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Fue una tarde lluviosa de Agosto cuando Taehyung tuvo que decirle "adiós" a su querido omega y partir a otra ciudad de Noruega en busca de un ascenso laboral. Los tiempos se venían mucho más difíciles para él y la familia que pronto formaría junto a su ser amado, no estaba dispuesto a desperdiciar la oportunidad de darles una mejor vida con ese ascenso de trabajo.

En la estación de tren, poco antes de que el ferrocarril que lo llevaría a su próximo destino llegase, miró a los ojos a su precioso omega arrinconando con cariño los mechones negros de su frente y le sonrió con cierta pizca de tristeza en su expresión.

ㅡ Volveré mucho antes de la víspera de Navidadㅡ el alfa besó su frente un par de segundos y al instante se inclinó levemente para mirar enternecido el vientre ligeramente crecido bajo el abrigo de su pareja, con este puesto su embarazo no era muy evidente, pero al acariciarla pudo sentir el calor que su cachorro emanaba en el vientre de su padre.

ㅡ ¿Lo prometes?ㅡ Jungkook estaba igual de apagado, no quería que su alfa se marchara lejos de él, no estaría solo en realidad, tenía a su hermano mayor cuidando de él en la ausencia de su pareja, pero se trataba de su alfa, el padre del niño que llevaba dentro de él, lo único que necesitaba era tenerlo a su lado durante el transcurso de su embarazo.

Taehyung se levantó para verlo nuevamente, pudiendo ver el notable puchero alicaído en el rostro de su amado, entonces rio y tomándolo de sus suaves mejillas, dejó cortos besitos en los labios rosados y fruncidos de este.
ㅡ Lo prometo, mi vida.

ㅡ Taehyungie..., llévate estoㅡ el omega, aún con el semblante decaído, sacó de su bolso una pequeña botita marrón hecha de lana, era la de un bebé.
ㅡ Me quedaré con el otro par, te doy este para que nos recuerdes siempre, mírala y siente su suave textura al tocarla, cada vez que nos extrañes... estaremos ahí, para ti.

ㅡ Mi amor...

Entonces escucharon como la campana de la capilla de al lado comenzó a tocar y poco después el silbato del tren no se hizo esperar, anunciando la llegada del mismo a la estación.

Jungkook se impacientó viendo como el ferrocarril frenaba justo en frente y a su alrededor solo habían familias despidiéndose en medio de mucho llanto y en un acto de impulso tomó un brazo de su alfa, abrazando este como si su vida dependiera de ello.
ㅡ No quiero que te vayas, no quiero, porfavorㅡ suplicó escondiéndose en el cuello del castaño, este no tardó en abrazarlo fuertemente, olfateando el dulce aroma de su omega por esa última vez.

ㅡ Te amo, no lo olvidesㅡ Taehyung musitó cerca de su oído aún en medio del abrazo.
ㅡ Porfavor cuídate muchoㅡ finalmente se separó de este, ninguno estuvo de acuerdo, querían permanecer así, juntos por el resto de la eternidad, tal y como lo prometieron en una ocasión especial estando frente al altar, jurándose amor eterno uno al otro.

Fue entonces que lo vio por última vez a través del cristal de la ventana cuadrada de la vía férrea, ambos despidiéndose con un ademán de manos y abundantes lágrimas en los ojos, esperaban volverse a encontrar nuevamente, en cuatro meses más.

El tiempo pasó volando, los cuatro meses contados y enmarcados día por día en el calendario hasta llegar al 22 de diciembre, fecha encerrada en un círculo y un corazón al lado. Toda la espera, el entusiasmo y el empeño que ponían en las interminables cartas que se enviaban a la distancia, mencionando siempre cuanto se echaban de menos el uno al otro, habían valido la pena, cada segundo lo valió.

Esa tarde, Taehyung salió del trabajo lo antes posible y apenas llegó a la residencia en la que se había estado hospedado, alistó sus maletas lo más rápido que pudo. Su alegría era evidente, ansiaba tanto volver a abrazar y llenar de besos la cara de su precioso omega, estaba tan ilusionado que sentía a su corazón acelerarse y latir con fuerza, quería salirse de su pecho, el sentimiento era indescriptible.

Christmas Love ; TaeKookWhere stories live. Discover now