Un pueblo ubicado en el sur de Massachussets se convertirá en la pesadilla viviente de los pobladores al hacerse presente una serie de eventos sobrenaturales los cuales no tienen explicación alguna, ovnis, pie grande, criaturas de tamaños colosales...
Ema había pasado noches sin salir de su habitación, pensando una y otra vez si debía seguir en el mismo lugar en donde aquel hombre de 1.86 y test blanca la había golpeado incontables veces. Ella veía la foto del día que se casaron con cierta emoción, pero al mismo tiempo una agria nostalgia la embargaba y ella no entendía el porqué.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El hombre que prometió amarla y cuidarla eternamente se había convertido a lo largo de los últimos años en su verdugo, un verdugo el cual había apagado hasta el último rastro de felicidad en ella.
Pasaron muchos días para que Ema logrará comprender que aquel verdugo no estaba más en la vida de ella y su hija, la Pesadilla había cesado. París le había rogado mudarse y dejar atrás aquellos malos recuerdos, pero Ema no había hablado con nadie más que con el juez cuando dio su descargo contra Adam el padre de su hija.
Lo que ahora habitaba en la casa era un profundo silencio el cual sólo preocupaba más a París, su madre no había salido de casa desde hace semanas, apenas comía y dormía, ya no era la misma su semblante era distinto, París no entendía la actitud de su madre, el hombre que tanto daño les había hecho ya no estaba, se hallaba detrás de unos barrotes sin siquiera mirar la luz del mañana.
Emma necesitaba tiempo para afrontar este nuevo cambio, esta tan anhelada liberación. Fue así como pasaron días y París decidió sacar a su madre a caminar, pero no a cualquier lugar, ella decidió llevarla a la playa, este lugar tenía un significado muy especial para Emma, puesto que, este era el lugar a donde llevo a Paris cuando apenas era una bebe. Paris mientras llevaba de la mano a su madre por la playa no pudo evitar recordar la historia que su madre siempre le contaba. Aquella historia se situaba el día que le dieron de alta a Emma en el hospital y de cómo decidió llevar a pasear a su bebe recién nacida por la playa, el sol se encontraba en su punto más alto cuando la joven madre decidió darle un mensaje a su bebe mientras caminaban sobre la suave arena.
Ella dijo: "Quiero que siempre vayas por el sendero de la luz Paris, el mundo es como una ola, algunas veces puede ser bastante alta y peligrosa pero otras veces es una amigable ola en la cual puedes chapotear y sentirte libre cuán pez pequeño, nunca lo olvides y tampoco olvides que la suave arena de la playa representa ese soporte en el cual tu siempre podrás apoyarte y el cual siempre estará en el mismo lugar dispuesto a ser tu apoyo en los momentos más difíciles, y esa suave arena soy yo mi pequeña, tú y yo caminaremos juntos por esta interminable playa y surfearemos las más peligrosas olas tenlo por seguro".
—¿Recuerdas que fue lo que me dijiste el primer día que te dieron de alta mamá? ¿Recuerdas que fue lo que me dijiste mientras caminábamos hace 20 años por esta playa? – preguntó París mientras miraba a su mamá con cierta nostalgia y alegría en sus ojos
—Que... tú y... yo surfearíamos las más...
—Las más peligrosas olas mamá.... Y no puedo dejarte así, ¡me duele verte así-dijo París mientras dejaba caer una lagrima sobre la arena—el hombre que tanto daño nos hizo ¡ya no está!, él se fue, él es parte de nuestro pasado, por favor vuelve a ser la misma de antes, comencemos desde 0 mamá te lo ruego.
