vi a dos mujeres y un hombre hablando entre ellos. Una mujer tenía el cabello castaño y ojos celestes, vestía ropa extraña. La otra tenía el cabello rojo y ojos marrones. El hombre tenía el cabello negro y ojos verdes. Me miraron y se acercaron.

"¿Estás bien?" preguntó la mujer de cabello castaño.

"¿Cómo le preguntas eso? Viste que se desmayó," replicó la otra mujer.

"Sí, pero puede que ya esté bien," insistió el hombre.

"Claro, si te desmayas, estarás bien recién te despiertes, ¿cierto?" respondió la mujer de cabello rojo.

"Primero, podrían hacer silencio por favor, me duele la cabeza. Y segundo, ¿quiénes son y dónde estoy?" interrumpí.

La mujer de cabello castaño fue la primera en hablar. "Un gusto, niña mía. Me llamo Destiny, o Destiny, como me llaman mis queridos hermanos."

Destiny. Ese nombre resonó en mi mente. Se suponía que ella era una leyenda. Pero si ella era real, entonces sus hermanos también lo serían. No podía ser. Si lo eran, ¿por qué me eligieron a mí? Se suponía que mi hermana era la elegida, la niña que vivió, y yo era solo alguien sin importancia.
"¿Y por qué estoy aquí?" pregunté.

"Porque eres especial, Alexandra," respondió Destiny.

"Claro que no. Soy solo yo, alguien sin importancia. Ni mis padres me prestan atención. En cambio, mi hermana es la niña que vivió," respondí con amargura.

"Eso no es cierto, querida Alexandra," dijo Destiny con suavidad.

"¿De qué hablas? Ella fue quien venció a Voldemort hace cinco años. Lily y James lo dicen a cada momento," insistí.

"Bueno, primero deja que terminemos de presentarnos," dijo Destiny.

"Ya sé quiénes son," interrumpí.

Los tres me miraron sorprendidos. ¿Cómo una niña de cinco años podía saber sobre ellos? Pero yo había leído sobre ellos en un libro muy antiguo."Bien, si lo que leí está bien, tú eres Destiny. Tus hermanos serían Magic, conocida como Lady Magic, y Death, conocido como Lord Morte. Pero eso no explica por qué estoy aquí."

"Oh, querida niña, lo sabrás y harás cosas maravillosas," dijo Magic con una sonrisa enigmática.

¿Yo la Elegida? Where stories live. Discover now