Capítulo 26

6.7K 1K 199
                                    

Hoy voy a subir varios capítulos. Espero puedan darles amor❤

Arizona

Cuando la mirada entristecida de Sierra cayó sobre ella, sintió como si le hubieran clavado un puñal en el estómago. Aunque quisiera achacarle toda la responsabilidad a Adam, sabía que ella era una de las causantes de su dolor y tras ponerse en sus zapatos por un momento, su interior colapsó.

Aunque, sin ir muy lejos, ella también había sido víctima de las mentiras de Adam.

—Sierra —pronunció él, con la respiración contenida. Su rostro perdió color y fue como si hubiera visto un fantasma—, ¿qué haces aquí afuera?

—¿Es cierto lo que le dijiste? —preguntó, con la voz rota.

Ari solo pudo ser testigo de esa escena, sin atreverse a intervenir. No solo porque no le incumbía, sino porque no deseaba causaba más dolor a aquella pobre chica a la que ya se le notaba que su mundo estaba cayéndose a pedazos. De todas maneras, Ari también quería conocer la respuesta a esa pregunta. ¿Asumiría Adam frente a su esposa que la quería?

—Cariño...

El rostro de Sierra se contorsionó de dolor. Cuando Adam no fue capaz de negarlo, Ari entendió que era momento de irse. Suficiente daño había causado ya.

—No vuelvas a llamarme cariño —espetó ella.

Arizona se dio media vuelta y caminó por la acera en dirección al estacionamiento, calculó que Jesse no tardaría en aparecer y si lo hacía, sería por ese lado del hotel. En efecto, pocos segundos después vio su auto aproximarse a ella. No supo cuál sería la expresión en su rostro, pero tuvo que ser bastante grave porque el rubio se bajó de su coche y se acercó a ella con extrema preocupación.

—¿Qué pasó? —le preguntó mientras apoyaba las manos en sus hombros.

Ella tragó saliva con fuerza y, sin ser capaz de mirarlo a los ojos, recortó la distancia entre ambos, escondió el rostro en su cuello y se echó a llorar. Había querido esperar hasta llegar a casa, sin embargo, encontrarse con Adam y escucharlo decir que la quería o ver la expresión de dolor de Sierra, la había devastado.

Devastado, justo lo que ella había hecho con aquel hogar.

En definitiva nada le salía bien. Había destruido un matrimonio, no tenía ningún logro personal, ni siquiera sentía la confianza para decirle a la gente en qué trabajaba, y en aquel momento tampoco deseaba iniciar una relación con Jesse, no después de ver lo sucedido con Adam. Se encontraba en un hoyo de preocupaciones y fracasos del cual no sabía cómo salir.

Los nudillos de Jesse acariciaron sus mejillas, limpiando sus lágrimas. Le murmuró algunas palabras de consuelo que ella se negó a escuchar. Tenía el derecho de ahogarse en la miseria un poco más.

Él la condujo hasta el asiento del copiloto porque otro coche necesitaba salir y ellos se habían quedado en el medio de la vía. El camino de regreso al departamento de Arizona fue lamentable: ella no paró de llorar y él no supo cómo ayudarla. Pero no había otra manera. El primer paso para sanar era empezar a drenar.

Cuando llegaron, Jesse estacionó el coche y pareció dispuesto a bajarse para ayudarla a salir, mas ella le pidió que se detuviera.

—Aprecio que quieras hacerme compañía esta noche —dijo en voz baja, limpiando sus mejillas por vigésima vez y tratando de calmarse—, pero necesitaré estar sola. En el peor de los casos, tendré el hombro de Mandy para llorar.

Aquello fue como si le hubiera dado una bofetada.

—¿Estás segura?

Ella asintió.

Al otro lado de la línea [+18] ✓Where stories live. Discover now