P R E F A C I O

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Mientras nos adentramos más a la fiesta, siento una mirada clavada en mi, y al voltear a ver, me encuentro con Tanner observandome y sus hermosos orbes grises tenían ese brillo haciendo que en ese instante las mariposas en mi estómago aparecieran.

A él se le suma Lucas, quien me sonríe con satisfacción, demorandome con su mirada azulada. Tanner toma la iniciativa de acercarse a mi y me extiende la mano.

—¿Quieres bailar? —me pregunta.

—Vino conmigo, Tanner —le reclama André.

—Me importa una mierda si vino contigo —le responde sin quitar su mirada de mi.

No sé qué hacer. Tanner le da una mirada rápida a André, y sin pensarlo él se retira sin decir nada.

—Escucha bien esta canción, y siéntela conmigo.

La melodía nos abraza mientras pongo mis manos alrededor del cuello de Tanner y el me acerca más a él desde mi cintura, nos movemos de un lado a otro.

La canción es de Ariana Grande pero no la había escuchado antes hasta ese momento mientras el me mira a los ojos, transmitiendome millones de sentimientos que quizás no sean correspondidos.

El se acerca a mi oído, y su aliento mentolado hace que se me hericen los vellos.

Así que adelante, vuélveme loco —me susurra cantando la canción.

Me pega más a él yo no dudo en abrazarlo, cerrando la poca distancia que nos dividía, me recuesto de su hombro, sintiendo tantas cosas al mismo tiempo que no puedo explicar.

No se puede luchar contra esto, solo somos tu y yo —canta en mi oído, su voz es tan embriagante.

Me alejo un poco de él, mirándolo fijamente, teniendo millones de emociones en ese instante. Nos detenemos y sus ojos miran los míos, el acaricia mi mejilla, acercándome más a él, la distancia era casi nula entre nuestros labios, hasta que se escucha un carraspeo proveniente de una chica pelinegra.

Tanner al verla, se aleja de mi como si fuera un insecticida.

Eso duele.

—Me desaparezco unos minutos y ya tus fans te acosan —dice riéndose, mientras coge a Tanner de la mano y lo aleja de mi—. Gracias por entretenerlo, pero el vino conmigo.

Y se van.

Auch.

Tanner solo me da una mirada avergonzado.

André pone su mano en mi espalda baja haciéndome volver a la realidad.

—Bailemos —me propone intentando aliviar el mal rato.

Niego con la cabeza.

—Debo de ir al baño —me excuso y él solo asiente.

Me adentro al baño con mis ojos cristalizados, voy directo a los lava manos, respiro con profundidad, intentando calmar mi corazón dolido.

—¿Qué diablos me sucede? —susurro para mí misma mientras seco la lágrima que rueda por mi mejilla. Me echo aire con las manos, y al sentirme más tranquila, decido salir del baño.

Al estar de regreso, André está bailando dulcemente con otra chica que claramente no soy yo. Ruedo los ojo y suspiro, claro, él no desaprovecha ninguna oportunidad, es el capitán del equipo, todo un jugador, no me sorprende ni un poco.

Salgo de ahí en dirección al jardín, y al estar  ahí noto que hay algunos chicos bebiendo y charlando entre sí, por lo tanto, me quedo viendo hacia la acera hasta que interrumpen mis pensamientos.

—Lamento lo que sucedió, Atena— me sobresalto viendo a Lucas ponerse frente a mi. No me he dado cuenta de cuando ha llegado—. Fui un estúpido por haberte tratado así; cuando eres una chica dulce y muy guapa.

Agh mierda, de un idiota pasa a ser todo un Romeo. Realmente quiere ganar esa estúpida apuesta.

—Me gustas mucho y ojalá tu lo sientas lo mismo que yo —la sinceridad en sus palabras me deja sin habla. Se ve tan genuino que casi me dejo llevar. Abro mi boca para responderle como lo merece, pero, siento cómo alguien me arrebata alejándome de él.

—¡Falso! —le grita Tanner.

—¿Cuál es tu problema idiota?.— Lucas le da una mirada de pocos amigos.

—No seas hipócrita, necesitamos parar esto —le reprocha Tanner—. No voy a permitir que juegues con sus sentimientos.

—¿De qué diablos hablas? Ella me gusta mucho—. Lucas se encoge de hombros, restándole importancia.

—Claro, y a mí no me gustan las fotos, Lucas —responde con sarcasmo. El rubio se le acerca a Tanner de forma peligrosa, y este no baja la cabeza, mirándolo de manera amenazante.

Antes de que Tanner llegara a golpear a Lucas, André aparece deteniéndolos, y yo me quedo en medio de los tres, como un gatito confundido.

—Dejenla, idiotas, ellas es mía.— Mi cara se ensancha en asombro al escuchar a André decir eso.

—Mantente fuera de esto, perdedor, estás desesperado—. Lucas rueda los ojos con molestia—. Ella estaba a punto de decirme que si.

—¡¿Disculpa?!—. Lo miro indignada y furiosa por asegurar eso—. Ni siquiera me gustas.

—Cállate, Lucas —le dice Tanner—.Toma el maldito dinero—. Le tira un bolso negro un poco abultado, Lucas lo abre y veo que está repleto de dinero—. Ahí hay diez millones de dólares para cada uno de ustedes, dejenla en paz.

Mi asombro no pasa desapercibido.

—La mejor decisión de mi vida, Tanner —le responde André, sonriendo con sinismo, demostrando en verdad lo que le importa.

Me quedo impactada, Tanner les ha dado veinte millones de dólares así, como si no fueran nada, claro, el dinero le llueve. Tanner me toma de la mano y me hace mirarlo a sus hermosos ojos grises.

—Sal de aquí, Atena—. Me da una sonrisa triste—. No mereces que te hagan esto que te estamos haciendo.

—Deja de fingir que te importa, Tanner —le reprocha un exasperado André.

Yo le doy una mirada de pocos amigos, y despego mi mano de la de Tanner, me enfrento a la triple amenaza y algo en mi cambia al hacerlo.

—¿Ustedes en verdad piensan que no sé sobre su estúpida apuesta? —le pregunto a los tres. Ellos parecen asombrados—. He estado jugando todo este tiempo con los tres, imbéciles —les digo tajante, y de la nada, me empiezo a reír—. Todos han perdido.

Los tres me miraron perplejos gracias a mi revelación.

Triple Amenaza [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora