Capítulo 1

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—Toda novela comienza con una protagonista hermosa, con una vida desorganizada pero que a ella le funciona muy bien y por eso los chicos están pendientes de ella, ya que luce como un princesa sacada de una revista de moda. Y lo más llamativo es que siempre se queda con el más guapo de la universidad o de su trabajo, o el tipo millonario que no sabía que el amor existía y llega esta hermosa chica y le conquista el corazón, y luego tienen un final feliz como el de los cuentos de hada.

Sin embargo esta historia es diferente, no trata de la chica mas linda de la universidad ni del Colegio, es más bien una chica común y corriente a la cual la vida no la ha tratado nada bien, y por lo mismo ella busca una oportunidad para encajar en la sociedad que la rodea. Pero no siempre la sociedad es condescendiente con chicas como ella, ya que al tener un aspecto poco agraciado se ven disminuidas tanto en la suerte de la vida como en el amor, algo casi impensado que realmente exista para chicas como ella.

Y aquí esta nuestra protagonista, con los ojos llorosos y encerrada otra vez en el baño de la universidad, buscando quizás una mano amiga que por supuesto nunca va a llegar, ya que las chicas  como ella no tienen verdaderas amistades, más bien se diría que son utilizables para sacarles provecho a sus habilidades. 

—Todas soñamos con ser cisnes, pero algunas debemos conformarnos  solo  con llegar a ser una chica patito. 

—La belleza no es lo que importa, ¿cuántas veces he escuchado esa frase? y cuántas veces me costo comprender que ni siquiera esa frase iba dirigida a mi. 

Ya, sal de ahí que da lo mismo cuanto llores, sabes bien que nadie te va a ayudar.  Lo sé, pero es lo único que me queda por hacer cuando ya no doy más, cuándo estoy harta del mundo que me rodea y cuando veo que todas tienen una oportunidad en esta vida menos yo.

—¿Y qué esperaba? ¿que alguien te abrazará y te dijera que todo va a estar bien? tonterías de una sentimental, deja de llorar y sécate esa cara que te ves patética. —No sé como te aguanto, no sé porque te hago caso en lo que dices.

—No te queda más que escucharme, ya que soy tu conciencia.— Lo sé y por eso duele aun más .



LA CHICA PATITOWhere stories live. Discover now