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— Deberías decirle que te gusta — murmuró Jisung hacia Seungmin, quien miraba el hipnotizante cuerpo de Félix bailar frente al gran espejo. El menor suspiró y apoyó su mentón en la palma de su mano.

— No puedo, enserio es imposible. Lo intenté hace unos días pero me puse nervioso y fracasé — respondió.

— ¿Y qué planeas hacer? No te quedarás callado todo este tiempo, Seungmin. Apenas debutamos, nos queda mucho tiempo juntos, y si no le dices nada entonces...

— Suficiente, hyung — puchereó Kim, harto de la situación.

Seungmin conoció a Félix en el programa de supervivencia tan solo unos meses atrás. Inmediatamente quedó flechado ante su mayor, pero su vergüenza lo vencía por completo y las veces que intentó confesar sus sentimientos, su boca se secaba y no salía palabra alguna.

Ahora, sólo unas semanas después de su debut oficial, el castaño se estaba volviendo loco y no sabía si podría mantener sus sentimientos escondidos más tiempo. Su personalidad no se lo permitía.

— Sólo digo que deberías dejar de lado tu vergüenza aunque sea un par de minutos y después verás como reacciona — volvió a hablar Han.

— ¡Vaya! ¿Cómo no lo había pensado? — exclamó el segundo maknae del grupo fulminando con la mirada a su hyung, el sazón sarcástico claramente perceptible.— Créeme que si fuera así de fácil ya lo hubiera hecho, pero es que vivir con otros seis miembros no ayuda mucho.

Una de las tantas veces que Seungmin se propuso hablar con Félix, se encontraban en la habitación donde todos dormían. Aprovechando el estar solos, apenas un sonido salió de la boca de Kim, Hyunjin entró corriendo a la habitación, gritando que Minho lo quería golpear. Entonces, Félix tuvo que separarlos y los tres salieron de la habitación, dejando sólo al pobre chico enamorado con las palabras en la boca.

— ¡Ya sé! — exclamó Han acomodándose frente a Seungmin en el frío suelo de la sala de práctica, con la música que bailaba Félix de fondo, ajeno a los dos  charlando.— Los sábados descansamos, ¿no? Ese día Jeongin y yo podemos distraer a los demás, mientras tú puedes buscar una oportunidad para decirle a Félix eso. Nadie les interrumpirá. De eso me encargaré yo.

El menor analizaba cada palabra y asentía lentamente. Hasta cierto punto la idea era buena y fácil, pero ahí creció una incógnita y a la vez una inseguridad dentro de él:

¿Y si Félix no lo correspondía?

Las inseguridades no formaban parte de él, pero algunas veces su timidez le ganaba y dejaba cosas sin hacer debido a ella, nada fuera de lo común.

En cambio, sentía que declarar sus sentimientos era algo de una carga más fuerte. Eran miembros ya de un grupo y debía pensárselo muy bien antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse.

 Eran miembros ya de un grupo y debía pensárselo muy bien antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse

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© hyukind

⎯⎯「 ㍿ 」  あ ꠩ first kissWhere stories live. Discover now