Cap.1 Shikamaru [editado]

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Corrí por el pasillo mientras de vez en cuando volteaba a ver hacia atrás. Seguían persiguiéndome.

Por alguna razón que desconozco, los chicos de grados superiores intentaban darme una "Bienvenida". Un verdadero fastidio. Corría por los pasillos porque el día de hoy no tenía ganas de que me patearan el trasero pero uno de ellos salio de la nada impidiéndome el paso y empujándome hacia atrás. Mientras me encontraba aun en el piso ellos se acercaron a mi y uno de ellos me levanto bruscamente del piso y me sostuvo por detrás mientras otro sujeto me golpeaba en estomago. 

Varios chicos y chicas de distintos salones salieron a observar como me golpeaba mientras tomaban fotos. Estúpidos. Estaban gritando bastantes cosas pero de la nada guardaron silencio y abrieron paso a otros chicos. De mi edad al parecer, por suerte dejaron de golpearme y uno de mis perseguidores le susurro algo al chico que me golpeaba. 

─Molestando a los chicos nuevos, eh Deidara ─escuche otra voz que surgía entre las masas de gente, todos de inmediato le abrieron camino.

Era un chico de corta cabellera café y marcas en forma de colmillos rojos en las mejillas, lo acompañaba un chico de pelo café rojizo y uno rubio. El chico de las marcas se acercó a mi y me tendió el brazo, sonriéndome. 

A pesar de que no quería hacerlo, tomé el brazo de aquel desconocido porque en serio no me podía parar por mi mismo debido al dolor.

─Kiba, no te metas ─dijo el chico rubio que me golpeo, al parecer su nombre era Deidara.

─No eres nadie para decirme donde puedo y no meterme, ¿okay? Así que dile a tu bola de tarados que se largue de aquí. ─bufó el chico que al parecer se llamaba Kiba. 

─Deidara, vamonos ─intervino un chico pelirrojo mientras lo jalaba del brazo.

─No pienso irme, no solo porque el me lo dice.

─¿A no?, creo que no necesito recordarte quien soy ─soltó Kiba mientras se acercaba más a Deidara. 

Creí que en cualquier momento esos dos se agarrarian a golpes también, sin embargo el rubio de cabello largo simplemente suspiró irritado y se dio la vuelta. 

─No perderé mi tiempo contigo ─dijo Deidara y se marchó. 


Después de todo ese drama al fin había logrado llegar a clase, me senté junto a una chica de cabello negro y largo y grandes ojos grises porque era el único lugar que quedaba libre en la última fila de pupitres. Ni loco me sentaba hasta en frente en el primer día. 

Ella me miraba de reojo, podía sentir su mirada sobre mi, pero cada vez que volteaba a verla ella miraba hacia abajo.

─Tu... ¿tu eres, Shikamaru? ─preguntó al fin con un suave tono de voz.

La mire y ella seguía viendo hacia el piso.

─Si, soy yo, ¿por qué? 

─Han hablado mucho de ti en el comité─ musitó.

Hable con ella un par de minutos más, al parecer ya había tomado confianza porque su tono de voz se había vuelto más fuerte y ahora al menos ya había despegado la mirada del piso. Es un buen avance. Me dijo que era miembro ─más bien presidenta─ del comité estudiantil y que ella y algunos maestros habían facilitado mi traslado a esta escuela. No sabía si agradecerle o molestarme por dejar que mi madre me metiera a esta escuela. 

Sin embargo, no se lo dije, y en lugar de eso le pedí que me mostrara la escuela después de clase porque no había ido al recorrido que tenía programado el fin de semana pasado. Ella accedió. 

Para empezar, salimos al patio principal, había bastantes chicos de familias reconocidas. La mayoría de ellos llevaban chaquetas con sus clanes bordados en la espalda mientras otros era obvio que pertenecían a ciertos clanes. Como por ejemplo el chico castaño de colmillos rojos, él definitivamente tenía que ser de la familia Inuzuka. 

Hinata también me presento a todos los profesores. El profesor de Filosofía realmente parecía un estudiante mas, Hinata me dijo que era hermano de uno de los chicos de mi grupo, tenia aproximadamente 20 o 24 años y según ella era un prodigio. 

Cuando terminó el recorrido, ella y yo estábamos por entrar a la clase de biología con el profesor Jiraiya  cuando un chico rubio con tres lineas delineadas en cada una de las mejillas abrió la puerta de repente casi golpeando a Hinata. 

─Ah, hola Hinata, emmm, Sikamaru ¿verdad? ─preguntó el chico. Al parecer todos ya me conocían aquí.

─Emm, emm, ho-hola Naruto ─ tartamudeo Hinata mientras se sonrojaba y miraba el piso, de nuevo.


No lo parecía, pero de verdad ponía atención. Pintarrajeaba en su libreta mientras el profesor explicaba como si en serio no le importara la clase.

─Hagan dos equipos, chicos y chicas, cada uno en los extremos del salón...

─Eso me parece sexista ─lo interrumpió una chica de cabello rosado.

─¿Usted quiere dar la clase, señorita Sakura? ─respondió el profesor. 

─Lo siento.

─Bien, como decía ─continuo─ necesito saber que es lo que pasa por las cabezas de hombres y mujeres al leer "Romeo y Julieta", ambos comentaran sobre eso y me entregaran un escrito donde comenten las opiniones de cada uno ─explicó el profesor de literatura y salió del salón.

Hinata, que había permanecido todo este tiempo conmigo se levantó para reunirse con las demás chicas dejando completamente abandonado con los chicos reuniéndose de mi lado del salón. Que fastidio. 

─Neji, ¿iras a la reunión? ─preguntó un sujeto de pelo negro y corte bastante... ridículo diría yo.

─Claro que no Lee, el lunes sera examen final de anatomía, no puedo distraerme ─respondió Neji en un tono inexpresivo. 

─Shino...

─No...

─Sasuke...

─Claro que no tonto, tengo que estudiar para filosofía, no dejare que el maldito de Itachi se burle de nuevo de mi por sacar 8.

─¡SAKURA! ─insistió Lee gritando hacía el otro lado del salón, donde estaban las chicas dándonos la espalda.

─Déjame en paz Lee. 

El chico de cabeza de coco se dio por vencido hundiéndose en su asiento sin decir nada más. No tenía muchas ganas de seguir prestando atención a esa conversación así que me limité a escribir mi propia opinión respecto a Romeo y Julieta en mi libreta. 

El sentimiento de estar siendo observado hizo que levantara la vista hacía la persona que estaba frente a mi. Kiba. Quien no despegaba su vista de mi ni un momento. Al parecer me prestaba más atención a mi que a toda la clase. Al cabo de unos minutos el profesor entró al salón y me salvó de la mirada de Kiba quien se dio la vuelta dándome la espalda. 

Kiba no ponía atención a ninguno de nosotros a la hora de comentar sobre Romeo y Julieta, y el profesor se dio cuenta de eso.

─Señor Inuzuka, ¿Por qué no nos comparte su opinión? 

─Odio las historias de amor ─respondió Kiba.

Yo también odio las historias de amor. 

─No sé porque todo el mundo se a esforzado en creer que es una historia romántica cuando no es así. Es una burla a las historias de amor. 

El profesor que quedó en silencio unos minutos. 

─Odio admitirlo pero estoy de acuerdo con usted, señor Inuzuka ─respondió el maestro. 

Tal vez él y yo teníamos más en común de lo que creía. 

Impossible [En edición].Where stories live. Discover now