Capítulo único

125 23 36
                                    

Esto va dedicado a B-B0RED 🙈 Obvio que cuando te pregunté si te gustaba este ship era para dedicarte la historia jajaja. Pero tenía que despistarte, porque era una sorpresa jeje. Igual todo lo que dije es 100% real. Gracias por apoyarme siempre, te adoro y te admiro 💖

Puse una frase de una canción para adornar un poquito y por que sí. Pero no tiene relación con la historia.

I'm the only one of meBaby, that's the fun of meYou're the only one of youBaby, that's the fun of youAnd I promise that nobody's gonna love you like me

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

I'm the only one of me
Baby, that's the fun of me
You're the only one of you
Baby, that's the fun of you
And I promise that nobody's gonna love you like me

Soy la única de mí
Bebé, eso es lo divertido de mí.
Tú eres el único de ti
Bebé, eso es lo divertido de ti.
Y te prometo que nadie te amará como yo.

Taylor Swift – ME!


Mina lo tenía decidido. Debían comprar una nueva cama. Desde que se había mudado con sus novios, la cama de dos plazas quedó chica. Y aunque al principio era muy lindo dormir los tres abrazados, ahora que empezaba a hacer calor, dormir apretados no era una opción. Por lo que ese día se levantó temprano y despertó a sus chicos. No fue nada fácil, esos dos eran unos dormilones, sobre todo Hanta que siempre lograba convencerla de quedarse durmiendo un rato más. Pero no ese día. Ninguno iba a convencerla de volver a la cama. Tenía un truco bajo la manga que no fallaría. Los sobornaría con comida.

Claro que su truco dio resultado, pero ahora debería comprarles su comida favorita. Eran unos golosos, pero los amaba.

Luego del desayuno que Eijiro preparó para los tres, partieron rumbo al shopping.

—Quiero ir al local de mangas —dijo Hanta.

—Yo quiero ir a los juegos —exclamó Eijiro.

—Primero vamos a ver los colchones —dijo Mina. Ya sabía como eran, iban a pasarse horas entretenidos. Entrelazó sus brazos con los de ellos, como si fuera una novia a punto de casarse y comenzaron a caminar.

Al llegar al local, una empleada se acercó a ellos. Cuando explicaron que quería un colchón grandote donde pudieran entrar los tres, la empleada los miró un poco raro, pero no dijo nada. De todos modos, no era de su incumbencia la vida privada de los clientes.

Les mostró varios modelos y los invitó a probarlos. La empleada tuvo que desviar la vista varias veces, porque los tres se acomodaban en los colchones haciendo cucharita y de otras maneras para ver qué tan cómodos eran.

Después de probar varios, eligieron uno, efectuaron el pago y acordaron los detalles de la entrega. Luego fueron a disfrutar el resto de su día, yendo a comprar sábanas nuevas para poder usar con ese colchón más grande que el que tenían actualmente. También querían visitar otros comercios del lugar.


Caminaban por el shopping con calma, mirando las vidrieras de los comercios. Se detuvieron en un local de ropa, en la vidriera había un maniquí con el tipo de vestimenta que usaba Hanta. A sus novios no les gustaba mucho porque era muy holgada y no dejaba apreciar su cuerpo tonificado. Pero nunca le dijeron nada, después de todo esa ropa la usaba solo él y si a él le gustaba, ¿qué problema había?

—Esas sandalias se ven muy lindas. Aunque me gustarían más en color rosa. —Hanta rio. Mina tenía una obsesión con el color rosa.

—A mí me gustarían en color gris o negro —dijo Hanta.

—El rojo es el mejor color —exclamó Eijiro orgulloso.


Siguieron caminando y entraron al local de mangas. A Mina le gustaban los de género shojo o boys love, mientras que Hanta prefería los de fantasía y acción. Eijiro solo iba a ver las figuras coleccionables. Compraron algunos tomos y salieron hacia los juegos.

Antes de llegar se toparon con un cotillón que tenía decoración de Halloween, se miraron entre los tres, hablándose con las miradas. Entraron al comercio, yendo directo al sector de disfraces. Como si fueran tres niños se probaron pelucas, anteojos de sol con formas raras y sombreros de bruja. Se sacaron algunas fotos bajo la mirada amarga de un empleado, cuando se sintieron incómodos dejaron todo y se fueron sin comprar nada.

Hanta se sintió un poco culpable, pero Eijiro y Mina reían divertidos.

—Ahora sí. ¡A los juegos!

—¡Vamos! —exclamó alegre Mina, extendiendo un brazo hacia arriba.

—¿Cuánto a que te gano en el metegol, Eiji? —Eijiro abrió la boca, ofendido.

—¡Esta vez no voy a perder! —Sus novios rieron, Eijiro era muy malo para jugar al metegol.

Al lado del salón de juegos había una juguetería. Mina se quedó embobada con la vidriera, había varios peluches con ojos grandes, ella moría por uno. Sus chicos se miraron conociendo la situación. Si la dejaban entrar, iba a estar mucho tiempo para elegir uno solo.

—Quiero uno —dijo ella con los ojos brillantes.

—¿Cuál? —preguntó Hanta.

—Quiero todos —corrigió Mina.

—Hagamos un trato —dijo Eijiro—. Si ganás un juego, podés comprar el pingüino rosa. —Los ojos de Mina brillaron con intensidad. Conseguiría ese peluche a como dé lugar.

—Está bien. Vamos. Voy a enseñarles cómo se hace.

—¡Eso bebé! —animó Hanta.


Lamentablemente Mina perdió en todos los juegos que probó. Quería llorar, hacía mucho que no se compraba un peluche.

—No te preocupes linda —dijo Eijiro—, si tanto querés ese peluche lo podemos comprar igual.

—Pero ya me compré los mangas. No sería justo que me compre otra cosa.

—Entonces te lo compro yo —dijo Hanta sonriendo.

—¿Enserio? —Hanta asintió sin borrar la sonrisa.

—Vamos.

—¿Por qué son tan lindos conmigo? —Estaba animada de nuevo, tenía los mejores novios—. Los amo —dijo emocionada, abrazándolos por la cintura.

—Yo también los amo —dijo Hanta, devolviendo el abrazo como pudo.

—¡Chicos! —Eijiro se había emocionado— Los amo a los dos. Ahora vamos por el señor pingüino y después vamos por un buen pedazo de carne.

Eijiro los besó contento y luego Mina y Hanta también compartieron un beso. Tomados de las manos partieron a buscar el peluche rosado. Algunas personas los miraban raro, pero a ellos no les importaba lo que pensara la gente. Eran felices a su manera y eso era lo que importaba.

Fin 🐲👽🕸

Fin 🐲👽🕸

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Compras de a tres - SeroKiriMinaWhere stories live. Discover now