Another Love Cliche

The Boy Who Started It All

Los rayos del sol se colaban por su ventana avisándole que ya era de mañana y debía comenzar su día, los pájaros cantaban melodías a un alto volumen que competían con el sonido de los sartenes del piso de abajo.

A duras penas Kageyama abrió sus ojos para posteriormente cerrarlos de nuevo con molestia.
Esas 5 horas de sueño no fueron suficientes para descansar y quitarse todo el estrés que su tarea de la noche anterior le causó.
Definitivamente no valió la pena desvelarse por una maldita clase de mierda de la universidad.

Kageyama estiró sus extremidades a lo amplio antes de levantarse de su cama y bostezar con fuerza camino a la cocina.

Miwa escuchó los pasos de su hermano bajando las escaleras e inmediatamente sus labios formaron una mueca de disgusto sabiendo perfectamente que otra vez su hermano se desveló por dejar todo al último y estará con un humor de mierda el resto del día.

Kageyama gruñó molesto y abrió el refrigerador para tomar su habitual vaso de leche antes de comenzar otro día de mierda.

-¿A qué hora te dormiste ayer?- preguntó Miwa sirviendo el desayuno de ambos en sus respectivos platos.

-No lo sé, lo último que recuerdo fué que a las 2 ya estaba mirando Tik Tok cuestionando todas ls decisiones de mi vida- contestó Kageyama cansado.

Miwa se rió y volteó con su hermano para revolver los cabellos de este.

-Ven a desayunar antes de que te caigas dormido en el baño- dijo Miwa llevando ambos platos a la mesa.

Ambos hermanos se sentaron y comenzaron a comer sin pausas hasta que Miwa soltó un grito agudo que terminó de despertar a su hermano.

-¿Qué mierda te pasa?- preguntó Kageyama asustado.

-¡Van a venir!- gritó Miwa emocionada.

-¡¿Quiénes?!

-¡Todos los mejores Idols de Japón a los Idol Awards!

Kageyama rodó sus ojos con tanta fuerza que hasta su cabeza le dolió.

-Miwa son las 7:30 de la mañana, ¿No puedes esperar para hablar de tus Idols luego?- preguntó Kageyama irritado.

-Cualquier hora es buena para hablar de mis Idols Tobio, deja de ser tan amargado- se quejó Miwa aún mirando su teléfono.

-Pues hazlo cuando no escuché tus malditos gritos.

Miwa miró mal a su hermano y volvió su atención a su teléfono.

Kageyama terminó su desayuno y se levantó a lavar su plato.

-¿Vas a ocupar que te lleve a la escuela?- preguntó Miwa tomando un sorbo de su café.

-Iré a pie para ver si alguien se apiada de mi alma y me atropella- contestó Kageyama subiendo a su cuarto.

Kageyama caminó hasta su baño para darse una rápida ducha, lavarse sus dientes y posteriormente ir al armario para elegir un atuendo básico apropiado para el clima, unos jeans gris oscuro amplios con una playera blanca de manga larga que sería cubierta con una camiseta oversize negra de "Gorillaz", sus accesorios incluían un cinturón de cadenas y anillos plateados a par y unos botines negros.

Kageyama tomó su mochila y salió de cuarto para bajar las escaleras a toda prisa con a esperanza de que hoy no llegaría tarde a la escuela una vez más.

-¡Adiós, Miwa!- se despidió Kageyama antes de azotar la puerta y trotar hasta la universidad.

Afortunadamente para él su universidad se encontraba a unas calles de la suya salvándolo más de una vez cuando se atrasaba en tiempo como ahora.
Kageyama se sintió aliviado cuando notó el gran tumulto de personas agrupándose cerca de la entrada de la escuela, especialmente una rubia de corta estatura que lo saludó a lo lejos con una sonrisa brillante.