Capitulo 10

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Pasaron varios días y Nick ya se encuentra mucho mejor su familia y amigos se aliviaron y se pusieron felices de volver a tenerlo como nuevo.

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Suena unas cuerdas brivarse al corresponder un sonido agradable que provenía de una casa  que era la de Maddie donde se encuentra en el punto de origen la habitación de Maddie.

Era Nick que estaba tocando la guitarra que se había encontrado guardado en el sótano de la casa de Maddie y Maddie le dejó subirlo para que este le tocara el instrumento para ella mientras sonríe.

—  No sabía que eras bueno con la música. — Maddie observaba sin parar a su amigo desde el medio de la cama, sentada mientras ponía sus codos sobre sus rodillas.

— Mi padre me lo enseñó. Le encantaba tocar la guitarra. — Seguía el castaño tocando el instrumento.

— Tienes talento, Nick. — Maddie se acerca un poco hacia él y se acomoda. El móvil de la chica comenzó a brivar sobre la cama y se podía ver claramente quién era el autor de la llamada. Rocco, el perro que hace semanas Nick había salvado y que se encuentra desde entonces con Maddie llegó sonando sus patitas para dirigirse hacia Maddie. — Ey, Rocco, ¿quieres unirte?

Rocco se subió a la cama mientras el móvil seguía sonando, era la llamada de Ethan.

Ethan, por el otro lado, se encontraba en su casa cenando con su familia hasta que vió la noticia. Un profesor de su escuela, que hacia de historia Terence Van Hessen fué hallado muerto.

Tenía algo raro en él y Ethan pudo verlo bien, decidió llamar a Nick, no contestaba y procedió a llamar a Maddie, pero ella tampoco contestaba.

Al día siguiente, volvió las clases y los chicos tuvieron que volver a asistir.

Cuando se terminó las clases, Nick, como que se había recuperado de la otra vez, pasa justamente cerca de la nueva profesora que le observaba detenidamente.

Mientras los chicos pasaban por los pasillos, Ethan sugiere algo.

— ¿No os parece extraño todo? — Pregunta Ethan que parecía estar emotivado por querer averiguar todo.

— ¿El que, Ethan? — Preguntan Maddie, Nick y Lara a la vez.

— La muerte del profesor, la de Timotee y que Brett, el que nos molestaba,  tras el hospital, se encuentra en un psiquiátrico. — Explica Ethan a sus amigos y hermana.

— No, Ethan, creo que estás imaginándote últimamente cosas raras. — Decía Nick queriendo olvidar todo ese asunto, tenía miedo y no sabía de qué se trataba y tampoco sabe lo que es. También teme ser algo peligroso e incomprendido.

— Deberían ir a averiguar qué pasó con el profesor, lo encontraron en un lago. — Decía Abigail Williams que aparecía de la nada.

La presencia de Abigail Williams en el pasillo era tan repentina como inquietante. Sus ojos se encontraron con los de Nick, y en ellos había una profundidad que sugería un conocimiento que iba más allá de lo que sus compañeros podían entender.

Ethan, cuya mente ya bullía con teorías y conexiones, asintió con determinación.

— Estoy de acuerdo. Hay algo más en todo esto, algo que no estamos viendo.

Maddie, aunque reacia a sumergirse en lo desconocido, sabía que Ethan tenía razón. Había demasiadas coincidencias, demasiados hilos sueltos que parecían entrelazarse de formas que no podían ignorar.

— Pero, ¿cómo vamos a investigar? No somos detectives. — La voz de Lara traía consigo un toque de realismo, pero su mirada estaba fija en Abigail, como si esperara más respuestas.

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