PRÓLOGO

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Caminaba por los pasillos del Tangus las lágrimas brotaban por mis mejillas, hoy escaparía de este lugar, hoy me iría, después de todo ya no tengo nada que hacer aquí.

Owen venía a mi lado dándome unas cuantas instrucciones, lo normal supongo, irte de la nada para no ser encontrada por nada ni por nadie es complicado. 

- Promete que me llamarás - Asentí.

- Claro que lo haré Owen - Dije abrazándolo.

- Promete que no le contarás nada de esto a nadie - Negó antes de mirarme.

- No lo hare, no me corresponde - Sonreí.

Recuerdo haber besado su milla antes de subir al auto donde mis padres me esperaban.

- Saben...creo que es lo mejor para mí- El asintió.

- Huir nunca es bueno Aradia pero respetamos tu decisión, termina los estudios haya, y cuídate lo más posible- Dijo papá.

- Entonces ya no eres más Aradia Grensted - Susurro mamá.

- Ahora soy Sydney Palmer - 

- Llegamos señor Grensted- Hablo uno de los hombres de papá.

Fue una despedida triste, una que no esperaba tener, pero por cosas del destino, en mi pasado existía.

Aunque el avión privado estaba listo, uno de los socios de mi padre estaba ahí, pues saldría de la ciudad con su ayuda.

- Agradezco que me haga este favor señor Hyde - El hombre sonrió.

- Se lo debía, que puedo hacer, además eres muy buen amigo Sander - Papá negó.

- Las formalidades por culo no? - Ambos rieron.

- Todo suyo señorita, los Angeles la esperan - le sonreí.

- Gracias señor Hyde - Y sin más subí al jet.

Un largo viaje me espera, olvidar mi pasado, olvidar a él, olvidar. Pero sobre todo salir adelante, Ya siquiera era por mí.

Nuestro pasadoWhere stories live. Discover now