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Soobin y Yeonjun estaban sentados en el sillón de su departamento, mirando una película mientras comían algunas botanas que habían comprado para esa ocasión.
Porque ese día era especial, porque era su aniversario.
Celebraban 5 años de noviazgo, un raro pero hermoso noviazgo por el que ambos habían luchado. Lleno de bajas y cosas buenas, pero seguían juntos y eso importaba.
Aunque su relación solo dependía de dos cosas realmente, dos cosas que nunca faltaban.
Mimos y sexo.
Su combinación perfecta.
Yeonjun tenía una personalidad muy amorosa y empalagosa, en cambio Soobin hacia un contraste al ser más serio pero más detallista. Una pareja perfecta en todos los sentidos.
Yeonjun amaba presumir su noviazgo a los cuatro vientos, sin ningún filtro. Y Soobin lo hacía más discreto pero nunca se arrepentía de decir que Choi Yeonjun era su novio desde hace cinco años.
Pero había un solo problema que Yeonjun tenía con Soobin. Y era el sexo oral.
A Soobin le daba asco y nunca lo hacían porque el rubio no lo aceptaba.
La saliva solo estaba en los besos y en ocasiones en las tetas del menor, porque Soobin nunca se lubricaba con su propia baba. Prefería gastar dinero en lubricante con sabores, o juguetes que ayuden a su coñito a expanderse.
Y ese era el problema.
Choi mayor era un amante del sexo oral, le encantaba en pocas palabras y ya no podía soportar esa tortura.
Cinco años sin poder saborear ese apretado y seguramente dulce coño. Y Yeonjun no se iba a casar con su lindo novio sin antes probar su jodido agujero.
─Que asco─ soltó soobin.
El pelinegro volteo confundido hacia la televisión, notando que en la película que ellos veían (para mayores obvio) la pareja principal estaba teniendo relaciones sexuales. Más específicamente sexo oral.
─No da asco binnie, siento que se ve muy erótico.─ comento, y no era mentira.
La chica castaña estaba abierta de piernas con lencería ajustada, y el hombre comía su coño con fuerza. Los gemidos de la chica significaban cuánto estaba amando aquel acto, y también la dura erección del Pelinegro.
─Oh dios junnie, ¿Cómo se te puede parar viendo algo así?─ reclamo el menor.
─Vamos Soobin. La escena está bien hecha y al final de cuentas es sexo.─ se quejo, apretando el agarre de la cintura de su novio. Subiendo un poco su mano tocando sus pechos.
─Oral─ corrigió, notablemente enfadado. ─Y no está bien. Están "probando" cosas asquerosas, eso no está bien junnie. Eso no es exitante es asqueroso.
