Erase una vez, la soledad y la tristeza se habían apoderado de el mas bello de los ángeles caídos, quien posaba deprimido en su trono, dirigiendo su mirada al mas alto de los cielos, haciendo una petición con la mirada.
—oh padre ... se que mi misión es vigilar a las almas perdidas y regresarlas al buen camino, pero en este abismo de tinieblas me siento tan desconsolado, y he perdido el brillo en mis ojos, pues se que mi propósito no es amar, ni tampoco puedo ser amado, pero si me enviaras una pequeña luz que este a mi lado para llenar el vacío de mi eterna noche estaría muy agradecido.
Esta petición era significativa para "el todo poderosos" pues uno de sus hijos mas queridos estaba en las tierras del desamparo y la ironía hacia la justicia; No se negaría a cumplir con lo que le pidió, pues lucifer, un querubín valiente, elegante y de simpleza, se ofreció antes que todos sus hermanos a juzgar el destino de las personas, lo cual era un trabajo muy cruel para una alma tan pura; Sin embargo "el todo poderoso" no era capaz de exigirle a una de sus creaciones tal cosa, por lo cual opto por aconsejarle.
—hijo mío... puedo ver tu sufrimiento, pero así como no puedo escoger el rumbo en el que el agua corre por el rio, tampoco puedo enviar luz para una eterna oscuridad. . . pero escucha bien, hijo mío; ve a la superficie y pídele un hilo de cabello a una alma sin maldad, regresa a tu reino y dirígete a las aguas de la verdad refleja ahí tu bello rostro y con tu manto abriga tu reflejo e inmediatamente la soledad se ira de tu lado.
Así lo hizo el desconsolado ángel, ascendió inmediatamente al mundo y de un grupo de niños pequeños que jugaba y reía sin pena, le pidió a la mas pequeña un hilo de su rizado y castaño cabello quien con todo gusto se lo dio, bajo nuevamente y reflejo su rostro en el lago de la verdad, tiro el cabello para despues con su manto cubrir su reflejo, repentinamente un ser igual a el con cabello mas largo, rostro aun mas fino, y mirada profunda, apareció en su regazo; El esperanzado ángel marco una enorme sonrisa en su rostro mientras admiraba a su nueva compañía, que gracias a su presencia el dolor y la tristeza se habían esfumado.
— bienvenida seas... hermosa mujer de ojos turquesa, tu nombre es Navavie, serás de aqui en adelante mi compañía y junto con el frio viento me seguirás a todos lados, permíteme presentarme mi padre me dio el nombre de lucifer.
Ante esto la mujer se exalto enormemente pues habia nacido del conocimiento humano, por lo que habia adquirido todas sus asperezas y podía ver la mala reputación de lucifer.
—No te exaltes mujer de pocas prendas, se que el hombre se a esmerado en hacerme ver como una cruel bestia sin sentimiento, pero déjame decirte que es todo lo contrario, el lugar donde nos encontramos es la nada misma, donde las pesadas almas de las creaciones de dios cruzan a una mejor vida; sin embargo hay muchas de ellas que deben ser juzgadas por la mala manera de vivir que tuvieron, así que se les da una enseñanza que deberán aprender en una próxima vida y en esta arrepentirse de su pasado; Como puedes ver, dios ama a sus hijos y les da nuevas oportunidades y lecciones que aprender, lamentablemente para ellos el que yo juzgue en su lugar me convierte en un villano, puesto a que el humano es egoísta y poco empático.
— haora entiendo el porque de las cosas, si embargo; dime, cual es mi propósito, yo soy meramente tu reflejo.
—puedo sentir cualquier cosa a excepción del amor, puesto a que mi deber es juzgar a los que por aqui pasan, con sus otros sentimientos, pero la crueldad y el dolor que cargan era demasiado para mi desolado espíritu y al no saber amar todas las almas se alejaban de mi haciéndome sentir deprimido; pero ya no mas, yo estoy aqui para mi, una paradoja que me llena de alegría.
Desde entonces sus cuerpos inmateriales rondan desde entre las tinieblas del mundo amándose a el mismo como debería ser.
"SOY MI MISMO, SOY MI COMPAÑIA, SOY LO MAS IMPORTANTE PARA MI Y ESO ESTA BIEN SOY TODO LO QUE TENGO, ES MUCHO, PERO A LA VEZ SIGE SIENDO NADA."
Dulces sueños. ATTE: Ladynaightmer.
