Aquel día me desperté más temprano que de costumbre, la lluvia azotaba con fuerza los cristales de mi ventana.
Me giré hacia la mesita de noche y encendí la luz, me quedé varios minutos mirando al techo antes de levantarme de la cama y buscar a tientas las zapatillas.
Mi habitación solía estar despejada, solía, antes, en pasado.
Tenía la cama pegada a un lado de la pared, la estantería con todos los libros que había leído estos dos últimos años, el suelo lleno de ropa y muchas más cosas por todas partes que ya ni siquiera recordaba.
Encontré las zapatillas y abrí la persiana.
Era martes, el día en el que el gobierno solía informar de la situación, aunque nunca cambiaba mucho, sólo subían las muertes.
-Elisabeth, el desayuno, despierta a tu hermana. - me gritó mi madre desde la planta baja.
Me asomé a la habitación de Emma, mi hermana pequeña, y le encendí la luz.
-Ahh, apaga- me dijo ella.
-Mamá dice que te despiertes-.
-Apaga-.
La dejé con su drama y bajé las escaleras
.
-Buenos días- le dije a mi madre mientras me daba un beso.
- ¿Cómo has dormido? - me preguntó.
-Bien-.
Bien, siempre bien, daba igual la pregunta.
Me senté a la mesa.
Me encontré con un tazón de cereales con chocolate, me parecio bastante extraño teniendo en cuenta la escasez de alimentos.
- ¿Cereales? - pregunté.
-Si, ¿No te gustan? -.
-Si, si-.
Mi hermana bajo las escaleras, con un solo calcetín y el pelo hecho un desastres.
-Me ha despertado- se quejó.
-Es que después interrumpes las noticias- intervine.
.
Una hora y media después estábamos vestidas, sentadas en el sofá frente a la televisión.
La música que da comienzo a las noticias inundó la estancia.
-Buenas tardes a todos, al comienzo de esta jornada han llegado los datos de defunción en estos dos años a nivel mundial. Las cifras son devastadoras, 10 mil millones de personas han perdido la vida, ya sean por la enfermedad que padecían antes de la pandemia, por causas naturales, por hambre, asesinados o por el virus...
10 mil millones, entre ellos mi padre, mis abuelos, amigos, familiares...
Ya no dolía, me di cuenta dolor se puede curar con más dolor.Te haces inmune.
Volví a prestar atención al presentador.
-Estas cifras indican que quedan mil millones de personas, y se espera que esta cifra siga disminuyendo, les dejamos con el presidente del gobierno-. Habíamos cambiado 5 veces de presidente, todos ellos murieron, la mayoría asesinados.
-Dadas las circunstancias, y a los datos que hemos recibido, ya que el 70% de los supervivientes 0- son jóvenes, llegamos a la conclusión de que este grupo está completamente fuera de riesgo. Por lo tanto, serán los encargados de llevarnos a la normalidad-.
Me giré instintivamente hacia mi madre. Ella lo sabía.
-Las familias serán recompensadas con raciones de comida, dinero en efectivo y alimentación, asilo y medicamentos para el joven-.
Ay no.
No, no, no.
-Su única misión será hacer crecer la población, se les dará una vivienda, dinero en compensación con el número de íntegrantes de su familia, educación y seguro de salud. En un plazo de tres dias seran recogidos y llevados a un centro de repoblación, el futuro esta sobre vuestros hombros.
.
Me desperté una hora y media después en mi habitación.
Mi madre entró poco después.
-Me llamaron ayer, no les pude decir que no, nos quedamos sin dinero, es una oportunidad para ti, una vivienda, una educación, un médico... -.
-Lo entiendo-.
Si no me apuntaba ahora me apuntaría en un par de meses, cuando mi hermana estuviera en los huesos y calentándonos con mantas en pleno invierno.
Si, lo entendía.
- ¿Cuándo me voy? - le pregunté.
-Mañana- me contestó y dejó un par de papeles sobre la mesa.
-Ahí está todo-.
Asentí con la cabeza y le eché una ojeada a los documentos.
Era sencillo.
Estábamos allí tres meses, y después volvíamos a casa dos semanas.
Te emparejaban el primer día, si eras chico, con una chica de uno o dos años de diferencia, tenían en cuenta todo, literalmente todo.
Cada año un niño, la única norma.
Tenía 16 años.
Y en unos cuantos meses tendría un hijo, una pareja, una casa y una vida.
Con 16 años.
Hola:), me está encantando escribir esta historia de verdad. Está basada en un sueño que tuve hace bastante tiempo y me animaron a continuar.
No me toméis por loca por haber soñado esto... al menos hasta más adelante.
Besos de mariposa<3
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Cero negativo
RomanceDespués de que la población mundial disminuyera considerablemente, Elisabeth, con el fin de ayudar a su familia, es internada en un centro de repoblación. Una vez allí, conoce a Josh, su compañero, el cual muchos jurarían que eran almas gemelas. ¿E...