El Secreto de un Silencio *EN PAUSA*

Prologo

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Nota N° 1 -25 de noviembre del 2011 a las 3:37 A.M en algún lugar remoto al sur de Alemania.

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Dr. Harry J. Smith, padre, esposo y mejor amigo, contextura delgada, altura de 1.80, piel blanca, ojos cafés, Científico N° 58.

Me despierto algo desorientado, ¿Qué hora es? observo el despertador de la habitación del hotel marcar las 3:37 AM de la madrugada, el gélido frio de las montañas alemanas hace que mi cuerpo se entumezca bajo las gruesas cobijas de la habitación, esta sensación hace que dude en levantarme, pero desafortunadamente hoy es un día en el que Frank y yo nos encargaremos de realizar nuevos experimentos que la Doctora Gauss tiene en mente para el proyecto Juno.

Con una fuerza sobrehumana me levanto de la cama y al tocar el suelo con mis pies, siento como el frío recorre mi cuerpo de la cabeza a los pies, esta maldita habitación de hotel no tiene calefacción por ningún lado.

Me dirijo hacia el baño envuelto en mi cobija, me observo por unos segundos en el espejo, me veo pálido y mi rostro se ve demacrado, tal vez debería tomar unas vacaciones con mi familia, siento una sensación de melancolía al recordarlas, extraño a mi hija y a mi esposa, tengo tanto tiempo que no comparto con ellas directamente, todos los proyectos me han consumido por completo, aunque mi hermosa hija está a punto de comenzar sus pasantías de la universidad en el laboratorio la próxima semana, quizás para mi suerte podría estar más tiempo junto a ella.

me dispongo a tomar una ducha, el agua comienza a salir helada como si del mismísimo polo norte se tratara, trato de conseguir que salga de la otra llave algún rastro de agua caliente pero no tengo éxito, solo pienso en cual será el experimento que comenzaremos a realizar hoy, desde muy joven siempre he sentido la necesidad de ayudar a la humanidad y aportar algo a nuestra propia evolución.

Salgo rápidamente al elevador para bajar directamente al lobby del hotel, el frio en esta época del año, estan estremecedor que siento que me congela los huesos, las puertas del elevador se abren ante mi, al entrar me encuentro a una mujer con su pequeña hija, una niña con una cabellera rubia y unos ojos verdes claros como el césped en la primavera, la pequeña me observa con ojos como dos grandes platos y me regala una sonrisa inocente, a mi mente viene un recuerdo de mi amada hija a esa edad, jugando con su juego de laboratorio que le compramos para navidad hace tantos años.

A las afueras del hotel, observo como el cielo estaba completamente despejado y muy estrellado, aún faltaban algunas horas para que amaneciera, el helado viento que soplaba hizo que mi cuerpo se estremeciera, aun así estando abrigado de los pies a la cabeza, el frio era insoportable, de repente escucho que un automóvil se estaciona justo al frente de mí, enseguida comienza a abrise la puerta trasera y de allí baja un hombre extremadamente alto, con una cara sin algún rastro de expresiones, portaba una chaqueta lo suficientemente gruesa de color negro que lograba cubrirle de este frío arrasador.

-¿Doctor Smith? - Dice mientras se incorpora frente a mí.

- Sí, soy yo.- contestó

- Venimos a buscarlo para llevarlo a G.I.L por favor suba al auto.

Camino unos pocos pasos y me incorporo dentro del auto, ya en mi lugar me recuesto de mi asiento y en segundos el hombre de la cara inexpresiva se sienta a mi lado, comienza a darle unas indicaciones al chofer y nos encaminamos al laboratorio.

Un silencio se apoderaba del ambiente, solo se escuchaba ligeramente una cancion en la radio, una mujer cantando una melodía triste como si su corazón guardará mucho dolor en cada letra que expresaba, me recuesto a observar por la ventana del auto, solo veo oscuridad y arboles a la distancia, no dejaba de pensar en cuanto extrañaba a mi familia, cuanto deseaba poder abrazarlas y decirles cuanto las amaba, trato de relajarme un poco antes de comenzar mi jornada, cierro los ojos unos minutos para no pensar en mi desdicha.