Cap 6.-

710 124 84
                                    

Nicolás:

Después de unos minutos mi mano por fin recupero la movilidad sentí que el padre de Alexia casi me apretó el alma con ese saludo, tenía buen brazo el señor, se notaba y ojalá y nunca la usara contra mi, estábamos en el estudio por que ahí estaba mi mochila con mi tablet o eso creía, la esposa de mi padre tiene la costumbre de siempre mover las cosas de lugar sin avisar. Mientras yo buscaba por todos lados Alexia estaba muy concentrada viendo los libros que había ahí.

—Puedes tomar uno si así lo quieres— me miro emocionada.

—Gracias, pero no, solo...esto es enorme, no creí que hubiera libreros tan grandes en una casa.

—Eran de mi madre— deje de buscar mi mochila y me senté sobre el escritorio— mi padre no sabe ni qué es un libro.— reímos.

—¿Y tu madre dónde está?— pregunto mientras seguía viendo los libros.

—Ella...murió hace un año— suspire.

—Nicolás ... yo ... lo siento, no lo sabia— me miro avergonzada.

—No te preocupes— le sonreí— son cosas que pasan, todos moriremos algún día — me puse de pie frente a ella— pues se cancelan las películas, no encuentro mi mochila.

—Pues ... disfrutemos de la fiesta— me tomó de la mano y me llevo hasta el patio donde estaban todos los invitados de mi padre, que no era de extrañar que me miraran mal — somos los bichos raros de aquí, por lo menos ya no seré la única— caminamos hasta una de las mesas y nos sentamos en las sillas.

—¿Cual es tu color favorito?— hable para romper el silencio incómodo que había.

— No lo se... me gustan tus los colores— me sonrió — ¿Y el tuyo?

—Creo que el azul, me da mucha calma ese color, aun que eh visto varías publicaciones que el azul es el color favorito de los psicopatas.

—Si yo igual lo eh leído —río un poco— eso explica muchas cosas eh — comenzamos a reír juntos.

—Hola Nicolás, qué gusto verte de nuevo, qué sorpresa que vinieras a la fiesta de tu padre — Apareció Paola interrumpiendo la conversación con Alexia.

—Hola Paola...— Dije cortante para ver si se daba cuenta que hacía mal tercio— Como te decía Alexia...

—Mi madre te extraña en casa, tienes mucho que no vas a verme, deberías ir la próxima semana, podemos hacer noche de películas...

—No creo poder ya sabes la universidad— Alexia me miraba confundida.

—Claro, igual puedo ir a tu escuela a verte—se sentó en la mesa donde estábamos— puedo pasar por ti y hacer...

—Paola no, la verdad que no me dan ganas...—Mire a Alexia pidiéndole auxilio con la mirada y ella solo se aguantaba la risa.

—Hola querida soy Paola no te había visto.—dijo cortante.

—Hola mucho gusto yo soy...

—No me interesa, mejor hazme un favor y ve a traerme un vaso de agua.—Alexia bajo la mirada, pero sus manos estaban hechas puño listas para atacar.

—¡Paola basta! — le hable fuerte, haciendo que me mirara un poco asustada,ya me había colmado la paciencia y odio a las personas tan altaneras como ella.— No voy a permitir que le hables así...

—Nicolás, esta bien— me interrumpió Alexia y se levantó de la silla— iré a ver donde esta mi madre, después te busco— se alejo de la mesa y yo la seguí con la mirada viendo como Mauricio la interceptaba a mitad del patio donde había varias personas bailando, no sabía de que estaban hablando pero veía como Alexia se negaba y el no la dejaba pasar.

—Ya déjala Nico, mejor hay que ponernos en sintonía que desde la muerte de tu hermano que no te veo—voltee furioso con Paola y golpee la mesa con la mano, de un momento a otro mi corazón comenzó a latir a mil por hora, que ella tocara el tema de mi hermano o tan solo lo mencionara era como una burla para mi.

—¡No vuelvas a mencionar a mi hermano escuchaste!— ella solo asintió nerviosa, mire hacia el patio para buscar a Alexia con la mirada y vi como ese idiota la quería obligar a bailar con el, los invitados riendo y celebrando lo que el hacia. Me levante de mi asiento y di un par de pasos hasta que Paola me detuvo tomando mi brazo.

—Nicolás, que oso ¿En serio me dejarás aquí sola, por ella?¿Que dirán los invitados?

—Nada, no dirán nada Paola— jale mi brazo y me solté de su agarre y caminé directo al centro del patio donde Mauricio hacía su teatro.

—Vamos, solo una canción —Mauricio trataba de acercarla a él, desde dejos se le veía que ya comenzaría de malacopa

—No quiero ya suéltame...— Me plante frente a él y lo tome de el cuello de la camisa alejándolo de Alexia.

—¡Nunca te enseñaron que cuando una chica dice no, es no!— note que varias personas nos miraban pero no decían nada, a lo lejos mire a mi padre regañándome con la mirada.

—Yo... lo siento— respondió Mauricio asustado

—Bien dicho— lo solté y acomode su camisa con unos cuantos empujones— !Ahora piérdete idiota!

—Lo siento Alexia... estos tontos hasta a mi me caen mal y si te molestan de nuevo...yo solo... ya sabes tu padre me dijo que te cuidara — me acerque a ella— y no quiero romper mi palabra ni quiero mi otro ojo morado— me sonrió.

—Te contrataré de guardaespaldas personal entonces, ya van 3 veces que me salvas de borrachos— levanto las cejas y reímos juntos.

—¿Bailamos? — extendí mi mano y ella la tomó con una sonrisa en su rostro— espera, cambiare el ambiente de esta fiesta— saque mi teléfono y lo conecte con el Bluetooth al sonido y puse una canción que en las ultimas semanas se había vuelto mi favorita "Head fírst de Christian french"— listo.— la tome de la cintura y de la mano, no era precisamente una canción lenta pero, entre más tiempo pudiera pasar cerca de ella mejor para mi. Las personas en la fiesta nos observaban y hablaban de nosotros ya que éramos los únicos bailando, pero nosotros seguíamos compartiendo nuestros mejores pasos, el padre y la madre de Alexia nos aplaudían como si estuviéramos en un concurso de baile al igual que mi padre y yo me sentía muy bien, hacía mucho tiempo que no me sentía así, cada que la miraba agradecía a la vida o al destino por haberla puesto en mi camino.

 Las personas en la fiesta nos observaban y hablaban de nosotros ya que éramos los únicos bailando, pero nosotros seguíamos compartiendo nuestros mejores pasos, el padre y la madre de Alexia nos aplaudían como si estuviéramos en un concurso de bai...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora