Dolor y Tormento© - Trilogía: Dos Palabras - Libro #2 - En Pausa

Capitulo 06: Planes

Ximena.

~17/04/2021~

—Me secuestraras y mataras —suelta en broma —. ¿Eso va contra su ética, detective?

Se me eriza la piel cuando me habla formalmente, sonrío para pensar en otra cosa.

—Dime algo Ximena, estás muy callada.

—Llegamos —estaciono el auto y bajo, escucho que camina detrás de mí.

—Buena idea, un billar.

—Solía venir con mis compañeros, la costumbre se perdió cuando el trabajo nos agobió —sonrío con una pizca de melancolía —. Piden tu carnet de ciudadano ¿Lo trajiste?

—Deje la billetera, nada más traigo dinero —lo observo por un momento —. Creo que no resultara como querías.

No me muevo de mi lugar pensando en una opción que nos daría paso inmediato.

Años atrás nos dejaban pasar sin mostrar el documento, ya que éramos todos policías, nada más teníamos que mostrar la placa.

Le doy la espalda a Iam y levanto la blusa para tomar la placa. Si nadie se entera, no pasa nada.

—¿Qué haces? No podremos ingresar.

—Hay una manera, solo que no le puedes decir a nadie. Ni a Theo.

Sueno muy exigente, pero prácticamente estoy haciendo uso de mis privilegios por ser lo que soy.

—Bien.

Me dirijo hacia el guardia y le muestro la placa, me observa y luego al chico a mi lado.

—Viene conmigo.

—Adelante —se hace a un lado e ingreso no sin antes tomar a Iam del brazo.

El lugar está como recuerdo, a diferencia de las dos mesas de billar que aumentaron. La última está vacío, así que antes de que lo ganen me acerco a la barra para pedirlo por unas tres horas.

—También me das dos cervezas —saco para pagar y ya veo un billete en la barra —. Quita, tú pagas las siguientes.

—Tú alquilaste la mesa, yo pago las primeras cervezas —me guiña un ojo mientras toma su botella y camina hasta el billar.

—Esto no será fácil. Te acabas de condenar Ximena —me digo.

Tomo un trago grande de la bebida apenas llego a la mesa.

—Primero las damas —sonrío y tomando el taco.

Me ubico en el lugar inclinándome hacia adelante, antes de golpear la bola y desarmar el triángulo que conforman las otras, saco el arma que me incomoda.

Como dije antes, este es un bar frecuentado mayormente por policías, así que cerca de nosotros hay unos casilleros. Dejo el arma guardada y guardo la llave.

—¿Con qué reglas jugamos? —le pregunto.

—Con las que gustes, estoy observando a los demás y no todos juegan igual.

—Entonces, las que entren cuando rompa, son mías, de ahí empezamos por las más bajas.

—Entendido.

Retomo mi posición de hace rato, disparo y rompo consiguiendo que la trece entre en la tronera que está cerca de Iam, la que sigue es la seis, sin embargo, no logro conseguirla.