Alcohol. - Drakey [ Draken x Mikey ]

Alcohol.

Era una tarde soleada, un sábado. En un tranquilo restaurante, se encontraban dos rubios comiendo indiferentes.. Un chico alto, con una larga trenza, y un extraño tatuaje de dragón en la cien. El otro rubio, mucho más bajo, tenía el cabello largo hasta los hombros, con una pequeña liga de cabello sosteniendo su flequillo hacía atrás, comiendo de manera infantil, cómo si no hubiera comido hace días, pero claro, era obvio de que si lo había hecho.. Solamente que, aún así lo disfrutaba mucho.

En un momento, el rubio más bajo llamado Manjiro, apodado "Mikey" dejó de comer, para así mirar al de la trenza, llamado Ken, apodado Draken, pero por su mejor amigo Mikey, "Ken-chin".

Draken, hizo una pequeña mueca al ver que Mikey había dejado de comer, cosa que no era muy habitual.. Normalmente, Mikey no se detiene hasta que su plato esta vacío, para después dormirse. Pero hoy fue diferente, simplemente dejó de comer y lo miro, cómo si quisiera decirle algo.

- ¿Sucede algo, Mikey? - Pregunto el totem, con mucha curiosidad.. Mientras que Mikey, simplemente se hecho hacia atrás con alivio al ver que el más alto había entendido que él le quería decir algo.

- Bebamos, Ken-chin. - Dijo con tranquilidad aquél rubio de ojos negros.

Draken quedó en silencio, no era "normal" que Mikey bebiera. Pero Draken sabía que Mikey no era un niño, él era un adolescente curioso el cuál le encanta experimentar cosas nuevas.. Por lo tanto, no se sorprendió tanto, pero aún así, no estaba seguro.

- ¿Beber? ¿Te refieres a alcohol, Mikey? - Pregunto, aún así sabiendo a que iba aquél enano.

Mikey dio vuelta los ojos en señal de frustración, cómo si supiera que Draken le está tomando el pelo. El más bajo apoyo con cuidado su cabeza en la mesa del restaurante, aplastando su mejilla, cómo si de un capricho de un infante se tratara. - Claro que me refiero a beber alcohol, Ken-chin.. ¿A qué otra cosa que referiría? Idiota.. - Dijo sin poder modular bien ya que parte de su rostro estaba contra la mesada, parecía un niño pequeño.. Se veía jodidamente tierno. - ¿Acaso no quieres? - Pregunto nuevamente Mikey, con tristeza de cachorro en sus ojos.

- No es eso. - Dijo cerrando los ojos y pasando una mano por su rostro, cómo si estuviera cansando. - Simplemente, pensé que querrías tomar alguna bebida infantil o algo así. - Dijo burlándose de sus gustos de infante, mientras que Mikey levantaba su rostro de la mesa e inflaba sus mejillas en señal de enojo.

- Pues no se trata de eso, ¡bebamos alcohol, Ken-chin! - Ordeno, algo emocionado, ya que sabía que Draken iba a ceder.

- De acuerdo, pero, yo no tomaré más de 1 trago, no tolero tanto el alcohol.. Además, tengo que estar sobrio para asegurarme de que no hagas ninguna idiotes cuando se te vaya la cordura. - Advirtió, pero aún así el rubio más bajo estaba feliz.

Unos minutos después, el totem le ordeno al mesero una botella de Sake, un tipo de licor muy famoso en Japón, y dos vasos de trago. El recién mencionado tomó la orden y se alejó de la mesa.. Mientras que Mikey terminaba su plato de comida y Draken esperaba pacientemente el alcohol. Estaba un poco nervioso, hace mucho no tomaba, y las únicas veces que lo hizo fueron un desastre, el definitivamente no estaba hecho para tomar... Su cordura desaparecía rápidamente. Y lo peor, es que, Mikey tampoco parecía poder tolerar el alcohol, aunque nunca lo haya visto bajo su efecto, algo le decía que Mikey con un solo trago ya era otra persona completamente diferente.

Después de unos 10 minutos, llegó la orden a la mesa. Mikey se sentó derecho, emocionado. Cómo si le hubieran traído sus regalos de cumpleaños y estubiera apunto de abrirlos, con brillos en sus ojos y una sonrisa sin dientes que delataban sus nervios de felicidad. Mientras que Draken... Draken estaba siendo Draken. Cara sería, postura tensa, mirando la botella indiferente, cómo si de una reunión se tratace.